La junta interna de ATE-Justicia y la conducción de ATE-Capital  habían convocado para el martes 20 a un acto en el Ministerio de Justicia, sede central, en conmemoración de los 10 años de desaparición de Jorge Julio López. El acto consistiría en la colocación de una placa conmemorativa en la puerta del ministerio por el décimo aniversario de su segunda desaparición.

Sin  embargo, para sorpresa de los trabajadores que concurrieron, el acto contó con la presencia del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. Una impostura que va más allá incluso del hecho que una conducción gremial invite a la contraparte patronal a un acto del sindicato.

Ocurre que Avruj, además, representa a un gobierno que abiertamente proclama la “reconciliación” con las fuerzas armadas. Es el funcionario que recibió a los familiares de “víctimas del terrorismo” que hacen lobby por la impunidad de los genocidas y reclaman una amnistía.

Avruj representa a un gobierno que dice “no saber” cuál es el número de desaparecidos durante la dictadura; que habla de “guerra sucia” para negar el genocidio y que pretende reinstalar la “teoría de los dos demonios”, acuñada por Alfonsín, para imponer la reconciliación. Avruj representa a un gobierno cuyo ministro de Justicia se fotografía con Cecilia Pando y da vía libre al otorgamiento de la prisión domiciliaria a los genocidas, un gobierno que pretende reintroducir a las fuerzas armadas en la represión interna. En definitiva, la presencia de Avruj es un agravio para los trabajadores que sistemáticamente nos hemos movilizado para exigir la aparición con vida de López. 

El funcionario, además, hizo uso de la palabra en el acto para anunciar la presentación del Estado como querellante en la causa por la desaparición de López. Una impostura, ya que el Estado es el que debe ser investigado por la impunidad que rodea el caso.

Por otra parte, la conducción de ATE Capital –fuertemente identificada con el kirchnerismo-, pocos días atrás invitó a la sede central del sindicato a la ex presidenta Cristina Fernández, quien junto a su difunto esposo, en los 9 años y medio de sus gobiernos que transcurrieron desde la segunda desaparición de López, jamás levantaron un dedo por su reaparición, ni le dedicaron aunque sea una sola mención en ninguno de sus discursos.

Con estos socios, jamás habrá justicia para Julio López.

La lucha por la aparición con vida de Julio López, por el juicio y castigo a todos los genocidas por todos los compañeros, contra la profundización del ajuste y la represión de Macri y los gobiernos provinciales,  requiere de una tenaz lucha política y sindical por la independencia política en los sindicatos. Llamamos al conjunto de los trabajadores del Ministerio de Justicia a repudiar la presencia de los funcionarios en actos organizados por los trabajadores y el sindicato. 

Los trabajadores no olvidamos- no perdonamos- no nos reconciliamos.

30.000 compañeros detenidos-desaparecidos ¡presentes!