Sociedad

6/6/2024

¿Cómo son los centros Conin de Albino, los intermediarios extorsionadores de Pettovello?

La ONG del Opus Dei degrada a las mujeres que solicitan ayuda alimentaria.

Conin se maneja con los peores métodos punteriles.

Tras darse a conocer la noticia de que Sandra Pettovello delegó en la fundación Conin la tarea de entregar parte de los alimentos retenidos en los depósitos estatales, trascendió un trabajo de investigación que describe los métodos extorsivos que utiliza la ONG del Opus Dei para con quienes acuden en su ayuda. Las mujeres que solicitan asistencia alimentaria, a cambio de recibir mercadería para ellas y su familia, deben adecuarse a las pautas de comportamiento moral que dicta esta institución oscurantista.

La tesis de grado de la socióloga Camila Stimbaum aborda el funcionamiento de uno de los denominados Centros de Prevención de la Desnutrición Infantil y Promoción Humana de Conin, radicado en el barrio de Los Hornos, en la ciudad de La Plata. Allí se los retrata como verdaderos dispositivos de control y disciplinamiento de las mujeres pobres, quienes no pueden optar libremente por desobedecer los lineamientos del lugar porque está en juego la salud y la comida de sus hijos.

Los centros se especializan en atender casos de desnutrición infantil. Una vez que son admitidos como pacientes, los niños deben asistir con sus madres a un horario determinado, y, luego de recibir atención médica, estos permanecen en un espacio de estimulación con sus pares, mientras que las segundas concurren a distintos talleres de “Promoción Humana” donde se trasmiten todo tipo de preceptos reaccionarios. Luego de haber cumplido con ese circuito, al finalizar la jornada pueden retirar un bolsón de alimentos.

También está presente la lógica del premio y del castigo, ya que si las mujeres muestran “buena conducta”, la investigación señala que “suelen tener prioridad en la asignación de estos elementos (zapatillas, pañales, acolchados, etc.) e incluso eventualmente pueden recibir algún elemento extra”. En cambio, si incumplen con alguna de las normas impuestas por Conin, hasta “se les puede llegar a entregar menos alimentos de los que corresponden en el bolsón”. Un abuso de poder por donde se lo mire. Lo más perverso de todo es que escamotean alimentos a modo de “penitencia” siendo una ONG supuestamente abocada a combatir la desnutrición infantil.

El accionar de Conin no es diferente al de los punteros políticos de los partidos tradicionales. Explotan la vulnerabilidad de las mujeres que recurren a la fundación apremiadas por el hambre, y les entregan discrecionalmente la mercadería solo si aceptan recibir sus predicamentos y se amoldan a sus reglas. Esa es la clase de “intermediarios” que sí le gusta a Pettovello y compañía, en cambio, ataca a las organizaciones sociales que se constituyeron en oposición a esos métodos punteriles.

Se trata de un mecanismo absolutamente extorsivo, que, además, busca ubicar a las mujeres en un lugar de sumisión. De esa forma, la ONG de Abel Albino les infunde que tienen que “agachar la cabeza” frente a la autoridad y aceptar ese trato denigrante por el solo hecho de ser pobres. Cuán funcional es la promoción de estos principios de sometimiento para un gobierno que quiere adormecer al pueblo en función de hacer pasar sus planes rabiosamente antiobreros. No es casualidad que haya elegido a Conin para tercerizar la asistencia social, mientras sigue sin entregar alimentos a los comedores populares que sostienen las organizaciones piqueteras.

Para justificar ese desabastecimiento, acusó precisamente de “extorsionadores” a los integrantes de las organizaciones sociales, cuando, lejos de tener que acatar órdenes como condición para recibir alimentos -como ocurre en Conin-, las y los compañeros del movimiento piquetero toman conciencia de sus necesidades, se reúnen en asamblea, votan salir a las calles para exigirle respuestas al Estado y posteriormente distribuyen las conquistas de esa lucha de manera democrática. Los aportes económicos que realizan son voluntarios y cumplen la finalidad de sostener los comedores barriales, que el oficialismo está empeñado en vaciar. Allí las mujeres, en lugar de ser humilladas como ocurre en la ONG de Albino, están a la cabeza de organizar a su barrio y son protagonistas indiscutibles de esta construcción colectiva. El gobierno ve como amenaza este entramado comunitario y pretende destruirlo por medio de la persecución, las infamias y el castigo.

Volviendo a la investigación sobre Conin, no podemos pasar por alto que la fundación solo les exige a las madres que acompañen a sus hijos durante el tratamiento, mientras exime de toda responsabilidad a los progenitores varones. De este modo, reproduce los mandatos de género que depositan el peso de la crianza sobre las espaldas de la mujeres y, al obligarlas a recibir instrucciones sobre las “tareas del hogar” dentro de los talleres, en cierto modo busca culpabilizarlas por la desnutrición de sus hijos, absolviendo así a los gobiernos responsables de hambrear a la población. A su vez, en la mayoría de los testimonios incluidos en la tesis se logra ver el trato degradante que reciben de parte de los profesionales de dicho centro, que en todo momento las infantilizan.

