Políticas
21/12/2024
GNL, sale Petronas, ingresa Shell: ¿qué cambia en el proyecto YPF S.A.?
La herencia del pacto del kirchnerismo con Chevrón. Son todos estatistas, los “nac&pop” y los liberfachos.
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La noticia largamente anunciada de la salida de Petronas del proyecto de GNL de YPF S.A. finalmente ha sido oficializada. La misma constituye una desmentida que la exportación salvadora de GNL al mercado mundial pueda llegar a nuestro país a tiempo. Para mitigar este golpe, YPF S.A. ha anunciado que en reemplazo de la empresa malaya, ingresará otro gigante de la industria, nada menos que Shell. Pero hasta ahora, ¿qué es lo que cambia para el proyecto de GNL de YPF S.A.?
Una de las cuestiones que cambian es que ahora se reconoce que el inicio de exportaciones de GNL podría ubicarse hacia el 2028, es decir, un año más tarde respecto a las fechas anunciadas con Petronas.
Por lo demás, habrá que conocer la letra chica del acuerdo firmado en La Haya (Países Bajos), un PDA (Project Development Agreement, por sus siglas en inglés). Lo que se dio a conocer en principio es que Shell se suma al proyecto como socia que aporta tecnología y posible compradora de parte de la producción.} Por ahora Shell acordaría, según el oficialista diario Infobae, poner “parte del financiamiento por U$S 200 millones para la ingeniería para la primera fase del proyecto hasta tomar la decisión para ingresar a la etapa de FEED (Front-End Engineering and Design)”. Es decir, casi estamos al nivel de la abstracta asociación, ahora caída, con Petronas. De lo cual se deduce, que el anuncio no es otra cosa que estirar las expectativas.
Pero Shell exigió algunas nuevas ventajas, que fueron concedidas por el gobierno de Milei. Demostrando que sin las muletas del Estado, incluso de parte de un gobierno que se dice enemigo del estatismo, es la política general de cualquier proyecto de magnitud de un capitalismo en declive. Por eso el gobierno “antiK”, acaba de aplicar y asumir como propio, el DNU 929/2013 que aseguró la retención en el exterior de los dólares por la exportación de hidrocarburos como parte de la entrega a Chevrón. Y lo aplicará a todos los proyectos en danza sobre el sector.
El otro aspecto en el que Shell ha tomado sus precauciones. El acuerdo no es para construir una planta terrestre, sino para producir a partir de dos barcos licuefactores que se instalarían en Punta Colorada, en el sitio del otro proyecto de GNL que impulsan PAE y Golar.
Se desecha la planta terrestre porque como se reconoce “representaría hundir inversiones muy importantes con mayores riesgos asociados. Los barcos, en cambio, tienen mayor flexibilidad económica”. Lo cual significa que los barcos hoy están y mañana se van.
El compromiso de compra de parte de la producción por la propia Shell le sirve a YPF S.A. para buscar financiamiento por un mecanismo donde los riesgos sean del proyecto en sí, y no de la empresa tomadora del crédito. Otro indicio que todo puede terminar mal.
El proyecto y sus bemoles
La misma empresa Shell informa que sus buques metaneros representan “el 11% de la flota mundial de transporte de GNL”. Pero antes de poder transportarlo, hay que producir ese GNL. Para tal tarea, según el acuerdo que se acaba de firmar en Europa, se contaría con el atraque de dos buques licuefactores en Punta Colorada.
Para lo cual en primer lugar habrá que construir las instalaciones portuarias correspondientes. En Punta Colorada hay un muelle de carga, pero es metalífero, que debe adaptarse para que opere un buque licuefactor. Pero con este proyecto que sumaría dos buques más, deberían estar operando en algún momento tres buques licuefactores, donde todavía no hay lugar para uno.
Otro de los bemoles es la capacidad ociosa en ciertos períodos del año del único gasoducto que pasa a pocos kilómetros de Punta Colorada, que es el gasoducto San Martín que viene desde la cuenca Austral. Eso alcanza para abastecer la demanda del buque licuefactor del proyecto PAE-Golar. Para los otros dos buques habrá que construir un nuevo gasoducto de 580 kilómetros desde Vaca Muerta hacia el puerto rionegrino. Y según la capacidad de licuefacción prevista en el acuerdo YPF SA y Shell, demandaría (según dice la prensa) unos 40 millones de metros cúbicos por día. Un 40% de la producción actual de Vaca Muerta, que según el inicio de producción fijado en el acuerdo se estima para el año 2028.
