Políticas

13/7/2022

Kicillof empodera a Batakis y prepara su versión bonaerense del plan de guerra contra los trabajadores

Imagen Pilar de Todos

Poco después de que se hiciese público el plan de guerra contra los trabajadores para cumplir con las metas de ajuste del FMI, Axel Kicillof pidió oficialmente una reunión con la ministra de economía en señal de respaldo. Como ocurriera con su apoyo al pacto con el FMI que votó el Congreso, el “nacional y popular” picó en punta alineándose entusiastamente con Batakis. Oscilando entre el kirchnerismo y el gobierno de Alberto Fernández, Kicillof reivindicó las medidas de reducción del déficit, congelamiento presupuestario y ajuste como la “agenda” necesaria. Una batería recesiva llamada a agravar la miseria popular en el polvorín que es la provincia de Buenos Aires.

Los lazos entre el gobernador Kicillof y Batakis vienen de antes y se remontan a la campaña electoral del 2019 cuando el primero se vinculó con la actual ministra a través del PJ bonaerense. El “Kici” reivindica de Batakis el haberlo asesorado en el tratamiento de la deuda externa bonaerense con el Comité de acreedores que, después de un año y una quincena de negociaciones fallidas, culminó con el reconocimiento del ciento por ciento de la deuda fraudulenta (y pago de intereses en mora) acumulada bajo el gobierno de Vidal y del propio Scioli. Más que asesoramiento, una autoamnistía para la propia Silvina Batakis quien supo ser hasta el 2015 la responsable de la cartera económica bajo la gobernación del ahora relanzado Daniel Scioli.

Definiendo el rumbo ajustador, Axel Kicillof ponderó las medidas dolorosas anunciadas por Batakis como la “agenda que necesitamos solucionar”. El gobernador en un centro a los gobernadores del PJ rescató el “compromiso y visión federal” de la ministra y sería uno de jefes de estado provinciales que fogonearon a la sucesora de Martín Guzmán. Con el antecedente de haber pagado en cuotas los salarios docentes cuando integró el gabinete de Scioli, el “gastaremos lo que tengamos realmente” de Batakis es una advertencia de lo que se viene en materia de salarios y paritarias. Para todas las burocracias sindicales un llamado a la “moderación” de los reclamos y la continuidad de la pasividad e inacción cómplice.

Esta nueva versión del “déficit cero” y congelamiento de todo nuevo ingreso a la administración pública y empresas del estado tendrá su correlato kicillofista en el cepo a los paritarias bonaerense, los “aumentos” por decreto si los hay y como vienen realizándose en la provincia para no reabrir las paritarias, y el candado puesto a todo pase a planta de los trabajadores precarizados en el estado bonaerense. Para el Astillero Río Santiago, la profundización del ajuste pactado por Cristina, Massa y Alberto Fernández es el clavo en el ataúd del desfinanciamiento y vaciamiento de la empresa estatal productora de buques.

Las flores tiradas por Kicillof a Batakis no son protocolares sino la señal de largada de mayores recortes profundizando el presupuesto de ajuste 2022 votado en común con Juntos por el Cambio en la legislatura bonaerense. El pretendido “amigo de los trabajadores”, al decir de las burocracias de las dos CTAs integradas a su gobierno, no se enteró del paquetazo por los diarios: voceros de la gobernación hicieron trascender una reunión que mantuvieron Kicillof y Batakis un día antes de la conferencia de prensa del lunes (Tiempo Argentino). Extendiéndole un cheque en blanco a Batakis en dicha reunión no habría habido pedidos especiales por parte de Kicillof porque la ministra “sabe mejor que nadie las necesidades de la provincia”.

El ajuste fiscal a la medida del FMI entierra la demagogia de una mayor coparticipación a la provincia de Buenos Aires y forzará a Kicillof a un mayor alineamiento con el programa fondomonetarista incluida la reforma jubilatoria y “armonización” del Instituto de Previsión con la Anses (liquidación del régimen de jubilaciones bonaerenses). El ajuste condiciona el “megaplan” de obras públicas que no nunca fue más allá de las palabras y el relato y limita el programa “Escuelas a la Obra” cuando cientos de las escuelas provinciales están en una situación edilicia y de servicios ruinosa.

Mientras Página 12 señala tímidamente que la designación de la reemplazante de Guzmán genera ruidos en el kirchnerismo, el nombramiento de Batakis avanzó con el guiño de Cristina y a medida que se caían otros candidatos al ministerio de Economía. Está por verse el impacto que este plan de guerra tendrá en la estratégica provincia de Buenos Aires donde La Cámpora jugaba como la vicepresidenta a ser una oposición desde adentro del gobierno del Frente de Todos; con Batakis como ministra y Kicillof y Berni de aliados , el kirchnerismo quedó más pegado al ajuste.

Sobre los “ruidos”, posiblemente Página 12 se refiera al pedido que le hizo Roberto Baradel al gobierno del Frente de Todos para que “cambie de actitud” y deje de hablarle “sólo a los mercados”. Para disimular el tono lastimero de la súplica, el secretario general de Suteba insinuó la posibilidad de marchas de la CTA de los Trabajadores sin precisar para qué y cuándo , sobre todo porque la “Central” apoyó la entronización de Batakis, a la que el peronismo pretende presentar como un relanzamiento de consenso del Frente de Todos. Las marchas de la CTA T son una copia del bulo de la CGT que al día de hoy sigue “amenazando” con movilizaciones contra los formadores de precios a las que no convoca para no vérselas con los trabajadores en las calles.

Esta parodia de crítica durará un suspiro y es para la tribuna. Cumple un rol de contención y para frenar toda respuesta, en primer lugar de los docentes y estatales enrolados en las CTA de Yasky y Cachorro Godoy. Las próximas elecciones de la CTA Autónoma donde la Multicolor librará batalla y las de setiembre de la Ctera estarán teñidas por este ajuste fenomenal y por la respuesta que den los trabajadores y sus organizaciones combativas. La campaña por el paro nacional y plan de lucha lanzada por la Unidad Piquetera en la Plaza de Mayo y que es un eje del Plenario Nacional de la Coordinadora Sindical Clasista que se realizará en agosto, hunde sus raíces en la agitación contra el paquete de guerra del peronismo y en la necesidad de que los trabajadores intervengan en la crisis.

En la previa al paquetazo del lunes 11, Hugo Yasky, diputado oficialista y secretario general de la CTA-T declaró que la asunción de la nueva ministra era un signo alentador y de estabilización de la crisis económica. El sometimiento al peronismo ajustador, por parte de quien se abstuvo en votar contra el pacto con el Fondo y acompaña el ataque al movimiento piquetero y robo de los planes sociales no tiene límites. Su pollo, Roberto Baradel está convalidando los 22.000 despidos de docentes precarios (ATR) en la provincia de Buenos Aires y no mueve un dedo para impedirlos. Estas cesantías masivas de docentes contratados y sin derechos (reforma laboral) anticipó el “déficit cero” que también seguirá Kicillof. Tampoco hay fecha para la reapertura de las paritarias bonaerenses a pesar de la escalada inflacionaria y devaluatoria.

La construcción de un movimiento popular con banderas socialistas es una alternativa a la descomposición del nacionalismo burgués y de sus pretendidas variantes “progresistas” y va unida a una salida de los trabajadores para terminar con el hambre, la pobreza y los ajustes capitalistas. La tarea de la hora es organizar la lucha de la clase obrera y a caballo de esa experiencia independizarla del peronismo.