El acto de este Primero de Mayo en la Plaza de Mayo fue el escenario de un debate entre las distintas fuerzas que integramos el Frente de Izquierda Unidad, una suerte de asamblea pública. Lógicamente arribamos al acto con discusiones previas que se han ido desenvolviendo, fundamentalmente, a través de las distintas publicaciones.

La situación política interpela a la izquierda, y al FIT-U en particular que es la expresión más importante de la izquierda en la Argentina. En primer lugar asistimos al derrumbe del gobierno del Frente de Todos y, como señaló Solano en su intervención, se trata de efectivamente todos, a la cabeza del gobierno que son Alberto. Cristina y Massa, y al conjunto de las fracciones del peronismo, a los gobernadores, la burocracia sindical, a las organizaciones que se sumaron a él.

El papel del kirchnerismo es clave, porque Cristina Kirchner utilizó su autoridad y su ascendencia para entronizar un gobierno que tenía como misión fundamental llegar a un acuerdo con los acreedores. El pacto con el Fondo es la esencia del gobierno del Frente de Todos. Reducir la crítica a Cristina a su apoyo a Massa, como hizo el PTS a través de Myriam Bregman, oculta que en realidad, matiz más matiz menos, el gobierno (además lleno de funcionarios kirchneristas) responde a la política y los intereses que defiende el kirchnerismo.

Nuestra crítica a la adaptación al kirchnerismo del PTS volvió a ser un tema en el acto. Bregman, sabiendo de nuestra posición, reivindicó la necesidad de la independencia política del FIT-U pero reclamó “una izquierda que sea independiente de todas las instituciones reaccionarias de este Estado capitalista, como lo es el Poder Judicial, porque estamos convencidos que toda restricción antidemocrática se vuelve indefectiblemente contra el trabajador”. ¿Por qué puntualizó en el Poder Judicial como institución “reaccionaria”? ¿No vale acaso el mismo calificativo para los otros poderes, el legislativo, el Ejecutivo, y para el resto de las “instituciones” del Estado capitalista?

Bregman trató así de defender la campaña de solidaridad con Cristina Kirchner por el fallo judicial en la causa Vialidad que en boca de ella y Del Caño el PTS viene sistemáticamente desenvolviendo y que el resto de los partidos del FIT-U le hemos cuestionado. Esa campaña coincide con el eje que el kirchnerismo y en particular La Cámpora pusieron en marcha para hacer aparecer a la vicepresidenta como una víctima. En sus planteos hacia la campaña electoral, el PTS vuelve a insistir con la convocatoria a una asamblea constituyente para modificar entre otras cosas el Poder Judicial.

Una constituyente hoy estaría dominada por la derecha de todos los signos, y es claro que la liquidación de las “instituciones reaccionarias” es imposible en el marco del Estado capitalista, porque son la esencia de este. Solo un gobierno de los trabajadores puede llevarlo adelante. Agitar la elección popular de los jueces y otras medidas solo puede servir para fortalecer la lucha de los trabajadores por tomar el poder y construir su propio Estado.

La independencia del Frente de Izquierda, que es la razón fundamental de su constitución hace 12 años, está cuestionada y en peligro con el seguidismo al kirchnerismo.

El ascenso electoral de la derecha y las tareas del FIT-U

El acto se desarrolló en el marco del crecimiento electoral de la derecha. Lo de Milei plantea en particular una interpelación a la izquierda, porque crece con un discurso “antisistema”.

Milei ha percibido y explota una caracterización que Solano volcó en su intervención, y que estos días a raíz del intercambio con Anamá Ferreyra pudo desenvolver en los numerosos reportajes que le hicieron. Gabriel arrancó del dato inexorable del derrumbe del gobierno, asociado a todo el fracaso del régimen democrático y capitalista en el país; o sea, una conclusión de los 40 años de la democracia. Planteó, a partir de ahí, que la emergencia de fuerzas fascistizantes es un resultado de ese fracaso. Por lo tanto, concluyó que si la izquierda se adapta a las variantes responsables de haber gobernado y llevado al país a esta crisis, es imposible que combata a una fuerza como Milei que crece sobre la base del repudio a todos los que nos vienen gobernando, en un cuadro de enorme bronca social.

El rechazo a Milei y la derecha, obviamente, lo comparten todas las fuerzas que integran el FIT-U. El tema central es con qué política lo enfrentamos. Delimitarnos del kirchnerismo es especialmente clave porque los trabajadores y la población en general lo consideran de izquierda, cuando no lo es, y nos asocian a él aunque combatamos al gobierno.

Por otro lado, el Frente de Izquierda tiene que intervenir activamente en la lucha de clases, organizando al pueblo en el marco de la crisis. En los discursos hubo invocaciones a salir a la lucha, denunciar el ajuste, e incluso preparar la huelga general, pero en esto también existen divergencias importantes.

