Políticas

6/2/2023

La interna de Hurlingham no resuelve los problemas de los trabajadores

Luego de los despidos y renuncias, la interna del Frente de Todos pone al rojo vivo la pelea por el control de las cajas municipales.

Juan Zabaleta.

La división del Frente de Todos no es de ahora, ya en el armado de las listas del 2021 la relación entre Zabaleta y La Cámpora estuvieron a punto de estallar. En agosto de 2021, Zabaleta decidió tomarse una licencia como intendente de Hurlingham, habiendo sido convocado por Alberto Fernández a ocupar el cargo del ministro de Desarrollo Social, dejando al presidente del Concejo Deliberante, Damián Selci (miembro de La Cámpora), como intendente interino. Fue al Ministerio con la ilusión de construir junto con el presidente, algunos intendentes, gobernadores y otros actores sociales provenientes de la CGT y movimientos sociales, un espacio político para disputarle poder al kirchnerismo; sin embargo, este denominado “peronismo territorial” fue desarticulado por el propio Alberto Fernández (Pagina 12, 12/1).

El fracasado Zabaleta volvió a la intendencia de Hurlingham luego de 14 meses sin haber logrado resolver ninguna exigencia del movimiento de desocupados: recortando programas sociales, acorralado por los acampes en la 9 de Julio en un cuadro de crecimiento de los niveles de indigencia. Completamente debilitado, ya en Hurlingham, de los 20 concejales solo responden a él cuatro, teniendo unos ocho de La Cámpora y ocho restantes perteneciente a Juntos por el Cambio.

Al parecer, en noviembre, por medio de un acuerdo con JxC logró impedir que Selci volviera a tomar el puesto de presidente del Concejo Deliberante (La Nación, 9/1), lo que fue el primer movimiento contra el avance de La Cámpora luego de su ausencia. En enero decidió echar a cuatro secretarios y a la directora Derechos Humanos (todos vinculados al kirchnerismo), lo que acarreó, al día siguiente, un vaciamiento de once funcionarios de La Cámpora, que renunciaron en “solidaridad” con los funcionarios expulsados.

El paso de Selci por la intendencia, como era de esperar, no trajo ningún tipo de mejora para los vecinos de Hurlingham. En su gestión se intensificaron los negociados como el mentado “Hospital del PAMI”, donde decidieron llevar adelante la edificación de un nuevo lugar de salud en lugar de invertir en el hospital municipal ya existente que no pasa de ser una sala de primeros auxilios desde su fundación en 1965. Por otra parte, tampoco se jugaron por la expropiación de la “Clínica Sagrado Corazón” que habría dado una salida a los trabajadores y a los afiliados del PAMI, al aprovechar una instalación ya efectiva que hoy en día se encuentra abandonada. Lo que sí hicieron fue montar un aparato de publicidad: los “llamadores” y “volanteros”, que fueron denunciado en programas televisivos, despilfarrando recursos en incorporación de un aparato de difusión de la figura de Selci.

Queda claro que la interna del Frente de Todos no responde a los intereses de los trabajadores, es una manifestación de la lucha por el control de las cajas municipales y el reposicionamiento en torno a las elecciones de este año. Tampoco hay grieta con el resto de la oposición como Juntos por el Cambio, esto se comprueba en el avance, luego de promulgado el Código de Ordenamiento Urbano (2019), del negocio inmobiliario, donde estalla la construcción horizontal, liquidando el patrimonio urbanístico y forestal del distrito.

La traza de vinculación de avenida Combate de Pavón con Ruta 4, que es el preámbulo de una nueva autovía, que avasallará humedales como el de Newbery y otro tanto ocurre con humedales de la zona del INTA. Ninguno de los sectores en pugna ha garantizado la potabilización del agua manifiestamente contaminada en la mayoría de las localidades, y las cloacas todavía no llegan a todos los barrios. Por último, en el plano de educación se continúa sin avanzar en el desarrollo de jardines de primera infancia y se prosigue en el desmantelamiento de la rama de adultos.

¡Fuera los políticos capitalistas que hundieron al país! Hay que impulsar una salida de los trabajadores, independiente de todos estos gobiernos fracasados, para ello el Partido Obrero llevará adelante un plenario abierto el 11 de febrero.