Según el último informe del Indec, los salarios variaron 6,7% en septiembre y acumularon un alza del 61,2% en los primeros nueve meses del año, contra una inflación acumulada del 66,1%; una pérdida de casi 5 puntos del poder adquisitivo de los trabajadores.

El crecimiento mensual se debe a aumentos de 5,8% en el sector privado registrado, de 7,7% en el sector público y de 8% en el sector privado no registrado. Si se toma en cuenta los acumulados en lo que va del año, los trabajadores informales siguen profundizando la brecha con los trabajadores formales y son los que más perdieron contra la inflación. Esto último ocurre cuando la Argentina viene de batir récords en la creación de trabajo informal, con 5,4 millones de asalariados en esa situación.

Esto está directamente relacionado con el ajuste fondomonetarista del gobierno, que fija un salario mínimo que es tomado como referencia en todo el sector informal y que recién en noviembre llegó a los $57.900, por debajo de la canasta alimentaria de octubre que mide Isepci, acumulando una pérdida de más de 10 puntos desde enero comparando ambos.

En la comparación de septiembre de este año con igual mes del año pasado, el índice acumuló un alza de 78,7% en promedio, frente a una suba de precios de 83%. La variación fue de 74,9% en los trabajadores informales, 37% de los que tienen trabajo.

Más allá de su responsabilidad directa en la inflación -empezando por los tarifazos-, cabe destacar el rol del gobierno en la defensa de las ganancias capitalistas. Así ocurrió en el conflicto del Sutna cuando el exministro de Trabajo, Claudio Moroni, intentó imponer la oferta salarial patronal de un plumazo; o cuando Sergio Massa amenazó con la apertura de las importaciones para inclinar la cancha en favor de las multinacionales del neumático. También los camioneros tuvieron que escuchar a la nueva ministra de Trabajo Kelly Olmos hablar de que la pretensión salarial implicaba más inflación: una clara intervención propatronal en el conflicto.

Contra esta ofensiva antisalarial, el movimiento obrero tiene una guía en los ejemplos del Sutna, los residentes y concurrentes, la docencia universitaria, la Unidad Piquetera, y de todos los que, a diferencia de las conducciones de la CGT y las CTAs, están luchando por lo suyo.

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