Junto a la resolución de nueva adjudicación de la licencia de Radio América, el Enacom inició una demanda penal contra Martín Sabbatella, ex mandamás del AFSCA y ex candidato a vice de Aníbal “efedrina” Fernández, por su complicidad con el vaciamiento del Grupo 23 (Tiempo Argentino, Radio América, El Argentino y CN23, entre otros).

Según la demanda, Sabbatella cajoneó las irregularidades de titularización de radio América, que Szpolski había comprado en 2009 y transferido a testaferros, uno de ellos español, quien aparecía como propietario del 47,5 % de las acciones de la radio, violando las disposiciones que el kirchnerismo había consagrado en la llamada “ley de medios”.

A estas prohibiciones se sumó el permiso de adquisición de Radio Splendid, cuando la ley prohibía tener dos radios AM en una misma zona.

El hundimiento del grupo Szpolski no empezó el 11 de diciembre del año pasado sino meses antes, cuando brotó la crisis en la SIDE kirchnerista. El número dos de los servicios de inteligencia, Darío Richarte, figuraba como uno de los dueños del G23. En ese tiempo fue que Sabbatella dejó correr el vaciamiento del grupo Szpolski, que ni siquiera hacía los aportes previsionales y de obra social, dejando una deuda de millones de pesos con el fisco.

A pesar de este desfalco, Szpolski siguió recibiendo millones provenientes de la pauta oficial. En la última etapa del grupo, ésta fue utilizada para financiar su campaña como candidato del FpV a la intendencia de Tigre. Si tomamos en cuenta el apoyo de Aníbal Fernández y Sabbatella a la candidatura de Szpolski, es presumible que buena parte de esos fondos fueron a parar a manos de los punteros del PJ de la provincia de Buenos Aires.

Los subsidios continuaron incluso después del vaciamiento y de varios meses de lucha de los trabajadores del Grupo, ya instalado el gobierno macrista. De acuerdo a la información de Jefatura de Gabinete difundida el mes pasado, el G23 obtuvo $7.244.655 de pauta oficial entre diciembre y junio.

Martín Sabbatella debe ser declarado “persona no grata” por todo el gremio de prensa del país.