El 24 de noviembre ingresó a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires un proyecto de ley del Ejecutivo, con la firma del gobernador Axel Kicillof, solicitando autorización para un nuevo endeudamiento por 150 millones de dólares, a lo que se suma la autorización para contraer deuda autorizada bajo los gobiernos de Scioli y Vidal que no fue ejecutada (casi 800 millones de dólares más). Para este último caso, el proyecto habilita que se contraiga deuda en el mercado de privados, a tasas usurarias. En resumen, el monto total de la deuda que tomaría la provincia superaría los 940 millones de dólares, disimulados por el artilugio de solicitar deuda autorizada pero no contraída de otras administraciones.

Además, el proyecto extiende la declaración de emergencia en ciertas áreas de gobierno y ofrece como prenda de cambio a los intendentes la reprogramación para el año que viene de la devolución de diversos fondos a la provincia que debían cancelarse este mes de diciembre.

En una legislatura que prácticamente no sesionó en todo el año, y que estuvo atravesada por el escándalo de las tarjetas de Chocolate Rigau, se pretende sesionar ahora con el único punto de este nuevo endeudamiento. Para darle tratamiento express, se convocaron sesiones del Senado este 29 de noviembre y de Diputados el 1° de diciembre.

Sin dudas, debe llamar la atención al conjunto de los trabajadores la presentación extorsiva del tema que hace el gobierno provincial. Tomando prestado el libreto de Milei, que amenazó con no pagar los aguinaldos, el gobierno de Kicillof los pone en duda atándolos a la aprobación de este pedido de endeudamiento. Con ese argumento decidió difundir la noticia el ejecutivo, y lo ratificaron en las últimas horas diversos intendentes peronistas que se reunieron con Kicillof, diciendo que el pago en sus municipios depende de la autorización de esta deuda.

Antes que nada, debemos rechazar fuertemente esta extorsión, que es completamente infundada. Tal es así, que entre los objetivos del endeudamiento que enumera el proyecto, no se menciona una sola palabra sobre este tema, que solo tuvo trascendencia mediática por iniciativa del gobierno. El pago de aguinaldos, un derecho adquirido de los trabajadores que está contemplado dentro del presupuesto provincial cada año, no puede ponerse en duda ni condicionarse a un nuevo endeudamiento usurario de la provincia.

¿Cuál es el apuro de Kicillof?

En realidad, la extorsión en torno al aguinaldo tiene como objetivo apurar el tratamiento de la autorización para tomar esta nueva deuda. Por motivos que el gobierno no clarificó concretamente, ni parece querer hacerlo, el endeudamiento y demás medidas establecidas en el proyecto ingresado la semana pasada debería tratarse desligado de las leyes de presupuesto e impositiva para el 2024 que aún no fueron presentadas.

Una de las cuestiones que llama la atención del proyecto, además de los objetivos abstractos que se enumeran para el endeudamiento, es la omisión de la entidad a la cual se va a recurrir para concretarlo. Entre las hipótesis acerca del apuro de Kicillof se encuentra la posibilidad de que sea el Estado nacional el prestamista, por lo que el gobernador “necesita aprobar el proyecto antes del 10 de diciembre para que sea Sergio Massa quien asista a la provincia a través de ese endeudamiento” (LPO, 27/11).

El gobierno de la renegociación “sustentable” profundiza el endeudamiento y la hipoteca provincial

El gobierno de Kicillof hizo alarde durante mucho tiempo de la renegociación de la deuda provincial como “sustentable”. Sin embargo, como denunciamos reiteradamente, esa “sustentabilidad” es un fraude, ya que la masa de deuda no decreció y la reestructuración solo postergó plazos para más adelante. Ni hablar que no fue investigado el carácter usurario de la deuda.

El pedido de endeudamiento actual debe entenderse a la luz de los plazos próximos. Según el “perfil de vencimiento de la deuda pública” al 30 de junio, difundido en el “Informe de Deuda PBA” del Ministerio de Hacienda, el año 2024 es el que presenta una mayor carga de vencimientos, tanto de amortización como de intereses, muy por encima del 2023. Dentro de esos vencimientos, calculados en 403.590 millones de pesos (30/6), más de la mitad son, en realidad, en dólares. Al tipo de cambio oficial de ese día ($270), estamos hablando de más de 740 millones de dólares.

En este punto, la devaluación de los últimos meses comprometió fuertemente la capacidad de pago de la provincia, poniendo blanco sobre negro el engaño sobre la “sustentabilidad” del endeudamiento. Una megadevaluación como la que se podría desatar en los primeros días del gobierno de Milei implicaría dejar al Estado bonaerense al borde del default.

La presión del gobierno de Kicillof por un nuevo endeudamiento en dólares es, entonces, una forma de cubrirse frente a lo que se viene, y garantizar los vencimientos próximos. Una vez más, canje de deuda por deuda, que incrementa la carga usuraria sobre la provincia.

Rechacemos el endeudamiento y las extorsiones contra los trabajadores

La bancada del Frente de Izquierda en la legislatura rechazará el proyecto del oficialismo. En ese sentido, el diputado provincial por el PO-FITU Guillermo Kane planteó en un comunicado: “Esto no se relaciona al problema de pago de sueldos ni aguinaldo, sino que piensa que a lo De La Rúa se puede blindar a la provincia tomando nueva deuda externa. Corresponde, por lo contrario, investigar el conjunto de la deuda externa de la provincia asumida por Scioli, Vidal y Kicillof, suspender su pago y realmente proteger a la provincia.”

Para afrontar lo que se viene y atender la solución de los reclamos populares en una provincia que tiene alarmantes indicadores de pobreza y vulnerabilidad extrema, el legislador planteó “rechazar el nuevo endeudamiento, reclamar el no pago de la deuda externa de la provincia y la aplicación de impuestos progresivos o de los valores reales de las grandes propiedades del campo, de las ciudades, de los bancos y de la industria”.

Por último, insistimos en nuestro rechazo a los planteos extorsivos de atar el aguinaldo al endeudamiento, y desde ya reclamamos el pago en tiempo y forma de los sueldos y aguinaldos a todos los estatales de la provincia de Buenos Aires y de los municipios.

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