Políticas
3/12/2025
BUENOS AIRES
Ley de endeudamiento provincial: Kicillof asedia el aguinaldo y el salario de estatales y docentes
La orientación capitalista del gobierno peronista.
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Kicillof.
Este miércoles 3 de diciembre, Kicillof insistirá con la Ley de Endeudamiento por 3.500 millones de dólares para "enfrentar el asedio ilegal del gobierno nacional a la provincia de Buenos Aires". Consciente del impacto que tiene la toma de nueva deuda, el gobernador afirma que no es una ley de endeudamiento sino de "financiamiento". La semana pasada Kicillof había logrado la votación en la Legislatura del Presupuesto 2026 y de la Ley Fiscal, previas negociaciones, roscas y promesas de repartijas con la oposición derechista y La Cámpora.
Metiendo presión, la diputada provincial camporista, Mayra Mendoza, había declarado que el kirchnerismo va a actuar como una oposición responsable frente al gobierno de Axel Kicillof.
La previa a la sesión combina la zanahoria, el garrote y las trenzas. Kicillof cedió nuevamente la presidencia de la Cámara de Diputados a un tándem que rotará anualmente entre un kirchnerista y un massista. La zanahoria está dirigida a los intendentes a los que les promete oficializar el pago de un fondo de 350 mil millones de pesos "aunque la toma de deuda no se ejecute. Este era y es el conflicto -todavía no cerrado- entre el gobierno de Fuerza Patria y los jefes comunales peronistas y no peronistas (el proyecto original asignaba un porcentaje de los 3.500 millones de dólares a los municipios sujeto y condicionado a la aprobación de la ley y a la propia marcha de los préstamos).
La nueva oferta a las intendencias es un monto pagadero en cinco cuotas hasta junio del 2027. Está por verse si esto le alcanza al gobernador para que le aprueben el endeudamiento esta semana o si seguirán las presiones habida cuenta de la desesperación de Kicillof.
Los intendentes peronistas y no peronistas quieren asegurarse las mejores condiciones para recibir los fondos frescos no solo por el rojo de 88 municipios -que dicen no poder pagar el aguinaldo ni los salarios de sus trabajadores- sino porque pesa la desconfianza de que Kicillof no cumpla con el "plan de pagos".
Al cuadro de crisis financiera de la provincia de Buenos Aires se agrega la inestabilidad política por la derrota aplastante del peronismo en las pasadas elecciones de diputados del 26 de octubre. Cinco cuotas hasta junio del 2027 suena para muchos casi un cheque en blanco.
Las urgencias financieras han obligado al gobernador a precisar cada vez con mayor claridad el destino de la "ley de financiamiento". Kicillof declaró el lunes 1 que no va a pagar los compromisos de la deuda externa con el dinero de Salud y Desarrollo Social. Más que un acto demagogia, lo de Kicillof equivale a mayores chantajes contra los trabajadores. El desconocimiento de la deuda usuraria y el no pago están por fuera de los planes de "Axel" y del kirchnerismo de Cristina y La Cámpora. Tiempo atrás fue el gobernador el que calificó el no pago de la deuda externa -fraudulenta y usurera- como un planteo infantil de la izquierda. Este chichoneo con los especuladores no le alcanzó para ganarse la confianza de los capitalistas que hicieron campaña por Milei y le dieron el voto a Santilli.
La derrota de Fuerza Patria ha vuelto aún más conservador al peronismo. Sumando los 3.500 millones de dólares que quiere Kicillof a la deuda "restructurada" en 2021, se vuelve al punto de partida, es decir a la misma hipoteca que dejó el macrismo con María Eugenia Vidal en el 2019. El garrote es para los trabajadores, el gobierno del "derecho a futuro" extorsiona con no pagar el aguinaldo si no se vota el endeudamiento. El tiro por elevación llega también a los de devaluados salarios estatales y docentes. Kicillof amenaza con no poder cumplir con el "normal funcionamiento" de la provincia. Está más que claro que se refiere al pago de los salarios bonaerenses en tiempo y forma. Por lo pronto las paritarias quedaron en la nada y todo indica que los salarios quedarán congelados hasta marzo.
La burocracia está completamente adaptada al chantaje de Kicillof y le hace de eco apoyando este incremento de la deuda externa que se pagará con más ajuste. Kicillof denuncia que el gobierno nacional le robó casi 13 billones de pesos en concepto de transferencias incumplidas a la provincia de Buenos Aires pero no aplica la misma vara de deuda acumulada cuando se trata de los salarios. Los docentes bonaerenses -de los peores pagos de todo el país- han sufrido una poda de su capacidad de compra por la pérdida salarial del 20% que se arrastra desde el primer mandato de Axel Kicillof cuando gobernaban los Fernández.
Si se aprueba el endeudamiento, Kicillof irá a una nueva ofensiva ajustadora ante la postrada pasividad de la CGT y las dos CTAs. Los 3.500 millones de dólares de nueva deuda retratan la impostura de Kicillof y de toda Fuerza Patria cuando decían en campaña electoral que las cuentas estaban ordenadas en la "provincia-escudo" frente a Milei. Los rounds siguiente pasarán por las garantías de pago (profundización del ajuste) y los choques con los trabajadores cuyos salarios no llegan a cubrir la canasta de pobreza.
Chantaje va, chantaje viene, Kicillof va a dejar correr el acumulado por inflación de los meses de diciembre, enero y febrero. La palabra final será el resultado de la lucha de clases y la experiencia política con un gobierno ajustador en retroceso. La cuestión inmediata es rechazar todo incumplimiento en el pago de salarios y el medio aguinaldo. Condicionar el pago del aguinaldo -que es parte del salario- y las paritarias al pago de la deuda externa es un robo a los trabajadores y una colosal transferencia de ingresos de los bolsillos de la clase trabajadora al capital financiero.
Si algo pone de manifiesto esta extorsión es la política capitalista del peronismo bonaerense y la podredumbre moral de una burocracia sindical que tiene a los trabajadores como rehenes de un gobierno ajustador.
