Políticas
6/5/2025
El "súper IVA" de Caputo, o cómo exprimir a los consumidores para pagarle al FMI
Sobre el planteo de desdoblar entre Nación y provincias la recaudación del principal impuesto, en lugar de coparticiparlo.

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En una entrevista, el ministro adelantó una reforma en el IVA.
Luis Caputo confirmó que el gobierno planea una reforma en el IVA. Evalúa crear un sistema de alícuotas diferenciadas entre Nación y las provincias para reservarse la facultad de aumentar la suya en caso que las metas fiscales del FMI así lo requieran. A su vez, le da libertad a los gobernadores para que hagan lo propio. Esto prefigura nuevos impuestazos para los trabajadores en función de rescatar la deuda usuraria.
El ministro de Economía afirmó en una entrevista que "Vamos a dividir el IVA entre Nación y provincia. Nosotros cobraríamos lo que le corresponde a Nación, aproximadamente un 9% sobre el 21% que constituye actualmente el IVA. Las provincias, por su parte, establecerán su propio porcentaje de IVA".
Recordemos que, actualmente, el IVA es un impuesto coparticipable: el 46% lo retiene el Estado Nacional y el 54% lo transfiere a las provincias y a CABA. La idea del gobierno es que el IVA deje de estar sujeto a la Coparticipación Federal de Impuestos (CFI), para pasar a ser recaudado de manera independiente tanto por Nación como por cada una de las provincias. De ese modo, quedaría a disposición de los gobernadores fijar la tasa de IVA de su jurisdicción.
Por un lado, esta medida perjudicará a aquellas provincias con menos capacidad de recaudación y más dependientes de los recursos tributarios de origen nacional, como las transferencias de coparticipación. Provincias como Santiago del Estero, Formosa, Jujuy, La Rioja y Catamarca deben más del 60% de sus ingresos a dichas transferencias. Si prospera la propuesta de Caputo, las jurisdicciones con menos recursos propios suplirán la pérdida por CFI con más ajuste e impuestazos sobre los trabajadores.
La "competencia fiscal entre provincias" no traerá nuevas inversiones, como sostiene el ministro, sino mayor desfinanciamiento a la salud, educación y salarios estatales dentro de las provincias más pobres, agravando la desigualdad a lo largo y ancho del país.
Descomponiendo la alícuota del IVA, el gobierno nacional busca tener las manos libres para aumentar su parte a discreción, sin la necesidad de coparticipar lo recaudado. De ese modo, se asegura el uso exclusivo de una caja que sirva como garantía de pago de la deuda al FMI. Además, compartiría con los gobernadores el costo político de aumentar este impuesto al consumo; algo no menor en un año electoral.
A su vez, Caputo les sugirió a los gobiernos provinciales que apliquen rebajas en Ingresos Brutos. Como vemos, el gobierno nacional busca delegar en las provincias la tarea de reducir impuestos a los capitalistas, la que fuera su principal promesa de campaña. Síntoma de que enfrenta "el síndrome de la frazada corta", tironeado al mismo tiempo por las exigencias fiscales del FMI, el reclamo patronal de exenciones impositivas y la necesidad de retener su caudal electoral para ganar en octubre.
Así las cosas, la reforma esbozada por Caputo, que supone aumentos en el IVA, significa mayor presión impositiva sobre los trabajadores para pagarle al Fondo. Tenemos que enfrentar esta nueva confiscación al salario organizando la huelga general hasta derrotar a Milei.

