Políticas
30/9/2024
¿Por qué se trabó el proyecto de GNL de YPF y Petronas?
Es el capitalismo, estúpido.
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Un proceso de desinversión en el país.
El anuncio que Petronas se abriría del proyecto con YPF S.A. para instalar una planta de licuefacción de gas en la Argentina ha causado un sismo importante, en un país que atraviesa no solo una huelga de inversiones sino un proceso de desinversión (fuga de capitales).
No es poco, tratándose del proyecto energético estrella del gobierno nacional y del de Neuquén, sede de Vaca Muerta, y la prometida inversión más grande de la historia. O sí, porque como todos los anuncios grandilocuentes del gobierno nacional y provincial finalmente tienen mas de ruido que de nueces.
Aunque el CEO de YPF, el ex Techint Horacio Marín, habló de “desdramatizar” la salida de Petronas, lo cierto es que es un drama para toda la política energética en curso. Lo es porque las razones por las cuales se retira del proyecto tienen que ver con la viabilidad del mismo y sus chances de rentabilidad y realización de negocios.
Como ya se ha dicho en Prensa Obrera, el proyecto llega tarde al concierto mundial del negocio del GNL. Su anuncio fue más una escenografía por necesidades políticas, tanto del gobierno anterior como del actual, que un proyecto en concreto.
Excepto la continuidad del cepo cambiario, el proyecto de YPF y Petronas tenía todas las condiciones de ventajas impositivas y “muletas” estatales, y un alto nivel de extracción de plusvalía en la producción del gas natural (la materia prima). Pero no tenía compradores contractualizados, algo fundamental antes de invertir U$S 30.000 millones.
Inclusos los anuncios del CEO de YPF sobre que seguirá adelante con el proyecto vuelve a ser más ruido que nueces, porque todo lo que puede anunciar es que “está en conversaciones” con potenciales países que adquirirían el GNL que se produzca con nuevos socios.
Aquí talla la situación del mercado mundial de GNL, o sea la competencia empresaria e incluso la competencia intercapitalista a escala mundial.
Argentina queda lejos
Argentina queda lejos de los grandes centros de consumo de energía.
En 2023 el consumo de GNL a escala mundial fue de 401 millones de toneladas. Los principales importadores son todos países asiáticos: China, Japón y Corea del Sur. Del primero de estos países nos separan casi 20.000 kilómetros. Hay que sumar por vía marítima,varios miles de kilómetros más para llegar a Japón o Corea del Sur, atravesando mares que se encuentran bajo conflictos bélicos y con disputas militares. Siempre se debe recordar la voladura “misteriosa” del gasoducto Nord Stream que proveía gas a Europa desde Rusia.
Además en México, sobre la costa del Pacífico, ya está en desarrollo una planta de GNL que procesará gas de EEUU. Se trata del proyecto de Mexico Pacific denominado GNL Saguaro Energy, que a un costo de U$S 15.000 millones entregará GNL en 2028, con una producción anual de 15 millones de toneladas (página web de Mexico Energy).
Tiene una gran ventaja comparativa con las plantas radicadas en EEUU, en la costa del Golfo de México, porque la nueva planta ubicada en el estado de Sonora está sobre la costa del Pacífico no debe atravesar el canal de Panamá, por lo que los barcos tienen un viaje de once días menos hasta las costas asiáticas.
Además usará el gas del Permian de EEUU, lo que le permitirá proveerse de gas a bajo costo y venderlo a un precio competitivo en Asia, y ya ha cerrado acuerdo por 20 años con algunos consumidores en Corea.
Esto solo, ya reduce mucho las chances competitivas del proyecto de YPF, con o sin Petronas.
Es la mitad de la inversión para producir inicialmente siete veces mayor volumen de GNL que el proyecto YPF S.A.
El caballo de Troya
Por las mismas razones que la competencia empresaria y capitalista nunca juega “limpio”, en el caso de la planta en México y la de YPF ocurre lo mismo. La empresa contratada para iniciar las obras de la planta en Sonora es nada menos que… ¡Techint!, la que dirige YPF.
