El gobierno de Javier Milei volvió a dar fe de su alineamiento con el imperialismo estadounidense al recibir este miércoles 20 al titular de la CIA, William Burns, quien se entrevistó en Buenos Aires con el mandamás de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori, y con el jefe de gabinete, Nicolás Posse.

Como gesto de bienvenida, el presidente anunció por las redes sociales la compra de aviones de combate norteamericanos F16 a Dinamarca, un asunto que fue materia de una fuerte pulseada, ya que China ofrecía un modelo JF17 fabricado en Pakistán. Los F16 podrían adquirirse con financiamiento norteamericano. Como se ve, la motosierra rige para despedir empleados públicos, pulverizar las jubilaciones o eliminar la asistencia a los comedores populares, pero no para quedar bien con Washington.

El peregrinaje de importantes funcionarios de la Casa Blanca al país, que incluyó la visita del titular del Departamento de Estado, Antony Blinken, y de la número dos del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, se completará en abril con la llegada de Laura Richardson, la responsable del Comando Sur, célebre por haber blanqueado el interés yanqui por el agua dulce, el petróleo y el litio de América Latina.

Días pasados, Richardson calificó en un encuentro en el Atlantic Council como “excelente” la relación con Argentina, incluyendo al anterior gobierno de Alberto Fernández. “Tuvimos una relación muy, muy fuerte con la Argentina, con la administración anterior. Ahora, eso solo se duplica con en términos de relación positiva (…) con esta administración” (La Nación, 21/3). La gestión de Fernández tuvo como último ministro de Economía a Sergio Massa, un hombre de connotados lazos con la embajada norteamericana que ahora trabaja para el fondo de inversión Greylock Capital Management.

El alineamiento cerrado de Milei con Estados Unidos (y con Israel) incluye acuerdos de cooperación en materia de seguridad y defensa, que fue uno de los ejes de las reuniones entre los funcionarios argentinos y el titular de la CIA. Clarín (21/3) informa, además, que la Administración General de Puertos (AGP) acaba de firmar con la potencia del norte un convenio para la participación de ingenieros del ejército estadounidense en tareas de capacitación en la Hidrovía Paraná-Paraguay.

Además de los recursos naturales y del monitoreo de la política económica argentina por medio de las misiones del FMI, a Estados Unidos le interesa bloquear el desarrollo de los intereses chinos en la región, por ejemplo en la licitación del 5G. Algunos rumores recogidos por La Nación indican que Richardson querría visitar Neuquén y Tierra del Fuego, donde Beijing cuenta con una base espacial y aspira a construir un puerto, respectivamente.

Burns, que comparte apellido con el malvado megamagnate de la serie “The Simpsons”, pasó por Buenos Aires pocos días antes de un nuevo aniversario del golpe militar de 1976, que Estados Unidos apoyó activamente.

Este 24 de marzo, seamos cientos de miles en las calles para repudiar al gobierno proimperialista y recordar a los 30 mil compañeros desaparecidos.

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