Políticas
15/4/2025
Elecciones en Santa Fe: entre la fragmentación y la crisis de los partidos que gobiernan, el Frente de Izquierda supera las Paso en Rosario
Después de una década.

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Carla Deiana, candidata a concejala y convencional constituyente por el FIT-U.
Las elecciones de Santa Fe, las primeras del país, arrojan un mosaico de conclusiones y ningún ganador. Son la señal de una crisis política que se profundiza y que presenta para los trabajadores enormes desafíos al calor de la crisis económica, mientras se recrudece el ataque a nuestras condiciones de vida y discutimos cómo construir una dirección obrera para enfrentar todo esto.
El armado de una reforma constitucional para la reelección de Pullaro fue impulsada por “Unidos”, la alianza entre la UCR, el PRO, el Partido Socialista y el clericalismo no alineado con Milei, y apoyada por diversos sectores del peronismo, que vienen aportando los votos para que la agenda del gobierno se abra paso, como ocurrió con la reforma previsional y la de la Corte Suprema de Justicia provincial. Aportó también a este derrotero la llamada “izquierda nacional” del Frente Amplio por la Soberanía, con el apoyo de 2 de sus 3 diputados provinciales a la Ley de Reforma.
A pesar del empeño gigante de los partidos del régimen por estabilizar al Estado de Santa Fe fortaleciendo al gobernador, el dato de la jornada del 13 de abril fue el altísimo nivel de ausentismo electoral: entre el 45 y el 50% del padrón no fue a votar, que crece en Rosario. Prácticamente uno de cada dos santafesinos dijo no a las elecciones, fenómeno cuyo contenido de fondo todavía no está claro y amalgama distintas posiciones. Los datos electorales nunca fueron clarificados por la Secretaría Electoral Provincial, que vendió pescado podrido a las 15:30 horas informando que había votado el 55% del padrón, cuando se habría llegado a ese número arañando recién a las 18:00 horas.
Pullaro, LLA, Monteverde
Pullaro salió a cantar victoria, omitiendo que pasó de ganar hace un año y medio atrás con más de 1 millón de votos, a obtener ahora menos de 500 mil (34%), haciendo la diferencia gracias al interior sojero. En Rosario, el derrumbe de “Unidos” fue brutal: quedaron terceros en el Concejo Deliberante que dirige el intendente Pablo Javkin, cuyo espacio sacó menos de la mitad de los votos que en la última elección. En el departamento de Rosario el gobernador se impuso como convencional distrito único por 30 mil votos sobre Monteverde, el concejal que sacó el 15,15% de los votos en la provincia. Pullaro y Javkin perdieron a dos bandas, a manos de los libertarios y Ciudad Futura. En resumen, a Pullaro lo votó el 17% del padrón electoral de la provincia, al peronismo de Monteverde el 7,4% y a La Libertad Avanza el 6,9%.
Los libertarios salen terceros en la provincia (14,11%), un duro revés luego de que Milei ganara con el 62% de los votos en el balotaje presidencial en Santa Fe. En Rosario, LLA ganó uno de los tres tercios que se reparten la mayoría de la votación con Juan Aleart, un pichón de Patricia Bullrich y periodista estelar de El Tres (El Trece), que fue el candidato individualmente más votado al Concejo -como Alianza ganó el PJ con Ciudad Futura- y que ganó a convencional departamental de Rosario. Por fuera de eso, compartirán con Amalia Granata el lugar de oposición clerical y de derecha dentro de la Constituyente, como tercera y/o cuarta minoría.
El PJ logró recomponerse en Rosario de la mano de Ciudad Futura, que le dio un barniz progresista al tren fantasma del exgobierno de Perotti-Fernández. Con excepción de Rosario, al peronismo le fue muy mal en el resto de Santa Fe y no logró salir de su declive, con el agravante de que los encabezó un extrapartidario que, a su turno, se prestó a lavarle la cara a lo más rancio del PJ. Dentro de la Constituyente la tónica de la intervención política no la marcará Monteverde, que está en minoría, sino el peronismo de los senadores vitalicios y del riñón del Poder Judicial: Alejandra Rodenas, Armando Traferri, Rubén Pirola, Alcides Calvo, Hugo Sosa, Patricia Boni. Son la mayoría de los convencionales electos por el espacio, a la que se suma el personal del Frente Renovador como Diego Giuliano. Sobre el final de la campaña buscaron disimular esto asimilando conceptos de nuestra campaña del Frente de Izquierda, abandonando la consigna de armar una “Constituyente de la gente”, completamente demagógica y que quedaba en offside por el cuadro de situación, para convocar a que los voten contra Pullaro y Milei con algunas de nuestras reivindicaciones. Otra trampa, dado que Traferri ya adelantó que votará a favor de la reelección de gobernador.
La mimetización con la izquierda también ocurrió en el final de la campaña del peronismo que se presentó por fuera del PJ, que es el caso de Marcelo Lewandosky, que tardíamente pegó un viraje de un planteo de Constituyente social, que compartía con el FAS, a denunciar que lejos de pelear derechos había que salir a defenderlos frente al avance de Pullaro. El bluf de presentar esta reforma como una “posibilidad” solo encontró al Partido Obrero y en general al Frente de Izquierda bien parados desde el comienzo, porque no tuvimos condicionamientos a la hora de denunciar al oficialismo y sus cómplices.
