Diferentes dirigentes políticos de Juntos Somos Río Negro, partido que gobierna la provincia de Río Negro, y dirigentes nacionales del Frente de Todos, como el senador nacional Martín Doñate y el diputado nacional Martín Soria, han salido festejar públicamente la reducción a “cero” de las retenciones por exportación a toda la patronal frutícola, y la declaración de Emergencia Económica para pequeños y medianos productores, que se traduce en el giro de subsidios estatales a estas.

En ese sentido se han pronunciado también, y mediante un comunicado público, los y las concejalas del Frente de Todos de las localidades de Villa Regina, General Godoy, Mainque, Ingeniero Huergo y Chichinales. Es decir, no existen grietas cuando se trata de beneficiar a la patronal.

El gobierno nacional firmó el decreto Nº 1055/20, que asegura este beneficio a la patronal frutícola, mientras se niegan derechos a los y las trabajadoras, como la zona desfavorable. A estos beneficios estatales se le tienen que sumar otros, como las exenciones impositivas, rebajas de aportes, atrasos, evasión y trabajo en negro, que el Estado convalida, acompaña y hasta promueve.

“Es una muy buena medida. Es una orientación de lo que hay que hacer y la decisión es correcta” y “esto sin dudas ayuda a la actividad y es un fuerte aliento a la exportación”, declaró Agustín Argabay, el actual titular de la Cafi (Cámara Argentina de Fruticultores Integrados) sobre la decisión del gobierno nacional. En esa línea se pronunció también Sebastián Hernández, presidente de la Cámara de Productores de Río Negro y Neuquén, quien señaló que “fue un bombazo”.

La medida le permite a la patronal un ahorro del orden de los 1.000 millones de pesos al año, al dejar de pagar el tributo de tres pesos por dólar al Estado. El aporte por dólar, que se le elimina a la patronal, significa un mayor desfinanciamiento del Estado, que los partidos patronales que gobiernan buscan subsanar impulsando algunos mecanismos de ajustes, como la reforma jubilatoria o negando derechos, como el plus por la zona desfavorable.

Hay que recordar que en la temporada 2020 la patronal frutícola aumentó exponencialmente las exportaciones, en gran medida al ser declarada actividad esencial en medio de la pandemia. Esto generó ingresos al país de más de 240 millones de dólares, más que el año anterior. Las exportaciones totales superaron los 450 millones de dólares. Sin embargo, eso no significó que el Estado y la patronal garantizarán un bono a la esencialidad para los y las trabajadoras del sector durante la pasada temporada, que el decreto presidencial (270/2020) asegura, y que ni la patronal y el propio Estado cumplieron.

Camino a la cosecha, en medio de la lucha por la zona desfavorable, cuando la mitad de los y las trabajadoras del país se encuentran bajo la línea de pobreza, y cuando una parte del movimiento obrero está exigiendo un paro general, la decisión política de quienes gobiernan de bajar a cero las retenciones y declarar la Emergencia Económica a la patronal frutícola ha sido leída, por parte de la clase trabajadora del sector, como una provocación, ya que estos no superan hoy, en promedio, los $32.000 en salarios; es decir, debajo de la línea de pobreza. Mientras además sufren la precarización laboral y en muchos casos la explotación extrema.

La reacción obrera no se ha hecho esperar y el sector combativo rural y del empaque del alto valle, que se ha organizado y lucha de manera independiente de la burocracia de Uatre (rurales) y Soefrnyn (empaque), junto con Stihmpra (hielo) han salido a exigir más que nunca el inmediato llamado a un paro general por la zona desfavorable y todos los derechos. También han comenzado una campaña para conquistar delegados y delegadas antiburocraticas en todas las chacras y todos los empaques esta temporada.

Los y las trabajadoras están reforzando su organización para pelear por todos sus reclamos y conquistar la zona desfavorable.

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