Políticas
3/11/2022
El naftazo en medio de la “pulseada” por los precios
El gobierno aprobó el quinto aumento en lo que va del año para los combustibles, mientras promociona un congelamiento de precios.
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Aumento del 6% para la nafta y del 8% para el gasoil.
Mientras el gobierno promociona un programa de congelamiento de precios, le habilitó un nuevo aumento a YPF del 6% para el precio de la nafta y de 8% para el precio del gasoil que empieza a regir a partir de este jueves, habiendo pasado menos de un mes desde el último aumento y es el quinto en lo que va del año. Esto a su vez encarecerá toda la cadena productiva porque se trasladará al precio del transporte de los productos, lo que deja claro que el interés del gobierno no está puesto en frenar la inflación sino al contrario, es el que le echa leña al fuego.
Las petroleras vienen de aplicar un aumento del 6% en octubre que justificaron en un mayor precio en el biodiesel que deben comprar (otro precio regulado por el Estado) y en una actualización en los impuestos que pagan, es decir trasladaron al precio del surtidor ese incremento tributario para que lo paguen los consumidores. Desde ese momento, la devaluación del dólar oficial fue del 6,8%, algo que las petroleras también buscan trasladar a los precios dado que el precio del barril de petróleo que utilizan las refinerías para producir nafta y gasoil se encuentra dolarizado.
Sobre este punto, los principales países productores ahora decidieron restringir la producción de petróleo con el objetivo de que vuelva a subir su precio, y las petroleras también buscarán trasladar ese precio internacional al mercado interno. Asimismo, en noviembre también aumentó un 4,7% el etanol de caña, un insumo que se utiliza en los cortes que requieren biocombustibles. Queda claro que los aumentos para el sector no terminan acá.
Esto incluso lo confirmó Flavia Royón, secretaria de Energía: “Puede haber movimientos de acá a fin de año. Estamos en un contexto inflacionario”. Así, el gobierno vaticina que continuará otorgándole aumentos a las petroleras en lo inmediato para que no pierdan ni contra la inflación, ni contra la devaluación, ni que achiquen sus márgenes de ganancia. Mientras tanto, presiona para que las paritarias cierren por debajo de todos estos índices, como intentó hacerlo con el Sutna y con Camioneros.
A su vez, las empresas de consumo masivo que iban a adherirse al programa “Precios Justos” presentaron una lista de precios donde los triplican previo al congelamiento, para garantizar márgenes de ganancia incluso por encima de la inflación, lo que le asestará otro enorme golpe al bolsillo popular. Esto a pesar de que el gobierno, que hablaba contra “los remarcadores de precios”, en lugar de abrir los libros de las empresas para evaluar sus costos les dio margen para remarcar hasta el 4%. Ahora, si no autoriza estas subas, las alimenticias amenazan con no entregar la mercadería.
Esto desnuda en primer lugar que el famoso “congelamiento de precios” es una pantomima, puesto que es el propio gobierno el que autoriza aumentos para beneficio de los capitalistas, incluso en los sectores que encarecerán también a todo el resto de la actividad productiva. Por otra parte, tambien queda en descubierto que mientras el gobierno utiliza la inflación para licuar salarios, jubilaciones e incrementar la recaudación fiscal para cumplir con la meta impuesta por el FMI, Precios Justos es otro programa “antiinflacionario” destinado al fracaso,
Es necesario combatir esta orientación peleando por un paro nacional y un plan de lucha que ponga en el centro de la escena la defensa del poder de adquisitivo de los trabajadores. Debemos exigir un salario mínimo igual a la canasta básica y aumentos salariales y previsionales indexados a la inflación.
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