Políticas

15/7/2025

Milei en una encrucijada

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E24.

Javier Milei.

La semana pasada fue una semana especial porque el gobierno tuvo, después de mucho tiempo, una derrota en el Congreso que muchos medios caracterizaron como aplastante. Y no es una exageración decirlo, en el sentido que fueron muchas leyes que se votaron contrarias al propósito del gobierno; algunas de ellas impulsadas por los gobernadore. Básicamente en este punto había dos temas: uno que tenía que ver con cómo se coparticipa un impuesto a los combustibles, que fue lo que más creció la recaudación del Estado, y otro es la distribución de lo que se llama los ATN, que son los aportes del Tesoro Nacional a las provincias; es plata del Tesoro Nacional que se distribuye de una manera bastante arbitraria por fuera de la coparticipación -está esto regido de una manera muy estricta por una ley- y que el gobierno en general lo que hace ahora es no repartir nada y de ese modo han caído mucho los ingresos de las provincias y al caer los ingresos de la provincia también eso después se manifiesta en un ajuste a la salud, a la educación, porque tanto la salud como la educación componen los gastos provinciales más importantes, porque en Argentina son servicios públicos que están en manos de los Estados provinciales y ya no del Estado nacional.

Pero junto con estas dos leyes aparecían otras que tienen reivindicaciones populares importantes: un aumento para los jubilados, que es muy módico, eso hay que decirlo, es un aumento del 7% aproximadamente que para la mayoría de los jubilados -que cobran la mínima- estamos hablando de realmente poco dinero, hoy las jubilaciones están en $300.000, el 7% estamos hablando de $21.000. Y junto con esto, un incremento del bono de los $70.000 actuales a $110.000, quiere decir que para una inmensa masa de jubilados, unos 5 millones aproximadamente, lo que votó el Congreso es un aumento de $60.000. No estamos hablando de mucho dinero, uno divide $60.000 por los 30 días del mes y quedan $2.000 diarios. Nadie piensa que un aumento de este tipo es un aumento que va a sacar a los jubilados de la pobreza, es solamente un pequeño aumento en un cuadro de un ajuste general.

Pero además había una ley que vuelve a restablecer la moratoria jubilatoria por dos años, una moratoria que el gobierno canceló con un argumento que es absolutamente inapropiado, que es decir que los jubilados que tienen la mínima, la mayoría de ellos sin los 30 años de aporte, no es una jubilación sino que es un plan social, porque no tienen los años de aporte correspondientes, ignorando, o mejor dicho, omitiendo, que quien no tiene los años de aporte no es porque no trabajó -difícilmente una persona llegue a los 65 años de edad sin haber trabajado porque son personas trabajadoras, no tienen capital, ¿de qué vivieron toda su vida?-, sino que lo que sucedió es que trabajaron de manera no registrada, con menos derechos que el resto de los trabajadores, sin derecho al aporte previsional -por eso no tienen los años-, sin derecho a la jubilación, a una obra social, es decir, que ya fueron perjudicados en su vida de trabajo activo y ahora lo son en su vida de trabajador pasivo, como se llama al jubilado, pero sí se votaba restablecer la moratoria por dos años.

Luego una cantidad de reclamos que tienen las personas con discapacidad y los trabajadores que atienden a personas con discapacidad que cobró forma de una ley que también tiene aspectos positivos y otros que no son tan positivos; por eso hubo un apoyo del movimiento de discapacidad a que se apruebe esta ley. Fue un apoyo crítico, porque no están todas las demandas establecidas en ese proyecto.

El gobierno rápidamente salió a decir que iba a vetar todo esto en un discurso realmente nefasto de Javier Milei en la Bolsa de Comercio, con todo lo simbólico que tiene, porque va a la Bolsa de Comercio, donde están los especuladores financieros, están los que viven del esfuerzo de los laburantes apropiándose de la plusvalía que genera el trabajador, un tipo que especula la bolsa con una acción o un tipo que especula con un título público y en ese discurso dijo "¿qué voy a hacer yo con todas estas leyes? Las voy a vetar". Y lo dijo al estilo de Javier Milei, como de alguna manera jactándose de quitarles a los jubilados $60.000 -que no es nada-, de quitarles a las personas con discapacidad los derechos, que estarían en esta ley. Entonces son todos ataques a los trabajadores que el gobierno quiere llevar adelante por medio de estos vetos que anunció.

