Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, mantuvo una reunión con el secretario general del sindicato de trabajadores hoteleros y gastronómicos, Luis Barrionuevo. Fue el segundo encuentro del autodenominado libertario con exponentes de la burocracia sindical argentina; antes se vio en secreto con Gerardo Martínez, líder de la Uocra.

En la reunión, Milei y Barrionuevo discutieron sobre “la realidad del mundo laboral en general, y del sector del turismo, hotelería y gastronomía en particular, que tiene un peso de más de un millón de trabajadores directos e indirectos”. Asimismo, abordaron “cómo dinamizar el empleo para que en la Argentina vuelva a la senda de crecimiento de la mano del trabajo genuino” (Infobae, 13/9).

Se trata de una estafa, ya que en el sector gastronómico los trabajadores ejercen sus tareas en condiciones de precarización laboral y perciben bajos salarios. Por ejemplo, en la Rambla de Mar del Plata, según un relevamiento de sindicatos del sector, un 95% de los locales gastronómicos tenía a sus empleados en negro a principios de este año. Allí, la dirección de UTHGRA se dedica a otras cosas; está metida en grandes negocios con el hotel y casino del Sasso en Punta Mogotes. Es el retrato de una burocracia sindical devenida en empresaria. En 2022, según el Ministerio de Trabajo, en CABA el 65% de los locales fiscalizados tenía trabajo no registrado.

Cualquier “preocupación” de Milei acerca del trabajo debe analizarse a la luz de sus planteos antiobreros más generales. El candidato de LLA propone terminar con las indemnizaciones mediante la creación de un fondo de cese laboral, liquidar los convenios colectivos de trabajo con una reforma laboral flexibilizadora, avanzar en la creación de sindicatos amarillos adictos a las patronales y eliminar el salario mínimo para que los capitalistas no tengan piso para pagar remuneraciones miserables.

En realidad, Milei quiere generalizar las formas del trabajo informal para toda la clase trabajadora. Esto no va a traer más inversiones y empleo, como lo confirma el propio caso del rubro gastronómico, donde hasta habilitaron a los empresarios a contratar beneficiarios de planes sociales utilizando ese ingreso como parte del salario.

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Milei es consciente del carácter reaccionario de su programa, por eso teje lazos con la burocracia sindical. Es que necesitaría de su aparato para contener a los trabajadores y así hacer pasar su plan motosierra. Barrionuevo lleva 40 años al frente del sindicato y es un viejo hombre de la casta sindical, que supo asociarse a diferentes políticos del establishment; ha financiado la campaña de Carlos Menem y apoyó el Pacto de Olivos; además, impulsó la presidencia del asesino de obreros Eduardo Duhalde.

Antes de ligarse a Milei, Barrionuevo promovió la candidatura presidencial del kirchnerista “Wado” de Pedro. Sin estación intermedia pasó a respaldar la candidatura de Milei y llegó a decir que no tenía dudas de que el facho ganaría las elecciones sin ir al balotaje.

Otro de los burócratas que mantuvo un encuentro con Milei fue Gerardo Martínez. El jefe de la Uocra asesoró a Milei sobre el régimen indemnizatorio prodespidos que rige en ese gremio.

Las críticas de Pablo Moyano (Camioneros) a estas reuniones con Milei son pura demagogia. Es que tanto él como José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), quien también se pronunció en ese sentido, rechazan desenvolver una lucha por las reivindicaciones de los trabajadores y contra el avance de Milei. Esta política de desmovilización de la clase obrera es criminal en el marco de un fuerte deterioro salarial y de la ofensiva fondomonetarista del Frente de Todos.

Los trabajadores debemos pelear por lo nuestro de forma independiente.

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