En el marco de una verdadera rebelión de vecinos y usuarios contra el tarifazo en las facturas de la luz de diciembre,  Saenz ha debido dictar ya tres decretos, uno multiplicando el valor de las multas a Edesa, que presta un pésimo servicio, otro retrotrayendo el valor de las facturas a lo pagado en noviembre (siempre que haya habido un 30% de aumento en el consumo) y el último respondiendo a un reclamo histórico, establecer un subsidio a la tarifa por zona caliente a nivel provincial.

Claro que la lucha está todavía lejos de terminar porque ninguno de los decretos alcanza el tarifazo que se aplica en todo el país a partir de la eliminación de subsidios y la segmentación por condición social y por consumo. Este tarifazo nacional está dirigido por la Secretaria de Energía que aportó Saenz al gabinete de Massa, Flavia Royón. A su vez, los gobernadores han permitido en estos años que en las provincias se paguen tarifas muy por encima de lo que se paga en Buenos Aires, en el caso de Salta 3 veces más, cosa que sigue en pie. Las facturas resultan en muchos casos directamente impagables en una provincia con los mayores indicadores de pobreza del país.

La gran conquista efectiva e inmediata entonces sería que se establezca una rebaja de carácter permanente en las tarifas por zona cálida, pero el decreto simple de Saenz es una especie de declaración de buenas intenciones, no establece ningún porcentaje de reducción de la tarifa ni sobre qué ítems de la boleta tendría impacto. Desde que comenzó el conflicto los vecinos reclaman con mucha firmeza que la quita debe ser del 80% en todos los ítems porque con temperaturas por encima de los 40 grados los consumos familiares se multiplican varias veces.

Esta lucha ha colocado sobre la mesa también una cuestión fundamental: la estatización del servicio bajo control de trabajadores y usuarios, es que los cortes son permanentes y también la quema de los electrodomésticos por baja tensión. La desinversión es absoluta tanto por la distribuidora Edesa como por la Trasnoa, encargada de mantener las líneas de alta tensión.

El punto más fuerte de la lucha está en Orán donde se mantiene un acampe y una asamblea autoconvocada en la que luchadores de la docencia, organizaciones sociales y hasta comerciantes afectados, debaten día a día como derrotar el tarifazo, y van superando todas las maniobras de los agentes del gobierno para quebrar la lucha. El acampe es sostenido además por una enorme solidaridad de vecinos que acercan comida y toda clase de elementos, se ha producido una gran caravana de apoyo y diversas movilizaciones. En Tartagal se mantiene un acampe, en Embarcación Pichanal e Irigoyen ha habido acciones sobre las oficinas de la compañía. En el primer caso se ocuparon las oficinas para exigir que se cobren las facturas sobre los valores de noviembre antes del tarifazo. Desde el Partido Obrero y el Polo Obrero estamos apoyando y ayudando a organizar en varias localidades esta lucha, organizando asambleas que sigan el ejemplo de Orán. La jornada de la Unidad piquetera del próximo miércoles 25, en reclamo contra la baja de más de 160.000 planes sociales reclamará que caiga el tarifazo y se imponga la rebaja del 80% en la boleta de la luz por zona caliente.

Todos por el triunfo de esta lucha que daría un golpe fundamental al gobierno ajustador de Sáenz, pero en general a todo el régimen que sostiene el ajuste del FMI, que destruye salarios y jubilaciones, ataca a los más vulnerables y golpea con los tarifazos.