Ahora acá aparece un problema político de fondo, que es el que tenemos que analizar, porque ¿qué es lo que sucedió en el Congreso para que estas leyes que estaban paradas se terminen aprobando? Lo que sucedió es que los 24 gobernadores del país sacaron un documento y van todos, desde Kicillof, pasando por Jorge Macri o pasando por los que están más ligados del peronismo a Milei, como algunos que posan de más opositores, con todos los radicales, los 24 la totalidad, reclamando justamente la coparticipación de los impuestos, los combustibles y también el aumento de los ATN. Y a partir de ahí, como el gobierno no quiso negociar, le dieron a sus senadores, y antes a sus diputados, el mandato de avanzar en estas leyes. Cuando uno va a ver la votación más precisa que hubo, la votación tiene sus complejidades porque no todos votaron del mismo modo y como para hacer valer un veto no hace falta tener la mayoría, alcanza con 1/3 de una de las dos cámaras, o la de diputados, o la de senadores, con 1/3 de una de las dos cámaras el veto ya queda firme y empezó una negociación que es la que está en los diarios, que uno la puede leer ahora, con algunos gobernadores para que cambien el sentido de su voto, de manera tal de conseguir que los vetos que va a realizar Javier Milei cuando se cumplan los diez días hábiles de que se votó en el Congreso, esos vetos terminen finalmente prosperando.

Viendo lo que pasó en Argentina, en los últimos meses, donde los vetos de Javier Milei en general prosperaron, uno tiene que decir "¡cuidado! ¡cuidado!", porque los gobernadores pueden estar jugando sucio y agitan reclamos populares, hacen que simpatizan con reclamos populares, la jubilación, las personas con discapacidad, la universidad, los fondos para Bahía Blanca -después de la desgracia que tuvo en materia ambiental- para ir a negociar con el gobierno y una vez que logren con el gobierno la negociación que quieren darse vuelta y traicionar esos reclamos. Y uno puede pensar que eso no va a ocurrir porque alguien que votó de una manera no va a cambiar su voto, pero quien piensa de esa manera lamentablemente está equivocado. Hemos visto muchas veces cómo diputados o senadores cambian el sentido de su voto sin ningún tipo de problema, sin brindar ninguna explicación sobre la incoherencia del hecho, solamente por una orden política y esa orden política podría venir si los gobernadores consiguen lo que ellos están pidiendo.

¿Dónde está el problema de fondo? Porque si fuese tan fácil, Milei se va a salir con la suya. El problema consiste en que lo que reclaman los gobernadores, que es un poco más de presupuesto, básicamente, porque no difieren con el gobierno en una reforma laboral, no difieren con el gobierno en avanzar contra los jubilados y hacer una nueva reforma previsional, no difieren en el acuerdo con el Fondo Monetario. ¿En qué difieren? Difieren en cómo se distribuye el presupuesto del Estado para no ser ellos quienes paguen el peso más fuerte de la crisis, y además difieren en algunas reivindicaciones propias de los capitalistas instalados en sus provincias. Un caso es el gobernador Pullaro de Santa Fe, que se hace el progresista chocando en algunos puntos menores con Mercado Libre y con su titular Galperín, pero especialmente tiene una confrontación hoy con el gobierno porque se opuso a que se vuelvan a subir las retenciones para el agro. Ahora va a haber una exposición de la Sociedad Rural y aparece ese tema de cómo la Sociedad Rural y en general el capital agrario se posicionan frente al gobierno, porque volvieron a subir las retenciones y como el dólar aparte está atrasado, muchos sectores agrarios están reclamando o una devaluación o la reducción de retenciones o las dos cosas a la vez. Y varios gobernadores -Pullaro en primer lugar- aparecen como voceros de estos intereses. Pero no son los intereses populares, no es el interés del trabajador, del salario, de las condiciones de trabajo, de los jubilados, no, son intereses capitalistas. Entonces esos choques están planteados en muchos casos. Pero además el gobierno tiene una crisis porque si atiende reclamos provinciales de diverso tipo empieza a entrar en juego lo que ellos llaman el superávit fiscal, que aparece superávit fiscal como un punto clave para evitar una crisis mayor que podría finalmente expresarse una caída mayor de la cotización de los títulos públicos, lo cual plantearía que el gobierno no puede pagar la deuda y, si eso ocurre, sube el riesgo país y si sube el riesgo país Argentina se cierra todavía más el acceso a los mercados internacionales, es decir que empieza un problema político y económico más de fondo frente a un esquema económico precario, un esquema económico en el cual el gobierno tiene una crisis con el capital financiero, que a partir de lo que planteó la banca, Morgan dice "hacemos un impasse, salimos de Argentina, no tenemos seguridad que se pueda seguir pagando la deuda como se pagó, no tenemos seguridad que no haya una devaluación y perdamos lo que ganamos por el carry trade, entonces nos vamos". El único punto fuerte que tiene este superávit fiscal, bastante trucho, por cierto, pero como hemos explicado en otros editoriales, ese superávit no cuenta los intereses de deuda que se pagan porque se deja para el final y de contarse ya sin superávit no sería tal.

