Políticas

25/9/2024

Trabajadores aeronáuticos concentraron en el Congreso contra la privatización de Aerolíneas Argentinas

También reclaman incremento salarial.

Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografía

Este miércoles, trabajadores aeronáuticos se concentraron en la Plaza del Congreso Nacional en el marco del tratamiento en la Comisión de Transporte y Presupuesto del proyecto de privatización de Aerolíneas Argentinas presentado por el gobierno nacional.

El presidente le declaró la guerra a los trabajadores aeronáuticos. Busca imponer paritarias de pobreza y un plan de despidos, como parte de su intento de ir hacia la privatización de Aerolíneas Argentinas e Intercargo y dar rienda suelta a la expansión de los negocios de empresas lowcost como Flybondi.

El gobierno dice que, avanzando por este camino, el servicio aéreo mejorará notablemente, pero la experiencia histórica demuestra lo contrario, llevaría al desguace del servicio aéreo. Es que los capitalistas solo buscan aumentar sus ganancias, explotando las rutas más rentables e implementando medidas vaciadoras; poco les importa lograr una conexión territorial que sirva para desarrollar las fuerzas productivas del país.

Magalí, trabajadora de aerolíneas, habló con Prensa Obrera: “Nosotros venimos peleando por una recomposición salarial hace meses. Nuestro sueldo está un 80% abajo de la inflación y nosotros solamente estamos pidiendo un aumento del 20%, que también nos niegan. Quieren desmantelar la aerolínea de bandera, la única que tiene ruta aérea para llegar a cualquier parte del país (sea rentable o no), para promover las low cost. Estamos luchando por salario y contra este proceso de privatización”.

La privatización de Aerolíneas Argentinas, asimismo, vendría de la mano de una expansión de los negocios de las empresas lowcost. En esta línea, el gobierno acaba de habilitar a Flybondi –que comenzó a operar bajo Macri– dar servicio de handling (equipaje, carga y rampa) a otras compañías aéreas –asestándole un golpe a Intercargo– y en julio decretó la desregulación aerocomercial.

Un copamiento del servicio aéreo por parte de las lowcost implicaría un retroceso mayúsculo. Las lowcost son conocidas por tener planteles de trabajadores ultraprecarizados, controles laxos –no contemplan tiempos de contingencia y la higienización de los aviones es superficial– y menor seguridad y garantías para los pasajeros –suelen alquilar aviones usados, etc. En Semana Santa, Flybondi canceló 22 vuelos, convirtiéndose en la aerolínea que más vuelos suspende en el mundo. En 2018, tras un mes de operaciones, canceló 124 vuelos y dispuso un aterrizaje de emergencia en Ezeiza por un desperfecto técnico, por citar algunos ejemplos.

Vanina Biasi, diputada por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda presentó un proyecto de ley y dijo:
“Desde el Partido Obrero rechazamos la privatización del gobierno, el PRO y la Coalición Cívica respecto de la privatización de Aerolíneas Argentinas, ya padecimos la experiencia de privatización menemista en los 90 de esta misma empresa y la pérdida patrimonial que sufrió el Estado argentino a manos de las empresas Iberia y Marsans fue monstruosa. El modelo que ellos defienden es un modelo económico sobre la base de que sean las propias personas que tienen que volar, las que padezcan las suspensiones de los vuelos y todos los riesgos producto del abaratamiento del servicio”.

La acción además forma parte de la lucha que se encuentra dando el sector por salario. Recordemos que frente a las medidas de fuerza por aumento salarial, que habían pasado de asambleas por 3 horas, a paros por 12 horas y luego por un paro de 24 horas de viernes a sábado, el gobierno redobló la apuesta y firmó una reglamentación del Código Aeronáutico para restringir fuertemente el derecho a huelga, lo que además pretende aplicar en todos los gremios. Recordemos que si bien la pata laboral del decreto se encuentra suspendida en su aplicación, la mayoría de los artículos continúan vigentes.

Desde el gobierno y los grandes medios de comunicación se pone el eje en los supuestos privilegios que tienen los trabajadores de la empresa, pero lo que no dicen es que la inmensa mayoría del personal de tierra cobra entre 500 mil y un millón de pesos, teniendo turnos rotativos y trabajo nocturno. Las tripulaciones tienen salarios que equivalen a menos de la mitad de lo que se cobra a nivel internacional.

Todo el apoyo a la lucha de los trabajadores aeronáuticos. La salida pasa por colocar Aerolíneas Argentinas e Intercargo en manos de sus trabajadores.

¿Empieza la cuenta regresiva de Milei?
Editorial de Gabriel Solano en la edición #25 de 14 Toneladas. –
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