Políticas
29/11/2024
La «ficha limpia» y la negociación sucia
Otra sesión sin quórum. Acuerdos entre libertarios y kirchneristas, mientras discuten una reforma electoral proscriptiva.
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Milei y Cristina.
La caída por falta de quórum de la sesión especial convocada en Diputados para tratar el proyecto de ley de Ficha Limpia puso de manifiesto los acuerdos que están tejiendo el gobierno nacional y el kirchnerismo. Es que esto favoreció a Cristina Kirchner, que podrá ser candidata en las próximas elecciones.
Desde la cúpula de La Libertad Avanza se ordenó a ocho de sus diputados que no den quórum; lo propio hizo Patricia Bullrich, dividiendo al PRO, quien hizo bajar a dos de los suyos; el peronista Jaldo, por su parte, también realizó su aporte en este sentido.
La ley, de aplicarse, impediría que las personas con condenas confirmadas por la Cámara de Casación se presenten a competir en las elecciones. La ficha limpia le daría a la Justicia el poder de decidir quién puede ser candidato y quién no. Esto, en un cuadro de persecución política y en momentos en los que el gobierno también impulsa una reforma política para proscribir a la izquierda y privatizar las elecciones.
Habría en curso una negociación entre el oficialismo y la oposición K para hacer pasar la reforma, lo que fue denunciado por la diputada del Partido Obrero-Frente de Izquierda, Vanina Biasi, quien señaló que «lo más preocupante es que en la sesión de anoche, en la que se le dio media sanción al proyecto de ludopatía, Germán Martínez (jefe de Diputados de Unión por la Patria) admitió que están dispuestos también a pactar la reforma anunciada por Milei».
Por otro lado, la ficha podría utilizarse para proscribir trabajadores que quieran ser candidatos y carguen con causas penales por luchar.
La ley ni siquiera ataca a los funcionarios que no son elegidos a través del sufragio (ministros, asesores, etc.). Si así fuera, personajes del oficialismo como Pettovello, Caputo y Sturzenegger se verían en la cuerda floja. Los dirigentes del PRO que salieron a mostrarse como adalides de la lucha contra la corrupción parecen no haber reparado en que su máximo jefe, Mauricio Macri, fue procesado numerosas veces y llegó a acumular más de 200 causas judiciales.
La corrupción es inherente al sistema capitalista y a sus partidos políticos. Los funcionarios que se enriquecen mediante movidas espurias actúan como comisionistas de los empresarios ladrones que saquean el país impulsando el pago de la deuda externa, la fuga de capitales y la exportación de las riquezas naturales.
Los pactos entre los K y los libertarios tienen un cariz reaccionario. Milei colabora para que CFK no quede afuera de los próximos comicios torpedeando el proyecto de “ficha limpia” –la presidenta está involucrada en la causa de corrupción llamada Vialidad– porque quiere polarizar con ella y fagocitar al macrismo y la UCR. Y, como señala el último editorial de Prensa Obrera, “CFK también busca polarizar pero para mostrarse garante de las ‘conquistas’ capitalistas bajo Milei (reforma laboral, ajustazo fiscal, reforzamiento de la represión estatal contra la clase obrera, etc.), no en oposición a ellas”.
En este marco, Cristina cooperó con el gobierno ordenando a la senadora catamarqueña Lucía Corpacci firmar el dictamen para tratar el pliego de Ariel Lijo, el candidato de Milei para la Corte.
Los trabajadores tenemos que rechazar la agenda represiva y regimentadora del gobierno y sus cómplices y salir a luchar por lo nuestro.