Pero incluso admitiendo la tesis del gobierno, si uno empieza a atender reclamos de diverso tipo, tenemos una crisis y además aparece una crisis política. ¿Cuál es el carácter político de la crisis? Que muchos gobernadores quieren llegar a un acuerdo con La Libertad Avanza para las elecciones nacionales de octubre y en los casos que haya elecciones provinciales para las elecciones provinciales que van a tener en diferentes momentos, algunas pegadas a la nacionales, otras anticipadas. Y La Libertad Avanza tiene un debate interno: si va un acuerdo con los gobernadores o si en cambio arma listas propias. Ese acuerdo está, por ejemplo, en el caso del Chaco, en su momento hizo un acuerdo con el gobernador radical, pero en el caso de la Ciudad de Buenos Aires no, fue en una lista contra Jorge Macri. Hay un debate interno dentro del gobierno, es decir, que los gobernadores, y esto es importante tenerlo en cuenta, lejos de una oposición contra Milei lo que quieren es negociar algunos pesos, representar frente a Milei intereses capitalistas locales y después un acuerdo electoral, una parte de ellos. Entonces es evidente que confiar que los gobernadores van a ser, digamos, el sector político que derrota a Milei o que defienda consecuentemente los intereses populares contra Milei es un grave error. Incluso no podemos sostener que este veto finalmente no prospere porque un gobernador se termine dando vuelta y eso podría ocurrir tranquilamente.

¿Entonces, cuál es la conclusión de esto? La conclusión que tenemos que sacar de acá es que nosotros enfrentamos un régimen político no solamente a Milei y ese régimen lo tiene evidentemente a Milei en el vértice, es el principal factor político de la clase capitalista contra los trabajadores, pero que no gobierna solo, como hemos dicho muchas veces, gobierna con un Congreso, gobierna con un Poder Judicial también que tiene influencia de diferentes fuerzas políticas, gobierna en un esquema de gobernadores e intendentes y ese esquema económico y ese esquema político hoy sostienen la política y por lo tanto, incluso para sostener las reivindicaciones mínimas, porque son realmente mínimas, que se consiguieron en las votaciones de Congreso lo que hay que desenvolver es un planteamiento de lucha independiente y no estar atrás de tal o cual gobernador, porque este es un camino de derrota.

El ejemplo es la marcha del Garrahan del jueves, que sería la lucha consecuentemente para derrotar ese ajuste; el ejemplo son las luchas que dan los docentes de la provincia de Buenos Aires contra el gobierno de Kicillof. Es decir, ese es el camino que tenemos que seguir, porque en esta situación que enfrentamos la pelea intercapitalista se puede incluso agravar, en tanto la crisis cobra un volumen mayor, no va a ser de ahí donde los trabajadores puedan apoyarse en uno u otro sector para defender sus derechos, sino es a partir de una acción histórica de los trabajadores.

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