Políticas
10/7/2024
La lucha siempre garpa: 350 trabajadores de Télam vuelven a sus puestos de trabajo
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Lucha de Télam.
El cierre de la Agencia de Noticias Télam fue anunciado por el presidente en su discurso de apertura de sesiones del Congreso Nacional el viernes 1° de marzo. A partir del lunes siguiente, el 4 de marzo, las dos sedes amanecieron con un vallado policial que impidió el ingreso a los más de 700 trabajadores y trabajadoras que formaban parte de la Agencia Nacional de Noticias.
En ese mismo momento, en asamblea, los trabajadores decidieron montar dos acampes que se sostuvieron durante 128 largos días de lucha durante los cuales se realizaron actos, festivales, marchas, recorridas y acciones de visibilizaciónde todo tipo. El acampe fue el escenario de una de las pocas acciones que le dieron al paro general del 9 de mayo un carácter activo.
La persistencia del acampe fue lo que permitió sostener al colectivo de trabajadores organizados y el conflicto presente en el escenario político y sindical. Los trabajadores de Télam participaron de toda acción de lucha que se haya producido durante los cuatro largos meses en los que duró el conflicto. Más allá de las dificultades formales con las que topó el gobierno en su intento de desmantelar la agencia, la resistencia de los trabajadores permitió garantizar el cobro de los salarios e incluso su actualización en los términos en los que lo hicieron el resto de los trabajadores de los medios públicos.
La lucha de los trabajadores de Télam, que ya habían logrado frenar gran parte de los casi 400 despidos generados bajo el gobierno de Mauricio Macri, junto con el resto de los trabajadores de los medios públicos y del SiPreBA en su conjunto, fue un gran aporte para impedir que la Ley Bases incluyera su privatización.
Allí fue donde el gobierno encontró un límite y redefinió su estrategia hacia la creación de una sociedad anónima unipersonal (Apesau) que absorberá la gestión de la publicidad oficial, y, por separado, la Agencia Nacional de Noticas RTA, que retomará su actividad periodística esta semana.
Los 350 trabajadores que se mantuvieron en la lucha y sostuvieron el acampe hasta el final rechazando los retiros voluntarios serán separados en las dos sociedades pero mantendrán sus puestos de trabajo y sus condiciones salariales y laborales de convenio tales como la antigüedad, la jornada laboral y los horarios según se comprometió la intervención de RTA en un acta con la comisión interna y el SiPreBA. También se reconoce la representación sindical de la actual comisión interna.
En el camino, sin embargo, el gobierno logró imponer un ajuste de características brutales. Más de 350 trabajadores fueron aceptando los retiros voluntarios que las autoridades indujeron con la amenaza de avanzar con un procedimiento preventivo de crisis (inviable para una sociedad del Estado). A la vez, lograron separar formalmente la función publicitaria de la agencia periodística, algo que ya habían hecho por la vía de los hechos los gobiernos de Mauricio Macri, y, durante su último período, el de Cristina Fernández de Kirchner derivando su manejo a la Jefatura de Gabinete. Esa unidad es la que genera una mayor rentabilidad y, a la vez, opera como un instrumento de domesticación política sobre los medios de prensa.
Por otro lado, el alcance territorial y de producción periodística de la nueva Agencia estará condicionado a su nueva estructura que ha sido diezmada. El compromiso de los trabajadores es el de retomar la lucha por su reunificación (la pauta publicitaria es, en rigor, un instrumento de información para la población) y para poner fin al vaciamiento periodístico de la Agencia Nacional.
Diferente hubiera sido el desenlace del conflicto si el mismo se daba en el marco de una lucha decidida de la conducción de la CGT y las CTAs contra el ajuste del gobierno. Los planes de lucha administrados con paros cada dos meses y movilizaciones acotadas que en definitiva concluyeron con la aprobación de la Ley Bases y un ajuste de alcances históricos sobre los salarios, más allá de las manifestaciones de solidaridad con Télam, abonaron a un aislamiento relativo del conflicto y a su debilitamiento. Las próximas luchas deberán tomar nota de esta realidad. Para que triunfen deberán mantener su independencia con la burocracia sindical y enfrentarla.
Con todo, el nuevo escenario alrededor del conflicto de Télam resulta una bocanada de aire fresco para el gremio de prensa y vuelve a dar cuenta de que la lucha colectiva y la organización de los trabajadores es el instrumento más efectivo para poner un freno a los gobiernos capitalistas. Con el acampe y la lucha se pudieron preservar 350 puestos de trabajo cuando el gobierno pretendía cerrar la agencia. Los trabajadores vuelven a sus edificios.
Con ese impulso, el SiPreBA convocó a un plenario de delegados de todas las ramas para este viernes con el propósito de discutir y definir un plan de acción capaz de poner al gremio nuevamente de pie para luchar en conjunto por el salario y contra el ajuste del gobierno.