Mención aparte merece el contenido oscurantista de estos talleres de “Promoción Humana” que dicta la ONG. A través de ellos, estos agentes del Opus Dei no solo se entrometen en la salud reproductiva de las mujeres, sino que además, buscan regimentar su sexualidad para que se adecue al ideario religioso que imparte la institución.

Uno de los talleres es el de “Planificación Natural Famliar”, donde recomiendan prevenir embarazos no deseados mediante el Método de Ovulación Billings, cuya efectividad carece de todo rigor científico. De más está decir que nunca mencionan el uso de preservativo como forma de evitar el contagio de infecciones de trasmisión sexual. No sorprende conociendo los dichos de Albino sobre que el VIH puede “atravesar la porcelana”.

Por otro lado, la investigadora detalla que en uno de los talleres que le tocó presenciar, “una obstetra realizó una introducción mencionando las diferencias anatómicas, fisiológicas e incluso comportamentales que caracterizan a hombres y mujeres. Se indicó que los hombres poseen ciertas características sexuales y hacen trabajos de fuerza, entre otros atributos. Por el contrario, las mujeres, poseen características sexuales diferenciadas de la de los hombres, una contextura física más
pequeña y realizan otras actividades como mirar novelas, corte y confección, entre otras cosas”.

Otras de las frases vertidas por ella fueron: “las mujeres somos más femeninas, usamos más palabras, más oraciones, le damos más vueltas a los problemas. Los varones son más concretos”; “la relación sexual es pene y vagina. Eso es lo normal. Si hay otra conducta sexual no es normal”; “En lugar de recriminarle porque no nos dice nada, hay que enseñarle al varón a que nos diga que nos ve linda”; “La familia está compuesta por la madre, el padre y los hijos. Las parejas se unen para toda la vida y los hijos son frutos de ese amor”; “Planificar es necesario pero es siempre de a dos”; “la vida empieza desde la concepción”.

Como vemos, estos cursos no hacen más que promover prejuicios retrógrados, estereotipos que inferiorizan al género femenino, tutelaje sobre el cuerpo de las personas gestantes, patrones heteronormativos, la anulación del goce femenino; y, lo más peligroso de todo, les inculcan a las mujeres que deben defender la institución familiar a cualquier costo aunque eso implique en muchos casos soportar la violencia de género que sufren a manos de sus parejas en el seno del hogar. Su intención es que luego las madres actúen de correa de trasmisión de esos postulados misóginos al interior de la familia.

El gobierno empodera a este grupo de ultramontanos otorgándoles recursos estatales para que extiendan su ascendiente reaccionario sobre la sociedad. A Milei le sirve que el clero talle la subjetividad de los explotados con esos discursos discriminatorios, para dividirlos e imponerles una derrota histórica. De hecho, le dio al Opus Dei un lugar importante en el gabinete, poniendo a Carlos Torrendell al frente de la Secretaría de Educación y a Pablo de la Torre como secretario de Niñez y Familia, recientemente eyectado de su puesto por los hechos de corrupción que envuelven al Ministerio de Capital Humano.

En contraste, el movimiento piquetero se esfuerza en erradicar de sus filas las costumbres machistas y violentas que emanan de este régimen social, entendiendo que solo estableciendo lazos fraternos entre varones y mujeres de la clase trabajadora se puede llevar adelante una lucha a fondo contra el ajuste de los gobiernos. Las organizaciones sociales combaten denodadamente la violencia de género en los barrios, acompañando a las víctimas, exigiendo asistencia por parte del Estado, brindando charlas de educación sexual integral, y, como es el caso del Polo Obrero, dando la discusión en las barriadas más postergadas -donde la inserción de las iglesias es muy profunda- para ganar a las compañeras a la causa del aborto legal, quienes formaron parte de la inmensa ola verde para poner fin a la clandestinidad que llevaba a la muerte a las mujeres pobres.

Son esas luchadoras y luchadores los que, en unidad con el movimiento obrero ocupado, van a terminar barriendo con la escoria de los Milei, Pettovello y Albino, que no saben hacer otra cosa que hostigar a los pobres y jugar con el hambre de la gente.

Cortan el puente Pueyrredón para que Pettovello entregue los alimentos
Marcharán al Ministerio de Capital Humano reclamando trabajo genuino, asistencia integral a los comedores populares y acceso universal a los programas sociales, sin discriminación. –
prensaobrera.com
Milei el empobrecedor: 2,5 millones de nuevos pobres en tres meses
Según un informe de la UCA, la pobreza trepó del 44,7% en el tercer trimestre del 2023 al 55,5% en el primer trimestre de este año. –
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