Luego de un junio oscuro para los platenses, en el que al histórico apagón del Día del Padre le siguió el corte de luz de cinco días que afectó en total a 51.000 hogares de toda la zona norte del Partido de La Plata, y luego de interrupciones del servicio que se sucedieron en los barrios de La Loma, Los Hornos o Melchor Romero, los habitantes de todos los puntos cardinales de la región acumularon su bronca contra Edelap, la prestataria de energía eléctrica en el distrito.

Tal fue la ira popular, expresada en reiterados piquetes ante cada apagón, que hasta el intendente macrista Julio Garro se fue de boca reclamando públicamente la rescisión del contrato de concesión. Por supuesto, reculó luego en chancletas para anunciar la penalidad de una multa irrisoria junto al vice de Vidal, Daniel Salvador. Nada se dijo acerca de rever la concesión, actualmente en manos del mismo empresario que controla el resto de las distribuidoras de todo el interior provincial, Rogelio Pagano, ex gerente del Grupo Mindlin.

Como siempre sucede en nuestros días, el descontento intentó ser capitalizado por los candidatos del Frente de Todos. Muchas declaraciones encendidas y hasta proyectos legislativos apuntaban contra Edelap. Sin embargo, el domingo 21 Perfil publicó una entrevista al candidato a gobernador de los Fernández, Axel Kicillof, en el cual se esfuerza por aclarar los malentendidos del caso.

Consultado si “¿plantearse la estatización de la empresa de electricidad de La Plata es un ejemplo puntual o puede trasladarse a otras empresas de servicios públicos?”, el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner respondió tajante “Nunca dije eso, me titularon así. Debo ser claro en esto (…) Los medios dicen ‘la quiere estatizar’ como para generar un fantasma”. Para despejar interrogantes, Kicillof explicó: “me puse a ver los balances (…) Edelap, si no me falla la memoria, ganó 1.650 millones de pesos solo el año pasado. En dos años, ganó 3 mil millones (…) Es algo ilógico, algo que está mal. Pero no dije cuál era la solución posible. Y tampoco es un resorte de un gobernador”. Es decir que luego de reconocer que Pagano “se la llevó en pala” y agravó el vaciamiento, aseguró que no tocará la concesión.

Como si ello fuera poco, para congraciarse categóricamente con los capitalistas y rechazar el mote de estatista, agregó: “No creo que la mejor forma de propiedad o de gestión de las empresas sea la estatal. No lo creo y no lo hice. En el caso de YPF se hizo lo mínimo, el 51%, (…) recuperar el control de la compañía, poner a la cabeza a alguien que venía del sector privado, como Miguel Galuccio. No entiendo con qué base se dicen ciertas cosas.”

Las declaraciones de Kicillof vienen a arrojar claridad ante tanta demagogia “opositora” que circuló en los medios acerca de la cuestión. Es que tras difundir por los medios la presentación de proyectos de ley que abogan por la finalización de la concesión a Edelap, los bloques de Unidad Ciudadana, el PJ y el Frente Renovador que revistan juntos en las filas de los Fernández-Fernández-Massa publicaron una nota reclamando una sesión especial de la Legislatura para tratar este tema. La nota, sin embargo, estaba dirigida a la presidencia de Diputados… en manos del PJ, que nunca la convocó, cuando además cuentan con quórum propio. Estamos ante el intento de embaucar a los platenses por parte de quienes se candidatean para rescatar a los especuladores.

Desde el Partido Obrero, en el Frente de Izquierda – Unidad, hemos montado una campaña que incluyó mesas de agitación en las puertas de Edelap, exigiendo la apertura de los libros para dar cuenta del vaciamiento, y la estatización sin pago bajo control de usuarios y trabajadores. Es el único camino para defender a la región del colapso energético, porque ello es incompatible con la continuidad de Pagano y los privatistas al frente de las empresas de electricidad. Es una pelea contra Garro y Vidal, en la que los Kicillof y los Fernández se ubican en la vereda de enfrente a los reclamos populares.