Políticas
17/12/2024
El 20 de diciembre todos a la Plaza de Mayo
Fuera Milei. Abajo el ajuste antiobrero. Basta de persecución a los luchadores populares.
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Drone Prensa Obrera.
En las históricas jornadas del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre del 2001, el pueblo salía a la calle para terminar con el gobierno de De la Rúa, Cavallo, Patricia Bulrrich y Sturzenegger. Fue una sublevación popular encabezada por el movimiento piquetero y las asambleas populares, contra el hambre, la miseria y la desocupación que crecían con el gobierno agente del gran capital financiero internacional.
23 años después, los que fueron echados por el pueblo han vuelto, disfrazados con el ropaje libertario, para terminar lo que no pudieron hace dos décadas atrás. En solo un año se jactan de haber realizado el “ajuste más grande de la humanidad”, que implicó un millón de nuevos indigentes entre los menores de 16 años, duplicar la pobreza en los adultos mayores, destruir centenares de miles de puestos de trabajo, desfinanciar hasta lo imposible la salud, la educación y la universidad pública.
No conformes con esta confiscación brutal, van por más: quieren aplicar una reforma laboral que destruya los convenios colectivos de trabajo, volver a privatizar el régimen previsional, arancelar la universidad pública no solo a los extranjeros, poner en concesión privada los hospitales públicos, entregar los recursos naturales a los monopolios extranjeros, empezando por los yanquis mediante un Tratado de Libre Comercio que no será otra cosa que una versión colonial reforzada del viejo ALCA contra el que se levantó América Latina en el pasado. Milei ha alineado a su gobierno en defensa de la masacre y la limpieza étnica contra el pueblo palestino, y en las acciones bélicas de Estado Unidos y la Otan.
Este propósito reaccionario de Milei es compartido, más allá de algunos matices, por toda la clase capitalista y los partidos tradicionales. Por eso en el Congreso le votaron la ley de Bases y se negaron a rechazar los vetos contra los jubilados y la universidad. Por eso la burocracia sindical de la CGT y de las CTAs pacta con Milei y deja pasar este ajuste criminal contra el pueblo argentino.
Además del colaboracionismo bochornoso de la oposición y la burocracia sindical, Milei se ha valido de la represión y la persecución judicial contra los que luchan. La nefasta Patricia Bullrich quiere una venganza histórica contra los que la echaron del gobierno en diciembre del 2001, y en primer lugar contra el movimiento piquetero independiente. Sabe por experiencia propia que las confiscaciones insoportables derivan, más temprano que tarde, en levantamientos populares que ajustan cuentas con los ajustadores.
Haciendo gala de una hipocresía sin límites, acusa a los honestos luchadores populares de corrupción, en el mismo momento que estallan escándalos de corruptela generalizados en el gobierno: senadores que se llevan la coima cobrada por votar la ley de bases a Paraguay, designación de un jefe de AFIP con propiedades no declaradas en Miami -algo que también le acaban de hallar al jefe del bloque del PRO en Diputados y votador serial de las leyes de Milei.
El pueblo trabajador enfrenta un desafío similar a diciembre del 2001. Milei viene a llevar hasta las últimas circunstancias un plan de guerra que muchos gobiernos, empezando por la dictadura genocida, quiso y no pudo aplicar por la tenaz resistencia popular. La “estabilidad financiera” que presenta como un logro está asentada en la confiscación del pueblo argentino y en maniobras financieras de corto plazo. Una lucha a fondo en defensa de los intereses populares o alguna crisis financiera internacional, y ni que hablar la combinación de ambas, derribaría como castillo de naipes todo el edificio “libertario”.
Para superar triunfalmente este desafío el pueblo trabajador debe apelar a su propia historia. El Argentinazo de diciembre del 2001 es una fuente inspiradora, como lo son las grandes huelgas contra la dictadura de Videla, los levantamientos populares contra el menemismo y todas las acciones de lucha libradas contra los gobiernos capitalistas de las últimas décadas sin excepción.
Se trata de una perspectiva que debe ser preparada en cada lugar de trabajo y de estudio, y en las barriadas populares. Es la única forma para derrotar el plan de guerra y defender el salario, el trabajo, las jubilaciones, la salud y la educación. Es también el único método para terminar la represión y la persecución contra los luchadores populares, empezando por derrotar la causa infame contra el Polo Obrero y el movimiento piquetero independiente.
En esa perspectiva impulsamos el plenario realizado en el sindicato del Neumático con decenas de representaciones sindicales combativas, del Frente de Lucha Piquetero, los luchadores de la salud y la educación, defendiendo la deliberación obrera y resolviendo copar la Plaza de Mayo por todas las reivindicaciones populares.
Con estas banderas y con esta perspectiva estratégica, te llamamos a movilizar este 20 de diciembre a Plaza de Mayo y a todos los centros políticos del país, en una acción organizada por decenas y decenas de organizaciones populares.
Fuera Milei. Abajo el plan de guerra contra el pueblo trabajador. Basta de persecución y represión a los luchadores populares.