Políticas
5/12/2025
La Boca: plan de obras publicas a pedido del gran capital
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La Boca.
Con bombos y platillos, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se anunció, el pasado miércoles 3 de diciembre, un plan de arreglo de calles en el barrio porteño de La Boca, en la zona sur de CABA. Al analizar donde se van a efectuar las mejoras de veredas se demuestra que es un nuevo regalo del Estado a los especuladores inmobiliarios y turísticos.
Como parte del plan de labores titulado Caminabilidad La Boca, que anticipa mejoras en la accesibilidad y mayor seguridad, ensanchando veredas y cambiando focos de luz por led. “De acuerdo con el comunicado oficial del gobierno porteño, el ministerio de espacio público e higiene urbana lidera los trabajos que se centran en tres calles clave: Irala (desde Avenida Martín García hasta Brandsen), Brandsen (entre Avenida Regimiento de Patricios y Poliza) y Aráoz de Lamadrid (desde Irala hasta el tradicional paseo Caminito)” (Infobae, 3/12).
No es casual la zona donde se van a efectuar las obras: próximas a Caminito y a la Bombonera (que recibió la aprobación de la Legislatura para su ampliación). Como tampoco es extraño la relación con la amenaza de desalojo del Playón Futbol Club. Manzanas donde proliferan hoteles de 5 estrellas, locales gastronómicos y kiosquitos para el turismo. A la par, el propio jefe de Gobierno, Jorge Macri (Pro), festeja los desalojos y la expulsión de vecinos y trabajadores al otro lado de las orillas del Riachuelo.
Mientras tanto, no existe proyecto de obras públicas para las zonas más desbastadas por el hambre, la pobreza y las precarias condiciones habitacionales y ambientales. Como lo es el otro lado de la Avenida Almirante Brown, los alrededores de la Plaza Solís, donde decenas de familias laburantes sobreviven inmersos en la miseria absoluta, el hacinamiento y la crisis habitacional. A veinte cuadras de Casa Rosada viven como hace cien años atrás. Casas de chapa, madera y cartón, rodeadas de ratas y plagas. Y hasta en algunos casos sin redes de agua potable, cloacas, pluviales y eléctricas seguras.
“El fin de semana llovió, hoy, a casi una semana la habitación en la que vivo con mis hijos sigue húmeda, porque el techo está todo roto. Mis pibes se enferman, y yo no tengo para los remedios”, nos relata María, vecina de La Boca, que sobrevive en uno de los “pintorescos y coloridos” conventillos. Consultada si el GCBA le ha ofrecido alguna ayuda o solución, nos responde “No, nada. Por acá nunca llegan. Parece que Plaza Solís no es de la ciudad”.
Por otro lado, la seguridad del barrio no se mejora con luminaria. Cambian las luces, pero las zonas liberadas siguen, como así la connivencia entre las fuerzas represivas del Estado, los narcos, y los responsables del delito organizado y la trata.
La urgencia de los vecinos y trabajadores de La Boca no es ensanchar veredas de zonas turísticas. Es fundamental dictaminar la urgencia habitacional. Prohibición de desalojos, plan de viviendas populares y de mejoras, tanto dentro como fuera de los caserones. Bajo control de vecinos, trabajadores y organizaciones piqueteras activas en el barrio. Formación de comisiones de seguridad e higiene. Desmantelamiento del aparato represivo cómplice del delito. A ganar las calles. Fuera especuladores inmobiliarios, turísticos, financieros y los gobiernos entregadores.
