Los diputados nacionales que responden al gobernador Martín Llaryora fueron claves para que se aprobara el DNU que le permite al gobierno nacional encarar un nuevo acuerdo con el FMI. Los parlamentarios cordobeses dieron el quórum y luego votaron afirmativamente, es decir, le dieron un cheque en blanco al gobierno de Javier Milei. Lo sucedido era previsible y tiene intereses materiales concretos. Veamos.

En Prensa Obrera, a principios de marzo del 2023, titulamos “Milei-Llaryora: de la traición al 'pacto de mayo'”, en clara alusión a un acuerdo entre los gobiernos nacional y provincial. El pronóstico mantiene plena vigencia, y hunde sus raíces en la orientación de las patronales de valerse y apoyar a gobiernos de ofensiva contra la clase obrera. Por supuesto que la administración “cordobesista”, también apunta a contraer un nuevo ciclo de endeudamiento provincial y en el municipio capitalino. 

Las patronales de Córdoba mantienen su apoyo al gobierno libertario, y piden a quienes gobiernan una reducción de impuestos, junto a un abaratamiento de tarifas. Como el gobierno provincial se juega a que los capitalistas mantengan su apoyo a la administración provincial, levanta los reclamos de los patronales, en especial, el capital agrario.

Las grandes patronales también apostaron al crawling peg, y ahora buscan una salida. Esto es lo que explica en parte la venta de reservas por parte del Banco Central. Llaryora lo sabe, y no quiere incomodarlos de ninguna manera a los capitalistas; puesto que el pacto con el FMI pavimentaría el desarme de la bicicleta financiera.

Hay que tener en cuenta un dato no menor. La deuda comercial en dólares es más grande que en los tiempos del gobierno de los Fernández. Las grandes empresas fueron postergando los pagos para buscar una mayor ganancia en la bicicleta financiera. La corrida cambiaria de los últimos días muestra que el esquema económico en curso ingresó en un cuadro de crisis, en la que los importadores y exportadores ya tomaron nota de que el crawling peg no seguirá después de las elecciones o quizás mucho antes.

Bajo el gobierno de Milei y sus cómplices, con el nuevo acuerdo con el FMI, vamos a un nuevo incremento de la deuda, sin ningún tipo de beneficios para el pueblo trabajador. Igualmente, el cordobesismo también apunta a contraer más préstamos de los que se benefician principalmente las empresas amigas del poder.

Así las cosas, cuando el pasado martes, Llaryora afirmó públicamente que sus legisladores votarían a favor del DNU, las declaraciones no causaron sorpresa. El peronismo cordobesista es un sostén del régimen de Milei, como también lo son el gobernador peronista de Catamarca, o el de Tucumán, o el de Salta.

El voto positivo a un nuevo acuerdo con el FMI, por parte de los diputados de Llaryora, ratifica una orientación antiobrera, en plena consonancia con la política del gobierno de Milei. En esa línea se encuentra el intento de privatizar la Empresa Provincial de Energía (Epec), y el ajuste fiscal que tiene como uno de sus blancos principales salarios y jubilaciones.

El “modelo Córdoba” del que habla Llaryora se basa en un fuerte ajuste contra lxs trabajadores, en un contexto marcado por el recorte de Milei a todo financiamiento a la provincia en materia de aportes a la Caja de Jubilaciones, el subsidio al transporte o el Fonid de la docencia.

En este cuadro antiobrero, la burocracia sindical no rompe con el gobierno provincial, y por lo tanto, se ha transformado en cómplice del ajuste en curso. En ese sentido, vale recordar que el dirigente provincial de Uepc, Roberto Cristalli, militó y finalmente firmó el ajuste salarial de Llaryora a la docencia.

Las sucesivas jornadas de venta de dólares por parte del Banco Central dan cuenta de que el autodenominado “mejor gobierno de la historia” ingresó en un cuadro de crisis y dependencia de un “rescate” oneroso por parte del FMI. Es necesario reagrupar fuerzas en función de derrotar la orientación antiobrera de quienes gobiernan, construyendo la huelga general.

La lucha de lxs jubiladxs, que en Córdoba ya lleva 50 rondas, permite dar cuenta que la burocracia sindical va para la foto, sin impulsar asambleas, ni mucho menos un plan de lucha. De manera que la unidad de lxs trabajadores es una consigna que no puede ser un eslogan, sino la obra de un frente único de todos los sectores en lucha, y en una acción independiente, que enfrente el colaboracionismo de Llaryora.

Con esa perspectiva, el Partido Obrero participará en la movilización independiente por un 24 de Marzo en lucha, a las 16 hs desde Colón y General Paz, bajo las consignas: son 30 mil, fue genocidio, Fuera Bullrich y Milei.

Derrotado en la calle, salvado en el recinto: el 24 seamos millones

Lo que dejó la jornada del 19 de marzo en el Congreso. -

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