Políticas
18/7/2024
La Selección Argentina y la demagogia de un gobierno racista, discriminador y vendepatria
El despido de Julio Garro por parte del gobierno de la censura, el cierre del Inadi y la entrega al imperialismo.
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Garro y Milei.
El presidente Javier Milei echó al subsecretario de Deportes Julio Garro (Pro) de su cargo debido a las declaraciones de este en referencia a la situación del Seleccionado Argentino y el cántico que abrió una polémica internacional debido a su contenido racista y discriminatorio. Un acto de demagogia por parte de una casta gobernante que se ha caracterizado por la discriminación constante, el cierre el Inadi y por su política proimperialista y vendepatria.
Garro había salido con declaraciones a los medios de comunicación solicitando que “que el capitán de la Selección (Lionel Messi) debe salir a pedir las disculpas de ese caso, lo mismo que el presidente de la AFA (Claudio “Chiqui” Tapia)”, por el video de la Selección Argentina festejando el triunfo de la Copa América con un cántico racista y homofóbico.
Más allá de lo de Garro, que representa un pedido estéril y vacío de política alguna, lo del gobierno goza de una demagogia inconmensurable.
El comunicado de la Oficina del Presidente señala que “ningún gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección Argentina Campeona del Mundo y Bicampeona de América, ni a ningún otro ciudadano. Por esta razón, Julio Garro deja de ser Subsecretario de Deportes de la Nación”.
Esto tan solo horas después de que el mismo presidente de la Nación se ocupara por enésima vez de “decirle que hacer” a la AFA y a los clubes de fútbol respecto a la aceptación forzosa de las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino. Está claro que al presidente le importa poco lo que piensan los “ciudadanos”, deportistas socios, trabajadores del deporte, etc.
El comunicado oficial soslaya que detrás de este acto demagógico del gobierno, que busca empatizar con una de las pocas cosas que traen felicidad al pueblo argentino (la Albiceleste), se esconde la defensa oficial de la “libertad” de acción discriminatoria, homodiante y antipobre, entre otras.
Esta política se adapta bien a los recientes dichos del secretario de Seguridad de CABA, Diego Kravetz, quien impunemente afirmó que “la cabeza del cartonero ya de por sí es distinta al resto de los ciudadanos”; o a la acusación del gobierno contra los piqueteros, que parte de considerar a los pobres como “ganado arriado” sin capacidad ni voluntad propia; o la negativa presidencial, expresada por el vocero Manuel Adorni, a reconocer los crímenes de odio de género como el de Barracas; etc.
A esto se suma el llamativo posteo patriótico y ¿anticolonialista? de la vicepresidenta Victoria Villaruel que, en su exageración, intenta ocultar que estamos ante uno de los gobiernos más proimperialista y vendepatria de la historia argentina. Solo por mencionar entre las cosas más recientes, la ministra Diana Mondino siquiera expresó (como se hace en cada oportunidad) el pedido por la soberanía de las Islas Malvinas en la última cumbre del Mercosur.
La eyección de Garro también atiza la crisis interna en el gobierno con la fuerza que conduce Mauricio Macri (Pro), siendo este uno de los pocos soldados leales que continuaba en funciones.
La medida del gobierno busca evitar cargar los ánimos ya caldeados de una población sometida a un ajuste permanente e insoportable, desenvolviendo a su paso una política de “libertad de expresión” para discriminar, pero no así para organizarse y/u oponerse a los planes privatistas y de ajuste de este gobierno. Una casta que, además, se ha caracterizado por reprimir y eliminar toda diferencia sustancial interna.
