Políticas

14/12/2022

El acuerdo “anti-evasión” con EE.UU. resultó ser más trucho de lo previsto

La información comenzará a llegar recién en 2024, no hay retroactividad ni involucra a sociedades.

Massa y Stanley firmando el acuerdo.

La página del Departamento del Tesoro estadounidense finalmente publicó el acuerdo de intercambio automático de información tributaria firmado con Argentina. Allí se pudieron ver los detalles del mismo, revelando que de poco servirá para combatir la evasión fiscal.

En primer lugar, quedó confirmado que no se gravarán de manera retroactiva los bienes sin declarar que posean los residentes argentinos en cuentas radicadas en Estados Unidos, proporcionando un enorme alivio a aquellos que vienen evadiendo impuestos hace rato. Desmintiendo lo que había dejado trascender el gobierno local, de que se pagarían Ganancias y Bienes Personales por los últimos cinco años.

A su turno, se descartó incluir a empresas y solo afectará a las personas físicas; permitiendo que estas últimas transfieran sus tenencias a cuentas de sociedades y así continuar burlando al fisco. Tendrán tiempo de sobra para realizar esa maniobra, ya que finalmente la Afip comenzará a recibir información recién en 2024 con los datos del 2023.

Como vemos, la iniciativa, presentada por Massa como la “bala de plata” para nutrir las arcas del Estado, es un fraude absoluto. Lo anterior anuncia el fracaso del blanqueo previsto, ya que nadie se verá tentado a declarar voluntariamente su dinero si el mecanismo para “atrapar” a los evasores es tan fácil de eludir. Finalmente, el mentado acuerdo no era más que una cortina de humo levantada por un gobierno que ampara continuamente el ocultamiento de fondos y la fuga de capitales.

No sorprende a nadie, ya habíamos adelantado que la medida tenía pocas chances de éxito, considerando que acuerdos similares no dieron resultado en el pasado, dado que estamos frente a un régimen que protege a los evasores. A su vez, que la información solo abarque a las rentas que repercuten en las cuentas bancarias, excluyendo al patrimonio que esté por fuera de las mismas, ya hablaba de un control fiscal muy poco riguroso.

El memorándum con EE.UU. es peor de lo que esperábamos, dejando en claro que no alterará en lo más mínimo el esquema de evasión y saqueo del que se benefician los capitalistas a costa de los trabajadores.