Políticas

8/8/2020

Rivadavia (Mendoza): el intendente desperdició todo el tiempo de la cuarentena

Se dieron concentraciones autoconvocadas en repudio a la política del intendente Miguel Ángel Ronco.

En las últimas semanas el municipio de Rivadavia se convirtió en un hervidero político. La creciente curva de contagios de Covid, que la última semana registró 16 casos positivos en un geriátrico, y la denuncia de varios vecinos de zonas liberadas por la policía, ha derivado en una serie de concentraciones autoconvocadas en repudio a la política del intendente Miguel Ángel Ronco en el Departamento. A esto se suma el creciente descontento de los obreros de viñas y rurales que le han arrancado un paro al sindicato Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines).

Ante todo esto el intendente Ronco ha salido a responder ante los medios aludiendo que no puede estar en todos lados. Demostrando que la orientación política para poder dar respuestas a estos reclamos sociales urgentes son igualmente de nulas, como desde antes de la pandemia.

Una orientación política que echa lastre

Ronco y el gobernador Rodolfo Suárez -con la complicidad del peronismo-, que estuvieron rápidos para pedir la continuidad de la cosecha para asegurar el negociado de los grandes bodegueros, estuvieron muy tímidos para garantizar las condiciones materiales para que los trabajadores y sectores humildes pudieran garantizar la cuarentena. Para dar más claridad, la única acción por parte de la gestión y su funcionariado político fue un acto de demagogia de donar parte de sus abultadas dietas a un fondo de emergencia contra el Covid-19, algo similar a lo realizado por el gobierno provincial y sus funcionarios. Pero este “gesto” no se puede observar en la realidad ya que de dichos fondos nunca nadie supo el destino final. Con cuatro meses de cuarentena encima y una curva de contagios en agudo ascenso, ni fue al salario municipal ni al bolsillo de los trabajadores desocupados, mucho menos a la infraestructura del ya deteriorado sistema de salud.

El reflejo de esto son los casos de la Clínica Del Este y el hospital público Carlos Saporitti que ya están colapsados y no pueden atender a más pacientes. En el caso del hospital Saporitti si alguien presenta síntomas solo se le toman los datos y lo asientan en una lista de espera para poder hacer el hisopado, y le sugieren que se aísle en su casa de forma voluntaria. Sin tener en cuenta las realidades de esas familias para poder aislarse y sobrellevar la afección.

Otro caso que grafica la situación del Departamento es el espacio Doña Francisca Jahan, que supuestamente el municipio reacondicionó para alivianar la carga de pacientes contagiados en el hospital. Este no cumple con los requisitos básicos para poder tratar a los pacientes con afecciones pulmonares agudas, ya que no cuentan con respiradores. Una mención especial merece los distritos del municipio en donde no hay ni una sala acondicionada para eventuales pacientes contagiados que tengan que trasladarse a algún establecimiento de salud.

Poner en pie una salida de los trabajadores

Esta política de desidia que impulsa el gobierno de Ronco es la regla general en toda la zona este de nuestra provincia, que busca desligarse de toda responsabilidad inculpando a los y las trabajadoras del esparcimiento del virus, que ellos mismos promueven empujando a miles y miles de familias trabajadoras hacia la calle en busca de sobrevivir a la crisis, y siendo el foco de los contagios.

La creciente bronca popular que ha tomado distintas manifestaciones como la concentración en  la puerta de la municipalidad contra las zonas liberadas, el reclamo de salarios dignos de los trabajadores de la viña y el campo (que además difícilmente encuentran trabajo), entre otras, reclaman una salida que la gestión municipal, provincial y hasta nacional no les puede otorgar porque van en dirección contraria.