Políticas

5/1/2021

MÁS INFLACIÓN

El año comienza con un nuevo aumento en los combustibles y se esperan más

Con una suba promedio de 2,9%, el gobierno traslada los costos de la crisis al bolsillo de los trabajadores.

YPF acaba de anunciar el aumento en los precios de los combustibles -nafta y gasoil- en un promedio del 2,9% para todo el país, como consecuencia del reciente aumento en el biodiesel y el bioetanol, otorgados por el gobierno nacional. Se espera que este aumento sea reproducido por el resto de las petroleras y que las subas impacten no solo en los combustibles sino en el aumento de precios de los bienes en general.

Hace unos pocos días, el gobierno autorizó la suba escalonada de los precios del biodiesel y el bioetanol hasta el mes de mayo. Para el primero otorgó un aumento del 59%, que irá creciendo hasta llegar al 90,7%. Mientras que el segundo arrancó con un 33%, llegando al 56% en mayo.

El biodiesel se mezcla con el gasoil y es implementado más que nada en camiones, tractores y maquinaria agrícola; mientras que el bioetanol se mezcla con la naftas e impacta más de lleno en el consumo final de los automóviles.

Con este nuevo aumento, los combustibles ya registraron una suba escalonada de alrededor de un 25% desde agosto del 2020 y, como los factores son diversos, se espera que el camino alcista continúe.

Desde “estímulos” a la inversión local para evitar la fuga de dólares por importaciones –Plan Gas-, la actualización de impuestos a los combustibles y el aumento en las materias primas son las principales medidas que impulsan este fenómeno. Ahora habrá que sumar también la suba del petróleo Brent, que trepó a 51,9 dólares el barril y que s e espera también impacte en los combustibles.

Lejos de lo que ha salido a señalar el gobierno como medidas de protección del mercado interno y de los precios, como el bloqueo a las exportaciones del excedente de la cosecha de maíz del ciclo 2019/20, se trata de políticas que impactan de lleno en la inflación y en el aumento de los precios del conjunto de los bienes, haciendo que los precios vuelvan a ganarle terreno a los salarios.

A mediados de enero se esperan nuevos aumentos de las naftas vinculados al ajuste de los impuestos a los combustibles. Además de que los aumentos establecidos para el biodiesel y el bioetanol aún no han tenido su impacto final e irán empujando los precios de los combustibles, sumando su carga a los aumentos sistemáticos sobre los mismos.

La agenda del gobierno tiene a las petroleras y a las productoras de combustibles entre sus principales prioridades, aunque termine por enterrar cualquier previsión de una inflación “controlada”. Las petroleras, tanto como los banqueros, se llevan una parte importante de las ganancias, aún en tiempos de pandemia.

Una salida obrera a esta crisis debe implicar la nacionalización de toda la industria hidrocarburífera bajo control de los trabajadores, junto a un plan de desarrollo que permita satisfacer las necesidades productivas del país y de consumo de la población.