Políticas
10/1/2022
Negacionismo nacional y popular
Para Nicolás Kreplak hay “demasiados testeos”
Otro intento de continuar con el vaciamiento sanitario.
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Según el ministro de Salud bonaerense no sólo no habría colapso sanitario sino, por el contrario, testeos en demasía, teniendo en cuenta el alto porcentaje de positividad de los contactos estrechos. En consecuencia, los testeos masivos serían fútiles e innecesarios en la tercera ola.
Los “nacionales y populares” de Kicillof llevan el encubrimiento del ajuste sanitario hasta el final, liquidando el sistema de testeos. Una forma de consumar el recorte que votaron Todos Juntos en la Legislatura bonaerense, por la que desfiló Kreplak antes de la votación del Presupuesto provincial 2022. Aunque el ministro de “Salud” cuestione (para la tribuna) el anuncio de los autotesteos pagos -que condicionan el diagnóstico del Covid a su compra en las farmacias y a la aplicación individual sin intervención del personal idóneo de salud-, Kreplak al igual que Vizzoti avanza con la eliminación de los testeos gratuitos y seguros a cargo del Estado.
Barril sin fondo (Covid)
La cuestión de fondo, además de la incapacidad para cumplir las “políticas públicas” de las que se jacta Kicillof, son las presiones capitalistas para forzar la presencialidad laboral, aún a riesgo de que sigan creciendo los contagios. Mientras Kreplak mata al mensajero, fingiendo preocuparse por las “largas colas bajo el sol para hisoparse”, es un secreto a voces que Carla Vizzoti estaría próxima a anunciar la eliminación del aislamiento por contactos estrechos. La ampliación de los centros de testeos con el financiamiento necesario está en contradicción con la reducción del déficit que exige el FMI y con la supresión del Fondo Covid.
Con más de 100.000 contagios diarios en todo el país, y 40.000 en la provincia de Buenos Aires, priman los intereses capitalistas por encima de la salud pública. Kreplak y Vizzoti saben bien que la población que pueda costearse el sistema privatizado de testeos lo hará aunque el resultado sea dudoso y caro.
Con la desaparición del testeo oficial, la tendencia es a que también lo haga el diagnóstico estatal que habilita la justificación a la inasistencia laboral. Ya la Unión Industrial picó en punta para exigir que sean las patronales las que confirmen los casos positivos, preparando un enorme fraude sanitario y laboral. Una política que lleva a la supresión de los testeos y al fin del aislamiento preventivo.
La otra Gestapo
La cara visible de esta ofensiva capitalista son las provocaciones fascistas contra el personal de salud, y las amenazas por la implementación del “pasaporte sanitario”. Muy lejos de la obligatoriedad, el pasaporte es papel mojado. Repudiamos estos ataques de la derecha y los antivacunas -como el reciente y criminal atentado en Bahía Blanca– y a la vez denunciamos que el “pasaporte” es una coartada para terminar hasta con la ficción de controles y protocolos. El gobierno de Alberto Fernández y el de Kicillof liberan los aforos en plena tercera ola; como ocurriera con la ley de Indias “el pasaporte se acata pero no se cumple”.
La irresponsabilidad de Kicillof y de los intendentes agrava este ascenso exponencial de los contagios. En la Mar del Plata del “Atlanticazo” contra las concesiones a las petroleras -defendidas por Kicillof para usufructuar un porcentaje de las regalías para pagar el “canje” de deuda a los bonistas buitres- la positividad en los testeos superó largamente el 60%. El intendente Montenegro, del Pro, es corresponsable de esta bomba de tiempo sanitaria, que se replica en todos los municipios de la costa como resultado de la apertura al turismo sin condiciones.
Días atrás, cuando todavía no se había llegado a los tres dígitos por encima de los 100.000 contagios, la ocupación de camas de terapia en el Amba estaba en el 40%. Profesionales de la salud del gremio Cicop advirtieron el peligro que implica esta explosión de contagiosidad (uno de cada cuatro infectados ya lo es por la variante Ómicron).
Teniendo en cuenta su progresión, y el stress sanitario del personal médico y de enfermería, estos números son cada vez más amenazantes. Frente a las denuncias de la Cicop, Kreplak respondió provocativamente que toda la sociedad está estresada. Más allá del bono de fin de año seguirá la miseria salarial, la falta de trabajadores y la superexplotación laboral en los hospitales y sanatorios.
El ministro de Kicillof tuvo que reconocer que son dos millones de bonaerenses los que no recibieron la segunda dosis del esquema, mientras que otros dos millones siguen sin vacunar. Solo una parte ínfima de la población tiene la llamada “dosis de refuerzo” (tercera), cuando está en discusión la necesidad de una cuarta dosis en aquellos países con un tsunami de contagios. Argentina ha vuelto a los primeros puestos del ranking de países con mayor cantidad diaria de contagiados, incluyendo los reinfectados que habían cursado el Covid el año pasado.
Kicillof y Juntos son responsables
Kicillof y su ministro tienen una responsabilidad directa por este crecimiento brutal de la pandemia en la provincia, al desfinanciar la salud pública con la eliminación del Fondo Covid. Kreplak hipotetiza una “abundancia de testeos superfluos” para amnistiar al gobierno del Frente de Todos. Federico Otermin, pollo del jefe de Gabinete Martín Insaurralde, justificó este ajuste alardeando con la reposición del Fondo Covid, cuando las circunstancias “así lo exigían”. Pasados los 40.000 contagios diarios, el kicillofista Kreplak insiste en que no están previstas medidas excepcionales.
Las burocracias sindicales denuncian la gestapo antisindical de Vidal pero no enfrentan los recortes y el abandono de los protocolos sanitarios que son otra vía de ataque a los derechos laborales, junto a la precarización laboral. La variante Ómicron está golpeando fuerte la ocupación de camas en los hospitales de pediatría y entre los jóvenes. Una respuesta elemental debe ser la vacunación con el esquema completo y tercera dosis a la comunidad educativa para evitar que las escuelas vuelvan a ser un foco de contagios.
Que intervengan los trabajadores
La urgente reposición del Fondo Covid tiene que ser impuesta con la movilización popular junto al control de los trabajadores de su ejecución. Una centralización efectiva del sistema de salud en manos del Estado será de gran utilidad para instrumentar los testeos masivos, su seguimiento, equipamiento de los hospitales y la vacunación libre de la población.
El rechazo al presupuesto de ajuste por parte del Frente de Izquierda Unidad es una convocatoria a la defensa activa de la salud y contra el ajuste. No a la privatización de la salud pública; intervención de los laboratorios privados; aumento del presupuesto sanitario para combatir la pandemia .
¡Plata para testeos, vacunas y hospitales y no para el FMI y los bonistas!
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