Julio Garro, el intendente del PRO de La Plata, apura la aprobación de la rendición de cuentas 2022. El presupuesto municipal ha demostrado ser nuevamente un dibujo para “aplanar“ los sueldos de los trabajadores municipales y manipular gastos e ingresos. Las erogaciones registradas por la “rendición” están un 26% por encima de lo originalmente presupuestado, y ascienden a más de 34.000 millones de pesos. El grueso de los gastos corresponden a la Secretaria de Gobierno, que tiene a su cargo a Esur, la empresa privada encargada de la recolección de basura, que se lleva el 62% de los fondos asignados a esta secretaría.

Privatizaciones y una cuestión de Estado (capitalista)

Desde la primera gestión (2015) de Julio Garro, la recolección privada de la basura fue absorbiendo un porcentaje cada vez mayor de la “ley de leyes” comunal, desde el 18% de ese año al 25% del presupuesto 2022 (por una cifra astronómica de casi 600 millones de pesos mensuales). La continuidad de Esur -y del crecimiento sideral de gastos que ocasiona a los contribuyentes- ha sido siempre fuente de sospechas de “retornos” y “cajas negra” al servicio de las sucesivas intendencias en las que gobernaron Alak (PJ), Bruera (PJ) y desde el 2015 Julio Garro. Esto vale también para la ahora “libertaria” Carolina Píparo, que ingresó al Concejo Deliberante con el actual intendente Julio Garro, para pasarse más tarde a las filas de Espert y en su recorrido de “casta” terminar junto a Javier Milei.

Esur bate récords de permanencia desde la intendencia de Abel Román bajo la dictadura militar, cuando se firmara un contrato con Transporte 9 de Julio por veinte años con posibilidad de renovación. En el 2001, el jefe comunal peronista Julio Alak convocó a una licitación -después de dos prórrogas sucesivas -que ganó la Unión Transitoria de Empresas (UTE), conformada por Transporte 9 de Julio y una desconocida empresa sin antecedentes, que pasaron a funcionar desde entonces con el nombre de Esur SA . La privatizada de la recolección trascendió a todos los gobiernos, lo que fue llevando a su turno a sucesivos pedidos de informes conforme quien gobernara en estos más de 40 años. El resultado fue que la privatizada se quedó con el negocio total de la basura, incluso cuando la licitación del 2001 habilitó formalmente la división territorial de la ciudad en dos zonas, para que operasen empresas distintas.

Nuevamente, la empresa de recolección privada, que es cara, ineficiente y precariza a sus trabajadores, está en el centro del debate. El intendente de La Plata defiende a Esur y se ha hecho intérprete de sus demandas y “actualizaciones” permanentes de precios. Lo hace sabiendo que la recolección en los barrios es un desastre, que hay basurales a cielo abierto donde se quema la basura y también que la puesta de contenedores no pasa del casco urbano y algunos barrios cercanos. Garro contó durante años con la complicidad de la burocracia de Camioneros, defensora a ultranza de los intereses privados y de Esur.

Los lazos del sindicato de Camioneros con Esur son de larga data. El secretario general del sindicato de Camioneros de La Plata, que reporta a Moyano, está sindicado como quien ofició de nexo entre la privada y el gobierno de Julio Garro para prolongar, a partir del 2018, el contrato por ocho años más. Razones no faltan para pensar que esto haya sido así: Miguel Forte, titular del gremio platense, hizo campaña por Victoria Tolosa Paz en la interna del Frente de Todos del 2019, y se pasó luego al garrismo integrándose al gobierno cambiemita como Secretario de Transporte del municipio. Forte recién se iría del gabinete macrista al conocerse el escándalo de la GestaPRO de Vidal, que perseguía a dirigentes sindicales.

Fuera Esur y todas las privatizadas

El aspirante a una segunda reelección por Juntos por el Cambio suma irregularidades que ponen en la picota al presupuesto municipal y a la rendición de cuentas 2022. Cuenta con la oposición de cartón del Frente de Todos, que está más dibujada que la rendición de cuentas 2022. Además de Esur, existe Coninsa SA, una empresa constructora integrante de la patria contratista (beneficiada por el gobierno provincial de Kicillof), a la que Julio Garro protege y avala a pesar de que hizo desastres con la construcción del Acueducto ( más de 60 roturas desde su inauguración, que dejan la parte norte de la ciudad sin agua). Garro ni siquiera dio lugar al reclamo de las asambleas del agua para que se dicte la emergencia hídrica. En la rendición de cuentas trucha figuran también obras para escuelas por 450 millones de pesos, realizadas con el Fondo Educativo. Esto también merece investigarse, porque en el 2022 el municipio recibió más de dos veces ese valor y para el 2023 se proyectan unos 3.000 millones de pesos en este rubro.

El presupuesto municipal es un dibujo de gastos y está subvaluado exprofeso para manipular su ejecución y desviar fondos. Es necesario terminar con estos negociados y municipalizar la recolección de basura bajo control de los trabajadores. La suba escandalosa de la recaudación de la privada Esur es una razón de mayor peso para que el Frente de Izquierda Unidad se movilice por la apertura de las cuentas del municipio al control popular y el rechazo a la rendición de cuentas trucha. Exigimos que la municipalización se realice manteniendo a los trabajadores bajo el convenio correspondiente, con salarios del gremio camionero y con la totalidad de su personal. La mejora en el servicio de recolección -para que llegue a todos los barrios- demanda más inversión y más trabajadores. ¡Basta de Esur!

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