“Durante diciembre de 2023, Mexico Pacific adjudicó a Techint Ingeniería y Construcción el contrato para realizar el movimiento de tierras, trabajos de desmonte, despalme, compactación y actividades relacionadas con las instalaciones temporales del proyecto Saguaro Energía… y es considerada una de las obras energéticas más grandes de iniciativa privada de México de los últimos años” (sitio web de Techint, 16/4/2024).
¿Qué puede importarle a Techint que sus negocios mundiales afecten un proyecto de industrialización o inversiones en el país?
“Nosotros, siempre tendremos París”
Parafraseando la histórica frase de Humphrey Bogart a Ingrid Bergman en la película Casablanca, le quedaría para un proyecto de GNL en Argentina el mercado europeo… y el latinoamericano como saldo.
En Europa tenemos que competir con EEUU y Qatar, que junto a Australia (éste también muy lejos del continente europeo pero muy cerca del asiático) son responsables de dos tercios del total de exportación de GNL.
En EEUU funcionan siete plantas de GNL (es el mayor exportador del mundo) y hay cuatro próximas a entrar en producción. Esto por un lado. Por el otro Qatar Energy produce anualmente un total de 77 millones de toneladas de GNL, y espera duplicarlo antes que termine esta década.
Además Qatar Energy ha firmado acuerdo para convertirse en el principal proveedor de GNL de Alemania hasta el 2041, incluso utilizando su terminal de Golden Pass (18 millones de toneladas al año) en EEUU donde está asociada a Exxon.
Pero, al final “¿tendremos París?”. Es poco probable.
Francia importó el año pasado 13 millones de toneladas de GNL, dos tercios de ellas provienen de EEUU, Rusia, Qatar, Argelia, Angola. Y en el presente año aumentó sus importaciones de GNL desde Rusia.
Es decir, que Francia en función de sus propia estrategia de rivalidad con Alemania y con EEUU (la Otan europea que impulsa Macron), mira con mayor interés el GNL de Rusia que de la lejana América del Sur.
¿Tampoco tendremos Latinoamérica?
Según lo que dice la Administración de Información de Energía, dependiente del Departamento de Energía de EEUU, “en el año 2022 la importación de GNL retrocedió un 34% en comparación con los niveles de 2021”, en América Latina.
Entre 2016 y 2024 América Latina recibió un promedio de 6,8 millones de toneladas de GNL desde EEUU (el 50% de lo que importó de GNL), o sea no quedan muchos nichos en AL para colocar una producción que entre los dos proyectos de GNL del país se aproximan a ese volumen.
El proceso de recesión y parate mundial golpea las economía latinoamericanas en forma creciente.
Además al momento en que las plantas en suelo nacional podrían estar operativas (si se hacen realidad), ya habrán entrado en producción nuevas plantas de GNL en EEUU.
Pero hay un colmo de los colmos, como dice el refrán, porque es público que la reversión del Gasoducto Norte tiene como objetivo enviar gas natural a Brasil, el que tiene sus propios proyectos de producir GNL; o bien usando el gas natural de Argentina (unos 15 millones de metros cúbicos diarios) como materia prima, o bien utilizándolo para reemplazar gas propio de Brasil en el consumo interno y liberar volúmenes para producir GNL.
En la reciente Expo Rio Oil & Gas, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, disparó una de sus frases grandilocuentes: “Trabajando juntos en Latinoamérica podemos ser una de las grandes potencias mundiales”.
La verdad, vendiendo materias primas a Brasil (Techint ya está anotada con un millón y medio de metros cúbicos por día), nunca habrá un real proceso de desarrollo económico. La burguesía argentina, como lo demuestra Techint, aspira a fugar capitales o realizar inversiones en el exterior.
Por lo tanto es muy probable que nunca “tendremos París”, pero tampoco “Sao Paulo”.
Es que sin nacionalizar bajo control obrero toda la industria energética, no habrá un gramo de energía en función de un plan que aporte al bienestar de la población, sino solo capitalismo semicolonial.
