En sintonía con el acto realizado por Macri en la Catedral Metropolitana con motivo de los festejos del 25 de Mayo, la gobernadora Vidal llevó adelante el Tedeum en la provincia junto con el arzobispo Monseñor Héctor Aguer, que aprovechó la oportunidad para hacer nuevas declaraciones oscurantistas.

 

Luego de haberse declarado en el último tiempo contra la homosexualidad y la libertad sexual (arguyendo una contraposición a lo natural) y de colocar la causa de los femicidios en la disgregación del matrimonio (ya que de este dependería la dignificación de las mujeres), Aguer ofreció en el Tedeum aserciones favorables a los genocidas de la dictadura.

 

Reivindicando la teoría de los dos demonios, el arzobispo se pronunció a favor de la resolución de la Corte que otorga el beneficio del 2×1 a los represores, y le dijo al gobierno que la ley votada en el Congreso contra el fallo “es una invasión a otro poder”. Asimismo, sostuvo que el número de 30000 detenidos-desaparecidos es “un número mágico”.

 

Vidal se mantuvo en silencio. No extraña: la ‘oposición’ del macrismo al fallo de la corte no es más que un recule frente a la enorme movilización popular, mientras que la negación del número de desaparecidos ha sido una figurita repetida entre sus funcionarios.

 

A diferencia de la cantidad de los desaparecidos, lo que no está en discusión para Aguer es la legalización del aborto. En declaraciones a la prensa posteriores al Tedeum, volvió a manifestarse contra la misma, y cuestionó la existencia de una cátedra en la Facultad de Medicina de Rosario centrada en el aborto.

 

Esta línea de la Iglesia contra los derechos de las mujeres cuenta con la venia del gobierno nacional y de Vidal, quien no solo ha sacado  a la legalización del aborto de discusión, sino que también desistió de sumar a la provincia a la adhesión al Protocolo de Aborto No Punible para complacer al clero.