Políticas

1/8/2024

Reservas en rojo por financiar la corrida y pagar deuda usuraria

En julio, el BCRA tuvo un saldo negativo por segundo mes consecutivo.

Caputo y Bausili.

El Banco Central finalizó julio con un saldo negativo de U$S 181 millones, superando el rojo del mes de junio por U$S 84 millones. La decisión del gobierno de salir a vender reservas para achicar la brecha cambiaria y el pago de deuda externa propiciaron esta sangría. Como siempre, la fuga de capitales bajo múltiples formas está detrás de la “escasez de dólares” que complica a la economía nacional.

La situación de las reservas es crítica: las brutas cayeron U$S 2.600 millones en julio y las netas se encuentran en terreno negativo en más de U$S 6 mil millones. En julio, el BCRA tuvo saldo vendedor puesto que destinó más de U$S 250 millones para bajar las cotizaciones de los dólares financieros, es decir, dilapidó divisas para financiar la corrida cambiaria, al igual que hacía el gobierno anterior. El oficialismo, según sus anuncios, prevé utilizar hasta U$S 1.800 millones para intervenir en el mercado de cambios.

Por otro lado, en julio se sucedieron varios compromisos de deuda externa: por U$S 2.558 millones a los bonistas que ingresaron en el canje de 2020 y U$S 431 millones a distintos organismos multilaterales. Como vemos, el rescate de esta hipoteca usuraria es una fuente de saqueo constante para el país, que se agravará con los abultados vencimientos del año que viene.

A su vez, el 31 de julio se canceló el primer vencimiento de Bopreal (deuda con los importadores) por U$S 167 millones. En lo que resta del año, el pago de Bopreal demandará entre U$S 1.300 millones y U$S 1.450 millones. Además, como se flexibilizó el acceso a los dólares oficiales para los importadores, se estima que entre septiembre y noviembre crecerá la demanda de divisas al BCRA.

A todo esto, el agro continúa sin liquidar más de U$S 11 mil millones a la espera de una devaluación. La caída del precio internacional de la soja motiva aún más estas prácticas de acopio.

Frente a la crisis de reservas, Luis Caputo contrajo un préstamo por U$S 647 millones con el BID, el cual irá directamente al pago de intereses al FMI por U$S 799 millones, que vencen el 1° de agosto. De ese modo, refrita el mecanismo ruinoso de pagar vieja deuda tomando nueva.

Finalmente, la única posibilidad de recapitalizar el Banco Central es terminar con todas las vertientes de fuga que han conducido a la bancarrota actual. Esto significa repudiar la deuda externa fraudulenta, romper con el FMI y nacionalizar bajo control obrero el sistema financiero, el comercio exterior y la tierra. Solo un gobierno de trabajadores tiene interés en impulsar este programa, en pos de redirigir el ahorro nacional a la industrialización y al beneficio de las mayorías.

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