Tanto IS como el PTS rechazan al movimiento piquetero. En su intervención, Bregman reivindicó el planteo de un encuentro de trabajadores ocupados y desocupados. Pero esta propuesta la realiza un partido que ha estado sistemáticamente ausente de las luchas de los desocupados (y que en el movimiento obrero ocupado tiene una política rupturista en relación a los procesos de recuperación sindical contra la burocracia, como lo hizo en el Sutna). Es notorio que, teniendo en la plaza al movimiento piquetero que viene produciendo jornadas de lucha multitudinarias, Bregman solo haya nombrado a la Unidad Piquetera para decir que “nos han hablado aquí”.

La alabanza particular a Zanón como salida a la crisis porque trabaja “en libertad” es un ocultamiento de los problemas enormes que atraviesa la fábrica, porque justamente no puede trabajar en “libertad”: está acosada por los gobiernos, por el mercado dominado por los capitalistas, por los bancos. Confundir la enorme lucha de los compañeros ceramistas para poder sobrevivir, impidiendo el cierre de la empresa, con una salida a la crisis, es renunciar a la lucha para que los trabajadores tomen en sus manos el control total del país y del mundo.

El MST planteó la necesidad de que el FIT-U “supere sus límites”, que serían su perfil exclusivamente electoral. Pero lo hizo en la necesidad de provocar -particularmente a nivel internacional, señaló Bodart- un reagrupamiento indiferenciado de tendencias, solo en base a algunos acuerdos. Es la política del MST de promover “partidos de tendencias”, por ejemplo en Brasil se mantiene en el PSol que apoya al gobierno de Lula. Una cosa es la unidad de acción en función de determinados propósitos, incluso con quienes no se comparte una estrategia, y otra es “institucionalizarla” en un funcionamiento regular que condiciona el accionar de la izquierda revolucionaria. En el caso del FIT-U esto sería claramente un retroceso, y entraña el peligro de su disolución en tanto agrupamiento político independiente en la perspectiva del gobierno de los trabajadores y el socialismo.

La cuestión electoral

El acto reflejó además la división del FIT-U en torno a sus propuestas para las próximas elecciones. Hay tres fórmulas presidenciales lanzadas, lo que es una expresión de las diferencias que existen.

Los oradores de Izquierda Socialista se concentraron en la necesidad de una fórmula única (Bregman – Solano) del Frente de Izquierda. No fundamentaron por qué Bregman debiera encabezar la fórmula, lo cual es una forma de ignorar los múltiples problemas colocados en el debate, sobre los cuáles no fijaron posición. La respuesta de Solano apuntó a colocar que lo que está en discusión no es un problema de cargos, sino fundamentalmente de orientación política, entre una orientación fuertemente electoralista y de adaptación política al kirchnerismo que viene desarrollando el PTS, y otra independiente y orientada a organizar políticamente a los miles de compañeros que en todo el país vienen enfrentando el ajuste en las luchas en curso.

Celeste Fierro, del MST, dijo que correspondía que las candidaturas expresaran la intervención en la lucha de clases y que se debía apelar a un debate colectivo, en lo que llamó asamblea de la militancia.

Gabriel reivindicó la elección en Maipú, Mendoza, donde la lista del Partido Obrero se impuso sobre la lista del PTS-MST y el Frente de Izquierda alcanzó los votos necesarios para pasar las Paso. Allí, justamente, el impulso a la campaña vino de los cientos de compañeros organizados que provienen del movimiento piquetero. En este sentido, reivindicó que, mientras el voto es fluctuante, solamente la organización vinculada a la lucha de clases puede darle a la izquierda un terreno sólido de crecimiento político. A partir de esta perspectiva insistió en la necesidad de convocar un congreso del Frente de Izquierda y colocó la cuestión de qué orientación política debe desarrollar la izquierda. Es un planteo que el PTS ha venido rechazando con el argumento de que intervendrían luchadores que “no serían socialistas”, a lo que Solano respondió que con un congreso del FIT-U tenemos amplias posibilidades de ganarlos al socialismo, y que en una instancia así seguramente influyan mucho más los luchadores y socialistas que en la votación de las Paso o en un focus group.

Gabriel se refirió también a la necesidad de que la izquierda avance en la organización y estructuración de los trabajadores, ganarlos a una perspectiva de lucha. Hay que discutir cuál es la estrategia política de la izquierda y esta debe “avanzar definitivamente en la superación del peronismo, enfrentando a la derecha organizando a las masas proletarias y explotadas en la Argentina. Por eso insistimos y seguimos insistiendo: hace falta un congreso del Frente de Izquierda Unidad”.

Solano planteó que estamos a tiempo de tomar ese desafío: “sería la demostración, para el pueblo argentino, de que nosotros nos jugamos el todo por el todo para organizar a los trabajadores, para ir a los sindicatos, para luchar por echar a la burocracia sindical, para recuperar en cada lugar las organizaciones obreras”.

Esa es la tarea.

https://prensaobrera.com/politicas/queremos-que-la-izquierda-gobierne-conquistando-a-una-mayoria-popular

https://prensaobrera.com/politicas/respuesta-al-pts-en-defensa-del-frente-de-izquierda-unidad-y-su-programa