Una reforma a la medida del poder
Como lo advertimos en campaña, vamos a una reforma antidemocrática de la Constitución de Santa Fe: la mitad de la población no votó a ningún partido y el resto de los votos se reparte entre representantes que ocultaron completamente el contenido real que van a impulsar en la reforma.
Toda la elección estuvo manipulada, partiendo del propio reglamento electoral. Para concejales e intendentes rigió el sistema de Paso provincial, que establece el 1,5% del padrón para participar en las generales, pero en los casos de las elecciones de intendentes donde no había competencia interna en las alianzas las listas pasaron directamente a las generales, sin tener que superar el piso proscriptivo. En el caso de la Constituyente, no se habilitaron las internas y el piso para ingresar fue aumentado al 2,5% del padrón. Visto el ausentismo, el piso devino en muralla.
Por sistema D´hont, el Frente de Izquierda debería tener un representante en la Convención Constituyente por distrito único, porque sacamos el 2,13% de los votos. Además, el FIT-U también sumó más de 60 mil votos entre los Constituyentes de los 12 departamentos donde nos presentamos -que concentran el 95% del electorado- lo que arroja un promedio provincial del 3,5% de los votos para la izquierda.
Asimismo, por su votación, al Frente Amplio por la Soberanía le corresponden 2 Convencionales provinciales. El FAS, que votó a favor de la ley de reforma que establecía los pisos proscriptivos, finalmente fue víctima de ese condicionamiento.
Debido a la manipulación electoral, todo este sector de la ciudadanía ya no tendrá ningún tipo de representación, en una reforma que no se hacía desde hace 60 años.
El sistema electoral santafesino, presentado como un avance democrático por su sistema de boleta única, es un engaño. Es una carrera de obstáculos en torno a una lista sábana, con pisos sucesivos que se van agravando a lo largo que se atraviesa la carrera electoral, que todos los gobiernos sostuvieron para proscribir a la izquierda o domesticarla.
Frente de Izquierda al Concejo de Rosario
Con el 3,8% de los votos el Frente de Izquierda superó las Paso para concejales de Rosario, algo que no ocurría desde el 2015, hace 10 años. Un hecho no menor, considerando que se presentaron 42 listas internas al Concejo, muchas de las cuales fueron colectoras de los partidos del régimen. Para ingresar al Concejo Deliberante necesitamos al menos 25 mil votos, ya que en Santa Fe se exige superar el 3% de los votos del padrón para ingresar al sistema D´hont.
Hicimos una elección realmente muy importante en la capital de la provincia, con el 3,12% a Convencional distrito único, el 6,6% en Departamental y estamos peleando pasar a concejales en la Ciudad de Santa Fe.
En Rosario, sacamos 6,2% a Constituyente departamental, duplicando las Paso anteriores. Si retrocedimos en la categoría distrito único fue por el efecto polarizador que logró la lista del PJ que encabezó Juan Monteverde, que hizo una destacada elección en Rosario, aunque muy floja en el resto de la provincia. También nos enfrentamos al espacio de Del Frade (FAS), que nos restó votos en esa categoría, pero no superó el piso a concejales de las Paso en Rosario.
También fue importante la elección en Villa Constitución, con el 5% a Constituyente departamental y 3% a distrito único. Pasamos las Paso en esa ciudad para Concejo, así como en Capitán Bermúdez y Beltrán, en el cordón de San Lorenzo. Estamos muy cerca de hacerlo en la populosa Villa Gobernador Gálvez. Y quedamos a muy poco de superar el piso en San Lorenzo, donde crecimos en votos respecto de la última elección, pero no llegamos por el efecto polarizador del peronismo.
De conjunto, tuvimos una votación importante en las grandes urbes y allí donde se concentran las fábricas, con el apoyo de delegados fabriles de empresas importantes y un gran aporte del sindicalismo docente combativo que votó, militó y fiscalizó para el FIT-U.
Mención aparte merece la comuna de Tacuarendí, al norte en el Departamento de General Obligado, donde la candidata del Polo Obrero obtuvo el 26% de los votos para su categoría y para Constituyente distrito único, donde sacamos el 12,5%.
El ingreso del FIT-U al Concejo de Rosario será una bocanada de aire fresco y la oportunidad de atraer la bronca popular a un campo de organización y de lucha. Es responsabilidad del conjunto de los partidos de izquierda traccionar para que esto ocurra, porque nuestra perspectiva es una gestión colectiva y rotativa de la banca que podamos conquistar, para lo cual habrá que militar y mucho, ya que las primeras tres fuerzas nos sacaron una diferencia importante de votos. El hecho de que otras fuerzas de centroizquierda no hayan pasado las Paso nos permite ir a pedir a ese voto, entendiendo que allí no están los electores de los partidos tradicionales.
La recorrida en los barrios y levantar una agenda de reclamos serán clave, porque en el Concejo de Rosario hoy se discute cualquier cosa menos las cuestiones urgentes del transporte, la urbanización y el trabajo. Podemos entrar al Concejo, a condición de que hagamos una extraordinaria campaña militante.

