Políticas

2/8/2022

Massa debuta peregrinando ante el capital financiero internacional

Prepara una gira por Nueva York, París y Qatar.

Sergio Massa

El nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, prepara una gira por Nueva York, París y Qatar con el objetivo de congraciarse con el capital financiero internacional. De esta manera buscará refrendar las lecciones dictadas por la titular del Fondo durante la visita de Batakis, asegurar la continuidad de la asistencia del Banco Mundial, que prometió un desembolso de 200 millones de dólares y además destrabar los créditos ya otorgados por el BID. La escala parisina estará centrada en retomar las negociaciones por los vencimientos pendientes con el Club de París, y el último punto de la gira será dedicado a contactar con los poderosos fondos de inversión soberanos de Qatar. Que esta sea la primera acción de Massa como superministro, en medio de una acuciante crisis económica y social, desnuda que en su agenda no figura resolver las necesidades urgentes de las masas trabajadoras.

El viaje tiene como telón de fondo las derruidas reservas del Banco Central: “Las reservas se aumentan de tres modos: con más exportaciones, con la atracción de inversiones productivas y con turismo receptivo. Pero también con préstamos internacionales” (Página12, 1/8). El gobierno recurre a los organismos multilaterales porque el mercado de crédito internacional está virtualmente vedado para Argentina, con un riesgo país que oscila los 3.000 puntos, y coloca así al país a merced de las exigencias del capital financiero y el imperialismo. Esto quedó en evidencia cuando Batakis viajó a Washington, donde el Banco Mundial y el BID condicionaron los nuevos desembolsos a contar con garantías de que se llevará adelante el ajuste necesario para poder garantizar el pago de la deuda.

Implica también una mayor injerencia de la Casa Blanca sobre la política exterior de Argentina, en un escenario atravesado por la guerra en Ucrania y las disputas comerciales entre las principales potencias. Es el principal activo de Massa, habida cuenta de sus aceitados vínculos con la embajada yanqui. Lo mismo puede decirse de la intención de despejar dudas sobre la deuda con el Club de París, una hipoteca ilegítima y usuraria que continuará abultándose al calor de nuevas reestructuraciones. La principal condición de este pool de acreedores es que los pagos a China reciban el mismo tratamiento.

Mientras inicia su gestión buscando el visto bueno del capital financiero internacional, Massa tomará la tarea de cumplir con las metas anuales del Fondo Monetario reforzando el torniquete del gasto fiscal, algo que afectará de lleno a salud, educación, asistencia y seguridad social. Nada de esto parece despejar la perspectiva de una devaluación, que agravará aún más la estampida inflacionaria y agravarán el saqueo de riquezas del país.

La salida a la crisis nacional debe partir de la ruptura con el Fondo Monetario y el no pago de la deuda. Hay que impulsar un paro nacional y un plan de lucha contra todo el arco político que está totalmente sometido al capital financiero y le da la espalda a las necesidades populares.