Políticas

7/2/2024

Milei en Tierra Santa y el Vaticano

Buscando “la bendición de los cielos”.

Milei en el Muro de los Lamentos.

Es sabido que la gira de Milei a Israel primero y a Italia después tiene objetivos reaccionarios. Una concentración realizada frente a la Cancillería argentina lo denunció claramente: fue a apoyar al gobierno sionista de Netanyahu, corroído por una fuerte crisis, y a acompañar la política derechista imperialista mundial de apoyo al genocidio sionista contra el pueblo palestino.

Milei ha declarado su propósito de trasladar la embajada argentina a Jerusalén, en contra del voto explícito de la ONU que fue acompañado por 190 países. Hasta ahora hay solo tres países que han dado este paso, que significa el reconocimiento al sionismo de completar la Nakba (el desalojo total de los palestinos de sus tierras históricas): Estados Unidos (bajo el gobierno de Trump), Guatemala y Kosovo (este último no reconocido como estado internacionalmente). Milei también anunció su disposición a declarar a Hamas, el gobierno elegido de la agredida Franja de Gaza, como “organización terrorista”, lo cual sirve para justificar la agresión genocida en Medio Oriente e ilegalizar a aquellos movimientos que en todo el mundo apoyan la lucha de liberación que libra el pueblo palestino.

Milei se ha juntado con lo más rancio de la ultraderecha religiosa judía, acompañado por una formación de militares y civiles armados con ametralladoras fue al Muro de los Lamentos. De hecho ha declarado que estudia “convertirse” al judaísmo. Esto, después de haber jurado por los “santos evangelios” al asumir la presidencia hace menos de dos meses. Busca que “las fuerzas del cielo” lo apoyen.

Por eso, a continuación de Israel viajará a Italia, donde se entrevistará con la presidenta Giorgia Meloni, y luego con el Papa Francisco Bergoglio, líder de la Iglesia Católica. El anuncio de este encuentro sorprendió porque durante la campaña electoral Milei llamó al Papa “el representante del maligno en la tierra”. Ahora va a buscar su bendición.

Esto no habla mal de Milei, que es un oportunista todo terreno, sino del Papa, que se ha visto obligado a “tragarse” las delirantes humillaciones recibidas y a sostener una entrevista (y sacarse una foto) con Milei. “Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma”, como dice la célebre canción de Violeta Parra; “Miren cómo nos hablan del paraíso, cuando nos llueven balas como granizo”, con decenas de heridos y presos gracias al protocolo y los operativos represivos de Milei y Bullrich.

Es que el gran capital argentino e internacional está respaldando la “carajeada” de Milei contra las masas trabajadoras. Con aprehensión, temerosos de que una reacción popular la haga estallar por los aires, consideran que el Papa no puede estar ausente en esta tarea por a función de contención del descontento social que cumple la Iglesia. Para la ultraderecha mundial (sionismo, Vox de España, Bolsonaro) Milei es un modelo a defender.

Cuando Milei arribe a Roma se sumará a la gira la ministra de “Capital Humano”, Sandra Pettovello, quien ha dejado sin comida a los comedores populares planteando que lucha contra la tercerización de la asistencia social (en un cuadro de inflación, precarización laboral e incremento de la desocupación) para atacar a las organizaciones piqueteras que llevan adelante esta tarea de forma independiente en las barriadas, pero en su lugar acaba de firmar un acuerdo otorgando 170 millones de pesos a Aciera (Alianza Cristiana de Iglesias Evangelistas de la Argentina). Volvemos a la Edad Media, con la asistencia social a cargo de las curias de diversos credos.

La Conferencia Episcopal Argentina ha salido a protestar por la falta de alimentos en los barrios. ¿El Papa arbitrará para que ella también reciba sus fondos?

Si la ultraderecha internacional, el FMI, los fondos financieros como BlackRock, toman a Milei como un caso piloto, dándole trascendencia internacional, también la resistencia que libra nuestra clase trabajadora y el pueblo explotado es vista con ansiedad por los pueblos en lucha de todo el mundo.

La crisis capitalista y la guerra imperialista (en Ucrania, Medio Oriente) tiene un escenario central en la lucha de clases que se desarrolla en la Argentina. Por eso las movilizaciones solidarias de los trabajadores del mundo.