El gobernador sufrió un golpe a su intento de eternizar el régimen de pobreza y saqueo que rige en Jujuy. El apuro por sacar la ley de reforma de la Constitución este año tenía que ver con dejar abierta la puerta a su reelección. Sin embargo, el tiro le salió por la culata. La reforma generó un rechazo popular por su contenido reaccionario y antiobrero, sumado a que se lanzó en un cuadro de ajuste y crecimiento de la pobreza que tiene como responsable -junto al gobierno nacional- al propio Gerardo Morales.

El anuncio de patearla para el 2023 y pegarla a las elecciones provinciales es un salvataje de la reforma constitucional trunca, ya que un veto a la ley hubiera sido un costo aún mayor para Morales. Estamos ante una derrota parcial del gobernador porque la reforma aún sigue viva.

El PJ, responsable de darle el voto que le faltaba en la Legislatura, pretende adjudicarse el traspié del gobernador solamente por haber dicho públicamente que se oponían. Tomando este razonamiento donde Morales retrocedería por la oposición del peronismo, este se estaría autoincriminando: develan que la principal fortaleza de Morales en Jujuy es que el peronismo cogobierna en la legislatura, le brinda paz social en los sindicatos que conducen y acompañan el ajuste en las intendencias. Si fueran una verdadera oposición -como se presentan ante la reforma- el régimen ajustador y represor de Morales no hubiera avanzado en el ataque a los trabajadores y la entrega de los recursos de Jujuy. La denuncia del peronismo a la reforma constitucional es por las formas y no por el contenido.

Rechazan el momento por “inadecuado”, pero no critican la promoción del saqueo de los recursos naturales, la reforma laboral y educativa, etc. Resulta que en el programa hay un acuerdo entre Morales y el PJ: Son socios en el ajuste a través del gobierno nacional con la sociedad Massa-Morales y rematan juntos el Litio por el mundo.

El recule de Morales se tiene que analizar desde varias aristas. En primer lugar el repudio del pueblo trabajador de Jujuy que mientras hablan de una reforma constitucional sufre los tarifazos en la energía y un ajuste brutal en sus ingresos. Otro aspecto fundamental es la aparición de fuertes luchas callejeras. El emergente de un movimiento piquetero independiente que enfrentó la pobreza y el hambre colocó nuevamente a los trabajadores
como una fuerza protagonista en la provincia.

El gobernador reaccionó con represión, encarcelamientos y causas, pero se topó con movilizaciones históricas. Las movilizaciones también lo hicieron retroceder con el tarifazo de Eje S.A mostrando la bronca generalizada que
corre por abajo.

Ingresamos a un nuevo escenario político en la provincia. Morales intentará retomar la iniciativa asestando nuevos ataques a los trabajadores con la mirada puesta en su campaña nacional a presidente que también pinta para fracaso. La carta al presidente pidiendo dureza contra los mapuches, la nueva avanzada contra dirigentes de las organizaciones sociales a través de procesamientos muestra una agenda reaccionaria para alimentar su disputa interna con los otros “halcones” de Juntos por el cambio.

Los trabajadores tenemos el desafío de enterrar definitivamente la reforma reaccionaria y tomar la iniciativa por todos los reclamos populares. Es indispensable la pelea por recuperar los sindicatos y seguir el camino del Sutna y los trabajadores del neumático. Tenemos que oponerle a este régimen de hambre y miseria encabezado por Morales y el PJ la organización y la lucha independiente de los trabajadores por un salario igual a la canasta familiar, por la
anulación de los tarifazos y por el desprocesamiento de todos los luchadores. En esa perspectiva se está preparando una gran movilización desde las organizaciones independientes del gobierno para la próxima semana.

La salida al fracaso de estos gobiernos ajustadores será obra de los trabajadores construyendo
su propia alternativa política.