La crisis política en marcha está sacudiendo los armados políticos patronales, ofreciendo un escenario de luchas intestinas, arribismo, oportunismo y todo tipo de calificativos que caracterizan a la dirigencia política capitalista de cara a las próximas elecciones.

Lo que atraviesa a todos los partidos y armados políticos patronales que integran los dos espacios políticos más instalados del país (Frente de Todos y Juntos por el Cambio) es el método de rapiña, especulaciones y personalismos que dominan la crisis de multiplicidad de candidaturas.

Sumado al hecho de que al tratarse del personal político responsable del régimen de miseria y hambre que gobernó el país durante los 40 años de democracia, desde el fin de la dictadura militar, estamos ante una dispersión propia de los límites de la burguesía para erigir un programa y un bloque político claro que desenvuelva un plan de gobierno, al menos por cuatro años.

Una crisis que demanda de las fuerzas revolucionarias y de izquierda un método contrario a la especulación y el electoralismo personalista, y que tendrá en el Plenario de la Izquierda y los Luchadores, del 17 de junio en Plaza Congreso, un contraste con el arribismo y oportunismo burgués, discutiendo un programa para intervenir en la crisis y las elecciones.

Crisis de los partidos patronales

La lucha intestina por imponer candidaturas en los espacios políticos patronales está a flor de piel y en el límite de la ruptura de los mismos.

El Frente de Todos, que carga con el peso del fracaso y derrumbe de su gobierno actual, se divide entre quienes aspiran a salvar las papas ordenando una lista común de difícil integración y el lanzamiento e instalación de candidatos para una eventual interna.

En el entorno del ministro Sergio Massa se sigue discutiendo la eventualidad de una candidatura propia, bajo la condición de presentar una lista única en las Paso. Algo que fue refrendado por más de una docena de gobernadores dentro del espacio del Frente de Todos, en una reciente reunión de “control de daños”.

Al tiempo que la candidatura de Massa no se larga, debido al fracaso de contener la crisis económica y social de la mano de la aplicación del pacto con el FMI, la candidatura lanzada de Eduardo “Wado” de Pedro no arranca, no logrando capitalizar los votos que obtendría la autoproscripta Cristina Kirchner.

Quien se opone a la orientación de una lista única es Alberto Fernández –que bajó la suya por insostenible-, apoyando la fórmula del reaparecido Daniel Scioli y la ajustadora de pobres y desvalidos Victoria Tolosa Paz.

Otro que se largó a la presidencial para cubrir la retirada del frente “izquierdo” es el papista Juan Grabois, quien se bajaría por la candidatura de Wado a presidente, pero no a vice, lo que bloquea las posibilidades de un acuerdo, o, si lo hay, será al costo de comerse un nuevo sapo.

Por el lado de la oposición patronal de Juntos por el Cambio la puja por incluir al cordobés Juan Schiaretti hizo detonar una puja interna con más candidatos que programas y propuestas –aunque las pocas que hay y se repiten son todas antiobreras.

Mientras que se acaba de resolver la integración de José Luis Espert con el fin de influir en las Paso del espacio restándole votos a Bullrich, esta se opone a la inclusión del cordobés Juan Schiaretti que reforzaría el armado de Horacio Rodríguez Larreta, aunque sin tener precisiones de en qué lugar.

Los radicales, por su parte, coleccionan candidaturas, con el criminalizador de la protesta social Gerardo Morales –quien enfrenta en estos momentos un proceso huelguístico en su provincia- y el refrito de la candidatura de Facundo Manes. Ambos se pelean por la estructura nacional y el aparato radical.

Por fuera, Elisa Carrió, quien se había “retirado” de la política hace un par de años, volvió con su candidatura para terciar en la crisis en favor de uno u otro sector.

Por su parte, Milei “recorre” el país incorporando a los elementos oportunistas residuales de la casta política burguesa: represores, menemistas e históricos pejotistas, entre otros, Este es el caso de su candidato a gobernador, el intendente de Chivilcoy Guillermo Britos, con un pasado como comisario de la Bonaerense y un aliado de varios partidos del régimen y la casta política patronal.

Muchas candidaturas… de espaldas a los trabajadores

Todo este proceso se consume entre cabildeos, reuniones cerradas, declaraciones individuales y congresos vacíos, que operan a espaldas de los trabajadores y ocultan intereses ajenos al pueblo trabajador.

La ausencia de todo método colectivo ilustra el contenido de clase burgués de la puja que busca forzar la aparición de una representación política patronal para el próximo mandato presidencial.

“Discutir” a puertas cerradas, oponiendo figuras y slogan marketineros implica esconder la naturaleza política de los armados electorales resultantes de la puja de aparatos.

En oposición a este método el Partido Obrero y el MST convocan a un Plenario de la Izquierda y los Luchadores, extendiendo la participación a sectores independientes y activistas que buscan dotar al Frente de Izquierda Unidad de un programa de independencia de clase, de los trabajadores, para la etapa y para las próximas elecciones.

Un debate de cara a los explotados y ajeno a las componendas y maniobras de la clase capitalista y sus voceros, que resolverá un programa y una campaña para enfrentar a los políticos capitalistas y el ajuste que vienen aplicando y esperan reforzar en el futuro inmediato. Un método histórico de la clase obrera para resolver su curso de acción independiente y abrirse paso.

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