Políticas

14/1/2022

¿Senda descendiente?: Alberto Fernández fabula sobre la inflación 

El gobierno ha actuado en función de licuar salarios y gasto social.

El presidente Alberto Fernández se refirió a la suba de los precios, en un acto oficial, señalando que “(espera) que esta senda descendiente de la inflación se sostenga”. Se trata de un abuso del relato oficial, cuando la inflación saltó al 50,9% de un 36,1% en 2020, y cuando se trata de una orientación de gobierno para cumplir con la meta del ajuste fiscal.

El hecho sucedió en un acto de relanzamiento del programa Precios Cuidados, en la Quinta de Olivos, donde el presidente buscó hacer una comparación con la inflación de diciembre del 2020 (4%) para eludir el salto de 15 puntos de diferencia entre la suba de precios de un año y el otro.

Luego volvió a la carga para desentenderse de su responsabilidad directa al mencionar que “la inflación no es el resultado de la emisión monetaria, sino de muchas cosas…”, para en la misma frase concluir “… aspectos que van desde lo psicológico hasta lo monetario”: no tiene que ver, pero sí tiene que ver.

Fernández llega al cinismo de echarle la culpa a la gente por la inflación, como lo hizo en la primera etapa de contagios de la pandemia, al referir que se trataría de cuestiones “psicológicas”.

En verdad la emisión monetaria sí hace su parte en la inflación, al no estar respaldada por un verdadero crecimiento económico. La mayor parte de esa emisión va a cubrir el déficit fiscal y luego es absorbida endeudando al Estado nacional con los bancos privados.

Pero lejos de una suba de precios “psicológica”, el gobierno dejó hacer a las patronales a su gusto durante todo el 2021, con programas “propagandistas” pero poco efectivos, que incluso luego fueron desmantelados, como el congelamiento de precios de Feletti.

También aprovechó la situación para agradecerle a las patronales por su “vocación de diálogo”, celebrando el acuerdo de Precios Cuidados, que alcanza unos 1.300 productos regulados. Se trata de una medida que lleva más de 8 años de vigencia y que nunca ha logrado anclar la inflación, sino más bien servir de política de control de daños de una inflación que es utilizada para liquidar conquistas obreras.