Políticas
27/6/2025
El único consumo que repunta es el de los capitalistas, a costa del cepo salarial
La recesión económica la pagamos los trabajadores.

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Cae el consumo de bienes esenciales.
El gobierno festeja que el PBI haya aumentado 5,8% interanual en el primer trimestre, apalancado por un crecimiento del consumo privado del 11,6%. Ahora bien, esas mediciones del Indec tienen como base de comparación el mismo período del 2024, signado por el desplome de esos índices. Además, los mismos se están recomponiendo sobre bases más desiguales que antes, dado que las políticas de Milei han propiciado una enorme transferencia de ingresos del trabajo al capital.
Por un lado, el crecimiento del PBI está liderado por el rubro intermediación financiera, que aumentó muy por encima del índice general (27,2%), relevando que la suba del producto es acaparada por sectores muy concentrados y especulativos de la economía. A su vez, las cifras de consumo no reflejan una mejora en la realidad de las familias trabajadoras, cuya capacidad de compra es cada vez más restringida, sino que obedecen a un mayor acceso a los bienes durables por parte de aquellos con mejor poder adquisitivo.
Así lo refleja el análisis elaborado por la consultora PxQ. El informe detalla que, en los primeros tres meses del 2025, aumentaron, en comparación al mismo período del año anterior, las ventas de autos (40,5%), de electrodomésticos (46,9%), el patentamiento de motos (63,2%) y de autos (87,3%) y la escrituración en CABA y provincia de Buenos Aires (97,4%). Al mismo tiempo, cayó el consumo de artículos de almacén (16,6%), de alimentos y bebidas (9,3%), de productos de panadería (8,1%) y de lácteos (1,6%).
Esa misma disparidad continuó en los meses posteriores. Según los datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), en mayo cayeron las ventas en rubros de primera necesidad como alimentos y bebidas (7,6%) y farmacia (1,5%). Incluso, ese mes los hogares redujeron el consumo de energía eléctrica en un 18,5% interanual, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). En contraste, según un relevamiento realizado por Clarín en base a los datos de Scentia, la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) y la Secretaría de Energía, en mayo se disparó, en términos interanuales, los patentamientos de autos 0 KM (94%), los viajes al exterior (80%), la importación de bienes de consumo (60%) y el consumo de nafta premium (18%).
Así las cosas, el "repunte" del consumo está circunscripto a los bienes durables, artículos de lujo y al turismo y tiene como protagonistas exclusivos a los sectores de mayores ingresos. Son los únicos que están sacando provecho de la apreciación cambiaria, la flexibilización del cepo y la apertura comercial, realizando viajes al exterior, comprando bienes de consumo importados por internet, etc. Esto último figura dentro de las causas por las cuales, en el mismo trimestre, las importaciones tuvieron un crecimiento destacado (42%).
En cambio, esa recuperación no llega a las mayorías populares, las cuales se ven privadas de adquirir productos de primera necesidad, como alimentos y remedios, y limitan el uso de electrodomésticos para "ahorrar luz". Tal es así que, según la consultora Moiguer y Asociados, el 50% de la población no llega a fin de mes y el 30% resigna gastos para pagar servicios; mientras que apenas el 23% compra dólares y el 11% consume en plataformas del exterior. Finalmente, las paritarias a la baja, los tarifazos en los servicios y la usura de las tarjetas de crédito horadan el bolsillo de los trabajadores en favor de los capitalistas.
Como vemos, ni el crecimiento del PBI ni el del consumo privado redundan en mayor bienestar para el pueblo, solo resulta beneficiada un ínfima minoría de la sociedad en desmedro de la inmensa mayoría, que sufre cada vez más desempleo, precarización laboral, salarios de pobreza y endeudamiento. Para revertir esta situación tenemos que organizarnos y luchar.

