Políticas

30/11/2020

DESOCUPACIÓN

Tierra del Fuego: una crisis del régimen que resquebraja las paredes

La lucha piquetera toma la iniciativa en medio de un cuadro de ajuste.

El viernes 27, promediando las 14 horas, el Polo Obrero movilizó en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, apoyando el reclamo de un conjunto de vecinos autoconvocados de la zona denominada Margen Sur. Los mismos expresaron que se hallan en una situación desesperante, en la que no consiguen trabajo y, por ende, el sustento material necesario para poder sobrellevar el día a día. Asimismo, manifestaron haberse acercado en reiteradas ocasiones con petitorios a las oficinas del Ministerio de Desarrollo Social provincial, no recibiendo respuestas favorables que amenizaran su situación. Ante ello, tomaron la determinación de hacer un corte en el puente General Mosconi y acercar un petitorio a dicha sede gubernamental, convocando el acompañamiento de trabajadores en similar situación.

La isla sumida en la pobreza

El hambre y el saqueo llevan décadas e implican a los gobiernos de todos los pelajes. En tanto que situaciones de este tipo seguirán proliferando dado que Tierra del Fuego atraviesa una situación caótica que se agrava al compás de la profundización de la crisis capitalista en el país, tornándose cada vez más apremiante la intervención independiente del proletariado fueguino.

Figúrese que 40% de los/as fueguinos/as se hallan inmersos en la pobreza: es decir que 64.378 habitantes de este terruño austral no llegan a la canasta básica total estipulada por el Indec para un adulto en $16.153; ni el 30% de los hogares a la canasta familiar hoy en $49.912 para una familia tipo de cuatro integrantes. Asimismo, arrecia fuertemente la desocupación con un 22%, que implica a 13 mil desocupados y 1.000 subocupados.

La inflación proyectada para 2020 estaría próxima al 40%. Sólo en el pasado mes el IPC en alimentos fue cercano al 5% y con la liberación de los tarifazos en naftas y servicios, la quita de los precios máximos, y toda la batería de medidas que la dupla Fernández lleva adelante para hacer los deberes al FMI y garantizar un fuerte ajuste ortodoxo sobre las masas, auguran una fuerte remarcación en los precios para el último tramo del año y comienzos del próximo.

Ante este salto inflacionario, los salarios de los trabajadores ocupados han perdido notable poder adquisitivo, consecuencia de cuatro años sin paritarias y con aumentos que apenas se acercan a la escalada actual de los precios, como el caso de los docentes fueguinos cuyo cargo testigo se halla en $34.000. El gobierno se ha excusado en la situación de la cuarentena y el aislamiento social para mantener el atraso salarial en connivencia con las cúpulas sindicales burocráticas que le garantizan un pacto social de hecho, a costa de mayor miseria y penuria para el movimiento obrero más austral del país. A lo que se suman los constantes despidos y rebajas salariales que continúan generando nuevos desocupados y pobres.

Entretanto, las patronales y el empresariado exigen avanzar con la flexibilización de los convenios laborales, reducciones salariales, promoción de contratos basura, suspensiones y despidos; para avanzar contra las conquistas histórica de aquellos que viven de vender su fuerza de trabajo a pesar de todas las exenciones, subsidios y holgados beneficios que perciben bajo el régimen de pseudoindustrialización con el que se sostiene artificialmente a la magra economía fueguina].

Programas sociales congelados, deuda para los bonistas recalentada

Quienes más padecen descarnadamente los agravios de esta coyuntura es la clase obrera desocupada, precarizada y tercerizada. Los paliativos que otorga el gobierno provincial a los desempleados son completamente irrisorios. El programa Red Sol y la tarjeta Cuidemos la mesa fueguina tienen montos congelados desde hace tres años y ambas, de conjunto, apenas reportan unos miseros $6.500 mensuales, que redundan en poco más de $200 por día, siendo un universo finito de 16.000 beneficiarios desde antes de que comenzara la pandemia. Ni hablar del limitado y eliminado  IFE, de $125 diarios -por las tres cuotas en ocho meses- para 20.000 fueguinos.

La entrega de los módulos alimentarios por parte de los gobiernos provincial y municipales es irregular, insuficiente y dichos programas alimentarios se encuentran restringidos y muchos de los alimentos provistos se hallan en completo mal estado. En ese sentido, se han incrementado los comedores populares, contabilizando un centenar de ellos, los cuales asisten a cientos de familias carenciadas. Como los tres merenderos y comedores comunitarios que llevan adelante tres veces por semana nuestros compañeros y compañeras del Polo Obrero, absolutamente comprometidos para asistir y organizar semanalmente a más de 150 familias.

En contraste con esta coyuntura de miseria social y recesión agravada por los estragos de la pandemia, el melellismo ha optado por pagar religiosamente la deuda externa provincial contraída por Bertone en abril de 2017. En el presente año, con los pagos de capital e intereses (a tasas usurarias del 9%) la provincia afrontó una erogación de u$s9 millones (eldiariodelfindelmundo.com, 29/07), para la que ni siquiera le son suficientes la entrega de las regalías hidrocarburíferas.

Este monto sideral es más de lo destinado para distintas asistencias sociales como el Red Sol, Rupe, PEL o la mitad de la inversión en obra pública. Mientras que para el año próximo, cuando los vencimientos continúen elevándose van a aplicar mayores recortes en el “gasto” social.

Profundicemos la lucha en las calles

Ante el fracaso de los gobiernos patronales y sus promesas demagógicas, levantamos la más amplia unidad en la lucha de ocupados y desocupados frente a los despidos y la precarización. Por trabajo genuino mediante un plan masivo de obras públicas. Seguro al desempleado para hacer frente a la canasta familiar; apertura y aumento en los montos de los programas sociales. Pase a planta y a convenio colectivo de los precarizados y tercerizados. Reconocimiento del trabajo esenciales en los comedores, con todos los derechos de un trabajador estatal, y por un salario igual a la canasta familiar. Si no hay prontas respuestas saldremos nuevamente a las calles.

Paro nacional y plan de lucha. No al acuerdo con el FMI. No al pago de la deuda externa. Abajo el régimen de hambre y saqueo de los que gobernaron en las últimas décadas. Por una alternativa obrera y socialista.