Políticas
7/6/2024
Revés para el Señor del Tabaco y los curros “libres de impuestos” que promueve Milei
Pablo Otero deberá pagar impuestos internos mientras el Senado trata la Ley Bases, con un Rigi que busca ampliar este tipo de negociados.
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Pablo Otero.
El “Señor del Tabaco”, Pablo Otero de Tabacalera Sarandí, tuvo un revés judicial que lo obliga a pagar los tan eludidos impuestos internos y lo expone a una deuda multimillonaria ante la Afip que algunos medios calculan en 1.000 millones de dólares. Se trata del ocaso de un empresario apuntalado desde el Estado, con apoyo de legisladores del Pro y del gobierno que, como plantea el Régimen de Grandes Inversores (Rigi) se benefició de “exenciones” impositivas para enriquecerse.
Otero se ha beneficiado durante años gracias a algunos fallos y medidas cautelares que le han permitido evadirse del pago de impuestos a internos al tabaco, con una alícuota del 70% sobre la venta de cigarrillos, ahora revertidos por un fallo de la Corte.
Este régimen excepcional, apuntalado desde el poder político, le permitió a Tabacalera Sarandí comercializar sus marcas Master Red, Red Point y Kiel muy por debajo de los precios de la competencia de las grandes multinacionales como Massalin Particulares (Phillip Morris) y British American Tobacco.
Se trata de una práctica habitual de los capitalistas, quienes primero evaden el pago de impuestos por diversos mecanismos y luego se avienen a moratorias y/o la demanda al Estado de beneficios y exenciones en los pagos adeudados que suelen ser otorgados por los sucesivos gobiernos.
El negocio de Otero tuvo un salto exponencial en su favor, apalancado por un régimen de excepción fiscal de hecho, que lo llevó de alrededor del 5% de las ventas a controlar el 33% del mercado de cigarrillos en poco más de cinco años.
Otero fundamenta que la suya es una empresa pequeña y nacional, por lo que debería estar exenta de un impuesto que beneficia a las grandes multinacionales consolidadas. Sin embargo, se ha demostrado que la casi totalidad de los insumos empleados en Tabacalera Sarandí son importados, y que la familia Otero cuenta con al menos 19 sociedades en todo el mundo, algunas de ellas investigadas como sociedades off shore.
A priori, podría considerarse que la baja en los impuestos beneficia en última instancia a los consumidores finales –aunque justamente en un producto nocivo cuyo consumo busca desalentarse-, sin embargo también se investiga que Otero habría fraguado rendiciones de cuentas ante la Afip denunciando un precio final por cajetilla (menos de la mitad) de lo realmente facturado, siendo el principal beneficiario de la elusión fiscal.
Este tema de los impuestos al tabaco también cruzó el debate de la Ley Bases, donde los diputados del Pro y La Libertad Avanza votaron en favor del negocio extraordinario del Señor del Tabaco, aunque no lograron revertir las modificaciones del régimen.
La situación de la cual hasta ahora gozó Pablo Otero se asemeja al régimen de excepción a gran escala que el gobierno de Milei quiere imponer con el Rigi, por el cual los grandes capitalistas se evaden del pago de impuestos y compromisos de reinversión para hacer sus negocios y llevarse beneficios excepcionales.
Claro que como sucede en la industria tabacalera el beneficio de una porción de capitalistas puede amenazar los negocios de otros sectores patronales, por lo que su aplicación no deja de ser un proceso traumático y turbulento, plagado de negociaciones y modificaciones, como ha quedado en claro en las modificaciones del dictamen de la Ley Bases en el Senado.
Lo negocios del Señor del Tabaco dejan expuesta la naturaleza de un gobierno y sus socios que solo buscan garantizar el lucro capitalista, sin importarles ninguna consecuencia sobre los trabajadores y sus familias.
Los regímenes impositivos blandos y laxos para los capitalistas solo favorecen los negocios de los mismos, vaciando los recursos nacionales y ampliando la explotación contra los trabajadores en medio de recortes sociales y de todo tipo de derechos. Hay que oponerse a esta orientación, partiendo de la lucha contra la Ley Bases en el Senado y contra todo el plan motosierra de Javier Milei.
