Políticas

11/8/2024

El Rigi de Kicillof, entre pases de facturas y mayores concesiones a los capitalista

La consecuencia inmediata del fracaso con la planta de GNL será la excusa para intensificar del ajuste en la provincia de Buenos Aires.

Axel Kicillof y su ministro de Gobierno, Carlos Bianco

La derrota política sufrida por Kicillof con el traslado de la construcción de la planta de gas licuado a Río Negro agravó la adaptación del gobernador bonaerense al régimen de incentivos a las grandes empresas, que es uno de los pilares de la Ley Bases de Milei. Desde la gobernación se anunció la “activación” de la ley de Fomento Provincial a las Inversiones Estratégicas, definida por Axel Kicillof, su segundo, Carlos Bianco, y el ministro de Producción Augusto Costa como un complemento del Rigi nacional “vigente” en la provincia de Buenos Aires.

Rigi para todes

El Rigi trasciende la planta perdida para convertirse en una política del peronismo para todas las inversiones que se hagan en la provincia de Buenos Aires. Lejos de enfrentar al régimen entreguista que colma de superbeneficios a las corporaciones capitalistas- incluida la vía libre a políticas extractivistas que impactan en el medio ambiente- los devaluados “nacionales y populares” se acomodan al Rigi y quieren darle mayores garantías a los empresarios. 

La presencia de una “columna de la provincia de Buenos Aires” el 7 de agosto en la Plaza de Mayo, conformada por el ministro de Gobierno, Bianco, el “Cuervo” Larroque y un puñado de funcionarios e intendentes, es el taparrabos de esta capitulación. Según el portal La Tecla, el Rigi de Kicillof, que todavía no ingresó a la Legislatura, otorgaría beneficios impositivos provinciales extras en el Impuesto Automotor, Inmobiliario, Sellos e Ingresos Brutos. La “contrapartida” sería la contratación de un cupo de mano de obra de la provincia y del municipio donde se realice cada inversión; y la compra de insumos a empresas bonaerenses. La demora en enviar esta versión complementaria, como señalamos en Prensa Obrera, obedeció en primer lugar a la intención del gobierno de Unión por la Patria de igualar los beneficios otorgados por Weretilneck en Río Negro, y luego por las presiones de la oposición derechista para que Kicillof adhiera sin vueltas al Rigi de Milei. 

La derecha responsabiliza al gobernador peronista por la mudanza de la planta de licuefacción del gas natural a Punta Colorada. Desde la UCR+Hacemos Coalición Federal, al PRO y La Libertad Avanza, todos estos bloques quieren infringirle al gobierno el mayor daño posible. Mientras dicen acordar con un “régimen complementario” exigen que Kicillof adhiera al Rigi nacional en nombre de la “seguridad jurídica de las inversiones”. El gobernador no tiene siquiera asegurados los votos de los “libertarios disidentes”, que vienen acompañando al bloque de UxP desde su ruptura con Milei. Las negociaciones vendrán de la mano de nuevas concesiones al capital.

Peronismo y Rigi

Los medios se hicieron eco del llamativo silencio de Wado de Pedro, senador nacional por la provincia de Buenos Aires y hombre de Cristina, que se mandó a guardar en plena disputa entre Kicillof y Weretilneck. Las críticas apuntan también a Sergio “Patucho” Álvarez, directivo de YPF hasta el 2023, quien tendría según la Política On Line una consultora que asesora a YPF y Petronas. Otros que le dieron la espalda a Kicillof fueron Máximo Kirchner y los intendentes de La Cámpora, que están en una guerra abierta con el kicillofismo con vistas al 2025 y 2027. El comunicado de rechazo a la “sustraccion” de la planta de gas licuado, emitido por el PJ bonaerense, recién apareció cuando YPF y Petronas confirmaron que la planta iba a hacerse en Río Negro y no en Bahía Blanca. Hasta entonces presionaban, por intermedio de Federico Susbielles, intendente bahiense filocamporista, para que Kicillof le pusiera el gancho al Rigi de Milei. El acto final del kirchnerismo fue el vergonzoso voto por unanimidad de adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi) en el Concejo Deliberante de Bahía Blanca. 

La cooptación política no se limita a los gobernadores peronistas que facilitaron la aprobación de la Ley Bases, el nacionalismo burgués actúa en consonancia con los intereses generales de los capitalistas. Fue el propio gobierno de Kicillof el que por boca de Verónica Magario le bajó el pulgar al proyecto de actualización de las indemnizaciones por despidos, que tenía media sanción en Diputados. Como Milei, Kicillof y Magario se sumaron al relato libertario que responsabiliza al costo laboral (indemnizaciones) por el “ahogo a la producción”.

