El Indec publicó los datos sobre la variación del índice de precios correspondiente a noviembre. La inflación del mes fue de un 4,9%. A pesar de esta mínima baja, continúan deteriorándose las condiciones de vida de las familias trabajadoras, lo que tiene al gobierno nacional como principal responsable.

La inflación acumulada en el año es de un 85,3%, y la variación interanual trepó a un 92,4%. Los rubros que más aumentaron fueron vivienda, agua, electricidad, gas, y combustibles (8,7%), comunicación (6,4%), bebidas alcohólicas y tabaco (6,3%), transporte (6,1%), bienes y servicios (5,8%), y equipamiento y mantenimiento del hogar (5,4%). Por otro lado, los precios regulados por el Ejecutivo nacional subieron un 6,2%.

Desde el gobierno se afirma que la inflación está bajando, y que su tendencia a decrecer la llevaría a menos de un 4% en abril del próximo año. Esto es, como mínimo, una burla, toda vez que la baja está operando en el marco de una inflación histórica, con números que no tienen precedentes casi desde la salida de la hiperinflación de 1989-1990.

La disminución del índice de precios, además, fue pobre. Estuvo traccionada por la desaceleración de los precios en el rubro de alimentos, aunque por motivos estacionales (por ejemplo, en el caso de las frutas y verduras), y por el hecho de que el precio de la carne se encuentra más o menos “planchado” como producto de la sequía (el mercado recibió una mayor oferta de los animales que se envían a los frigoríficos, a la vez que no se continuó con el engorde).

El aumento de precios es impulsado por el gobierno. Los tarifazos y los incrementos en vivienda, comunicación o en el transporte, que vino implementando, son una muestra de ello. La política económica toda del Frente de Todos es inflacionaria. Esto, porque cumplir con el pacto con el FMI implica avanzar en tarifazos permanentes, en una devaluación y en la suba de las tasas de interés.

En diciembre habrá nuevos aumentos, por lo que la escalada inflacionaria recrudecerá.

Los trabajadores están siendo fuertemente golpeados por el ajuste de los capitalistas y su gobierno. Gracias a la política propatronal de las burocracias sindicales, las paritarias, en su mayoría, cerraron por detrás de la inflación. Al mismo tiempo, en Argentina se está desarrollando un crecimiento de la precarización laboral.

Esto es lo que está en la base de las luchas salariales que se han desarrollado en el último tiempo, como la del Sutna, la de los residentes y concurrentes porteños, o la que los trabajadores del Hospital Posadas se encuentran realizando actualmente.

A su vez, el gobierno ha fijado un salario mínimo indigencia, que llegará en diciembre a los $61.953. Y se embarcó en una política de recorte de planes sociales, cuyos montos también son de miseria y están disociados de la marcha inflacionaria.

Es más necesario que nunca ir hacia un paro activo nacional para recomponer el salario de todos los trabajadores.

https://prensaobrera.com/politicas/a-tres-anos-de-la-asuncion-del-frente-de-todos-un-fracaso-que-no-es-solo-del-gobierno