Políticas
16/7/2025
Lo que quiere vetar Milei es el derecho a jubilarnos
Dos de cada tres cuentapropistas no tiene aportes jubilatorios.

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El 62% de los cuentapropistas está en la informalidad.
El gobierno anunció que vetará, entre otras medidas, la restitución de la moratoria previsional. Los más perjudicados serían los trabajadores cuentapropistas, dado que seis de cada diez no cuentan con aportes a las Seguridad Social.
Según un informe elaborado por Fundar, el 62% de los cuentapropistas se encuentra en la informalidad, y, por lo tanto, carece de aportes jubilatorios. Se trata de un universo de 3,3 millones de trabajadores, que, ante la escasez de empleo genuino, deben rebuscárselas con changas para poder llenar la olla. Sino se restituye la moratoria, quedarían sin la posibilidad de jubilarse cuando se conviertan en adultos mayores y tendrían que sobrevivir con un mísero Puam, cuyo monto es equivalente al 80% del haber mínimo.
Es la realidad que les toca vivir a la mayoría de los vendedores ambulantes, de los feriantes, de los cartoneros, de los albañiles, quienes, además de estar expuestos a los avatares de la calle, a condiciones laborales sumamente precarias y al amedrentamiento policial constante, son condenados al hambre cuando llegan a una edad en la que ya no pueden valerse por sus propios medios.
Cabe destacar que, con la destrucción de 196 mil puestos de trabajo formales durante la gestión de Milei, el cuentapropismo creció del 21,9% al 23,5% entre el primer trimestre del 2024 y el primer trimestre de 2025. Buena parte de los trabajadores que sufrieron despidos en el último año y medio reingresaron al mercado laboral en forma más precaria que antes, insertándose en la economía de plataformas bajo la figura del monotributo o como changarines, donde la registración es nula.
A su vez, la publicación arroja que el 42% de los ocupados del país, entre asalariados y cuentapropistas, no posee aportes al sistema previsional. En suma, son nada menos que 8,8 millones los trabajadores informales en Argentina, quienes no podrán acceder a una jubilación el día de mañana a menos que se reponga la moratoria. Esto, sin contar a las mujeres con dedicación exclusiva a las tareas de cuidado no remuneradas, las cuales tampoco perciben aportes jubilatorios.
En este cuadro, debemos valorar la extensión de la moratoria aprobada en el Congreso como el resultado de la lucha tenaz impulsada por los "jubilados de los miércoles" y procurar defender esa conquista frente a un eventual veto del Ejecutivo. Al mismo tiempo, es necesario ganar las calles por una transformación integral del régimen jubilatorio, donde las cuotas de las moratorias recaigan sobre las empresas y el Estado, cese el desfinanciamiento a la Anses mediante la reposición de aportes patronales y el blanqueo de los trabajadores no registrados en actividad y se recompongan los haberes.