Perdió Kicillof la planta de GNL y lo envuelve una crisis política
Una lección para los trabajadores. –
prensaobrera.com

Derrota política

El kicillofismo pretende hacer pasar la derrota sufrida por una “victoria política”. Según afirman, la intervención directa de Javier Milei habría nacionalizado la figura de Axel Kicillof como opositor al gobierno liberfacho. Un premio consuelo para quien pretende abrirse paso como un gobernante de confianza del capital. Toda la “resistencia” se limitó a proponer un complemento de la ley mileísta y a hacer del Rigi un hecho consumado. 

A modo de balance por la pérdida de una inversión -que de concretarse ascendería a 30 mil millones de dólares de aquí al 2031- la vice de Kicillof declaró que había que haber promovido a tiempo una ley provincial que dé excepciones, bajas o quites de impuestos provinciales a las empresas para darles garantías a los inversores. Esto es el Rigi que Kicillof y la matancera quieren que rija en la provincia de Buenos Aires para darle “confiabilidad” a los grandes capitalistas extranjeros y nacionales. Más Rigi y corrimiento a la derecha.

Otro que cerró la boca fue Sergio Massa que al igual que el kircherismo se pegó el faltazo a la reunión que convocó Kiclllof en La Plata “para resistir el embate de Milei”. Después de haber convocado a un cónclave propio, el massismo lo postergó sin fecha inmediata para no quedar pegado al escándalo que tiene como protagonista al golpeador e intermediador de negociados con los seguros del Estado, Alberto Fernández. El excandidato presidencial y exministro de Economía de Alberto, Sergio Massa, busca despegarse de Unión por la Patria y de Kicillof en la provincia. La agenda derechista anunciada para la “cumbre massista” converge con Milei.

Los trabajadores no podemos pagar la crisis

La consecuencia inmediata del fracaso de Kicillof será la intensificación del ajuste en la provincia de Buenos Aires. Es sobre esta base ajustadora que, con una caída de la recaudación tributaria y en medio de una depresión del consumo y caída de la actividad económica, el gobierno bonaerense puede atribuirse un superávit económico del 2,7 % y primario de 2,1%. Estos superávits son el resultado de una postergación de los pagos a proveedores y a los municipios, pero también de la licuación de los salarios por inflación.

En una reunión con las direcciones sindicales docentes y estatales, el ministro de Trabajo de la provincia, Wálter Correa, insistió en que “difícilmente” puedan mantenerse los aumentos salariales mensuales, profundizando una caída salarial que deja a una masa de estatales y docentes por debajo de la línea de pobreza y de indigencia para los municipales. La “paritaria” del jueves 8/8 pasó a cuarto intermedio sin oferta salarial y con la posibilidad de que las negociaciones pasen a ser bimensuales. El ajuste provincial está al servicio del pago de la fraudulenta deuda externa provincial y de los vencimientos en setiembre de más de 300 millones de dólares. Todo apunta a que las burocracias sindicales van a prenderse de la pérdida de la planta de GNL para reforzar su parálisis y colaboracionismo. Como siempre la última palabra la tendrá la respuesta obrera y popular a la crisis social que hace de la provincia de Buenos Aires un polvorín.

Mientras que puertas adentro de la Legislatura bonaerense se discute la forma de adherir al Rigi nacional y su complemento bonaerense, aún no está dicha la última palabra sobre el meganegocio YPF y Petronas; resta conseguir la plata que Petronas no está dispuesta a poner y la financiación millonaria para ejecutar el proyecto (Project Finance). La crisis capitalista mundial impacta en el aumento del riesgo país para la Argentina, en la “previsibilidad” que exigen los grandes inversores y en el encarecimiento de los préstamos financieros. La construcción de la planta de GNL recorrerá varios capítulos de resultados inciertos.

Lo sucedido y las consecuencias que se abren son una lección política de primer orden que deja al descubierto la impotencia de todo el peronismo y su adaptación a la derecha. Las asambleas de trabajadores y jóvenes convocadas por el Partido Obrero para luchar por la derrota de Milei y su pandilla abordarán las reivindicaciones populares para que intervengan los trabajadores en esta enorme crisis, y la construcción de una oposición obrera y socialista que se abra paso como una alternativa política. El peronismo no hace sino desmoralizar a la clase obrera.

Los alcances de la crisis económica y política
Para el pueblo trabajador Milei es hambre, desocupación y represión. –
prensaobrera.com