Políticas

27/5/2022

Gabriel Solano cruzó a Milei por defender la libre portación de armas

Con esta propuesta fascistizante el “liberal” busca enfrentar a pobres contra pobres.

Imagen: edición de Prensa Obrera.

El legislador porteño del Partido Obrero en el Frente de Izquierda – Unidad, Gabriel Solano, cruzó a Javier Milei por defender la libre portación de armas, denunciando que es ante todo un intento de crear un clima fascistizante entre la población. En línea con los Bolsonaro y los Trump, el diputado de La Libertad Avanza busca avanzar con esta medida en nombre de “combatir la inseguridad”, pero buscando enfrentar a pobres contra pobres. En tanto, esconde junto a todos los gobiernos del régimen que la delincuencia viene organizada desde el propio Estado.

Lo que Milei viene a proponer ya se aplica en otros lugares del mundo, como Estados Unidos, que en el último mes fue noticia en al menos tres ocasiones por tiroteos masivos que se cobraron la vida de casi 30 personas y dejaron otras decenas de heridos.

Este es un buen punto de apoyo para entender qué le espera al país de legalizarse la libre venta de armas. De hecho, mientras Milei pregonaba por cerrar el Ministerio de la Mujer en nombre de “no tener que pedir perdón por ser rubio, de ojos celestes y tener pene”, con un discurso en la misma línea un supremacista blanco asesinaba a diez personas en Buffalo, Nueva York. Pero justo cuando el mundo seguía conmovido por el suceso, que tuvo lugar hace menos de dos semanas, una nueva masacre se produjo en Texas dos días atrás, donde 19 personas fueron víctimas fatales en un tiroteo escolar.

Estos son solamente dos ejemplos de al menos 214 tiroteos masivos que hubo en el país en lo que va del año, según reporta el Gun Violence Archive estadounidense, una asociación no gubernamental dedicada a recopilar información sobre tiroteos y asesinatos civiles. En tanto, solo en 2020 registraron 107 ataques armados de supremacistas blancos y grupos de extrema derecha, mientras que el Public Citizen explaya que de 2009 a 2018 hubo en el país casi 300 tiroteos escolares. Un dato no menor en este argumento de armar a la población para “repeler la delincuencia”: el citado Gun Violence Archive relevó que hasta principios de mayo hubo 360 incidentes por uso defensivo de armas y 467 tiroteos no intencionales.

Sobre estos puntos vale también recordar que Trump, un adulado por Milei, se valió de esta “libre portación de armas” para arengar a las bandas fascistas que, por ejemplo, abrieron fuego en numerosas ocasiones contra los manifestantes del Black Lives Matter, o que asaltaron el Capitolio en una intentona golpista para desconocer las elecciones que colocaron al magnate fuera de la Casa Blanca. Es rotundamente falso el argumento de que ello sirva para combatir la delincuencia. Quien se vende como enemigo de “la casta” y del Estado esconde sus verdaderas intenciones barriendo bajo la alfombra que es este último el responsable del delito organizado, que es regenteado por todo su andamiaje pasando por el aparato represivo, por el poder judicial y por el régimen político.

Para terminar con la delincuencia hay que ir al problema desde la raíz: barrer las cúpulas policiales, abrir los libros y archivos de las comisarías, desmantelar el aparato represivo y darle a la población la potestad de votar y revocar jueces y fiscales. En nuestro país sobran los casos que comprueban que el delito viene organizado desde el Estado: podemos remontarnos al asesinato de Luciano Arruga por negarse a robar para la Bonaerense, pero también podemos ir a la masacre de Puerta 8, que reveló cómo varios efectivos policiales aparecían ya directamente participando en la banda narco.

Pero claro, ni una palabra va a pronunciar el economista sobre ello, porque la delincuencia es también un negocio para los bancos y el sistema financiero que blanquea los activos provenientes de las grandes cajas clandestinas de recaudación. Es el mismo sector al que pretende premiar con una dolarización de la economía, como repite incesantemente. Como es natural de todo buen fascista, Milei busca enfrentar a pobres contra pobres. Es lo que promueve intentando fogonear permanentemente un clima reaccionario entre la población, como con la creación de su “movimiento antipiquetero”.

Desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda – Unidad advertimos desde el primer momento esto mismo: que Milei y los presuntos liberales son fascistas con cada letra de la palabra bien puesta. Lo que expresa Milei es una profunda crisis política que atraviesan los bloques patronales que nos gobiernan, mellada ante todas las cosas por la catastrófica crisis económica y social que sacude al país. Siempre que los gobiernos capitalistas navegan en aguas turbias, se forma el caldo de cultivo para el advenimiento de movimientos fascistas, por un lado, y se crean condiciones propicias para que los trabajadores intervengan por una salida propia, por el otro. Nuestro compromiso inclaudicable para enfrentar a los Milei es multiplicar la movilización popular; porque ante esta disyuntiva, solo la lucha consciente de los trabajadores y el conjunto de los explotados como clase social puede aplastar a estos fascistas y sus tropelías.