Pero el incremento de la producción de gas de Vaca Muerta de los últimos años ha sido errático, y recién en el presente año ha pegado un salto que puede hacer realidad la producción necesaria para abastecer desde Neuquén la producción de GNL de los dos barcos comprometidos.
Habrá que construir, en ese caso, un gasoducto que pueda transportar el doble del inconcluso gasoducto ahora bautizado Perito Moreno (ex Néstor Kirchner). Si el Estado no quiere poner un dólar en terminar este ducto, serán las empresas las que deberán invertir en el gasoducto de casi 600 kilómetros desde Neuquén hasta Punta Colorada, en la costa atlántica de la provincia de Río Negro.
El gran bemol
Como ya explicamos en Prensa Obrera (30-9) “en México, sobre la costa del Pacífico, ya está en desarrollo una planta de GNL que procesará gas de Estados Unidos. Se trata del proyecto de Mexico Pacific denominado GNL Saguaro Energy, que a un costo de U$S 15.000 millones entregará GNL en 2028, con una producción anual de 15 millones de toneladas (página web de Mexico Energy)… Esto solo ya reduce mucho las chances competitivas del proyecto de YPF, con o sin Petronas. Es la mitad de la inversión para producir inicialmente siete veces mayor volumen de GNL que el proyecto YPF S.A.”. Hoy los diarios especializados consideran a este proyecto en México como un “gran competidor” para los proyectos en Argentina.
Efectivamente sería así, porque tiene más cercanía a los mercados del este asiático, grandes consumidores de GNL. Y si el objetivo es abastecer a Europa, otra planta mexicana, esta vez sobre el Atlántico, ya realizó el primer envío hace tres meses. Además de las plantas próximas a producir sobre la costa del golfo en Estados Unidos y la reciente amenaza de Donald Trump a Europa de adquirir gas y petróleo de ese país, o impondrá aranceles a las importaciones europeas, cuyas industrias están sufriendo una crisis con despidos y cierres de plantas.
Estados Unidos, Canadá y México de conjunto duplicarán su producción de GNL desde este año hasta el 2028, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos Es que hay que considerar seriamente si la Argentina y sus proyectos de GNL han llegado a tiempo al mercado mundial, e incluso al mercado latinoamericano.
El cipayismo al palo y negocio narco
El gobierno de Río Negro, además de adherir tempranamente al Rigi (recientemente lo hizo el gobierno de Neuquén), ha comprometido todo tipo de ventajas impositivas. Pero ha dado un paso más, ha puesto “sus puertos bajo la órbita de la Secretaría de Energía” mediante la sanción de una ley para “incentivar las inversiones”. Por dicha ley se concesionarán los futuros y actuales puertos por el término de 50 años, es decir, una privatización de las terminales marítimas en la línea con lo que ocurre sobre la hidrovía del Paraná. Nuevas rutas que se abrirán, fuera de los controles estatales (si es que hubiera voluntad de ejercerlos) para el narconegocio. Algo que no sería novedad en los puertos patagónicos.
Para el gobierno rionegrino todo esto es “una bisagra” en su historia. Pero lo mismo dijeron de la explotación de hierro en Sierra Grande (“el socavón desde donde se iniciaría la revolución productiva”, Carlos Menem dixit). Lo mismo dijeron con el anuncio del traslado de la capital del país a Viedma. “Al sur, al mar, al frío” como exclamó Raúl Alfonsín. Y más recientemente con el proyecto de hidrógeno verde, en manos de la minera australiana Fortescue, del cual ya ningún funcionario siquiera se acuerda.
Para gobiernos que adhieren a la teoría de la austeridad fiscal a la hora de negociar salarios con sus empleados o proveer de alimentos a comedores y merenderos, resulta una hipocresía liberar de impuestos a proyectos que de realizarse involucran decenas de miles de millones de dólares.
Junto con Milei hay que echar a todo un régimen saqueador y hambreador del pueblo. Una tarea en manos de la clase obrera y la lucha implacable por su independencia política. Vamos con eso.