Políticas
25/9/2025
Editorial
Trump rescata a Milei, a cambio de un protectorado sobre Argentina
Milei en el filo de la navaja.

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Milei y Trump.
El raid de Milei en Nueva York con motivo de la asamblea anual de la ONU lo lleva a un sitial en la galería colonial de la entrega nacional. El nivel de sumisión al imperialismo ha llegado a extremos estéticos que solo escenifican la desesperación de un gobierno en caída libre. Como el momento de exhibir el cuadro con el tuit de Trump, que casi sin mirarlo apoyó “su reelección como presidente”, desinformado que el presidente argentino está mendigando más deuda -de la peor- para llegar a una elección de medio término en cuatro semanas. Ya habíamos tenido el episodio de Kristalina Georgieva del FMI llamando a votarlo a Milei, del cual tuvo que desmentirse para cuidar las formas que ahora Trump violentó abierta y deliberadamente, como lo hizo en favor de la libertad de Bolsonaro, contra toda independencia nacional de Brasil.
Al mismo tiempo sus consejos a la ONU para que recupere “su rol esencial en favor de la paz mundial” resultaron insultantes en tanto se deshizo en loas a la política imperialista de Trump, sostén fundamental del genocidio palestino, que hasta la propia ONU ha confirmado. En ese cuadro, mencionar nuestra soberanía en Malvinas fue una formalidad absurda cuando avala el exterminio de un pueblo de millones para la apropiación de toda la Palestina y los bombardeos a media docena de países de Asia Occidental. Pero también cuando los Estados Unidos han desplegado una flota de guerra frente a Venezuela hasta hundiendo embarcaciones de esa bandera. Ni hablar de la entrevista con Netanyahu que enloda al país.
El broche de la vergonzosa intervención de Milei ante Naciones Unidas fue la apología de la brutal cacería y deportación de inmigrantes de Trump, lo que debe abrir los ojos de todo el movimiento popular y de los inmigrantes en particular, porque la expulsión de hermanos latinoamericanos ha crecido también en la Argentina. Un motivo más para terminar cuanto antes con este régimen. Mientras Trump y Milei hablaron en la ONU, la flotilla humanitaria donde participan compañeros argentinos del Frente de Izquierda era atacada otra vez con drones.
Un salvataje electoral desembozado
Repasaremos el carácter leonino del tipo de “ayuda” que el secretario Scott Bessent prometió en abril y reafirmó ahora, y de los límites insalvables que tendrá. Pero digamos ante todo que se trata del salvataje electoral desembozado de Milei que después de ampliar la deuda con el FMI en abril en la friolera de U$S 20.000 millones, no pudo llegar hasta las elecciones de octubre. La espiral de endeudamiento a tasas siderales en pesos, como la rebaja de retenciones que anunció en la Rural en julio, los miles de millones de dólares a futuro que ya costaron 900 mil millones de pesos a julio o los renovados esfuerzos de mantener la bicicleta financiera del carry trade, no pudieron evitar la fuga de capitales y el fracaso estrepitoso de quien prometió “perforar el piso de la banda cambiaria” de $1.000. La balanza comercial se ha derrumbado, la avalancha de importaciones y de turismo al extranjero, sumada a la fuga de capitales, mantuvieron las reservas del Banco Central en rojo y todo el castillo se terminó de derrumbar cuando recibieron la paliza en las elecciones de la Provincia de Buenos Aires.
A la corrida cambiaria que se devoró U$S 1.100 millones en tres días le podía seguir una corrida bancaria. Entonces el único aliado de Trump en un país con cierto peso en el “patio trasero” empezó su cuenta regresiva y había que rescatarlo en resguardo de los “intereses estratégicos de los EEUU de América”. Las masas, sus luchas, sus manifestaciones masivas, y sus votaciones, empezaron a poner en peligro un régimen que mostró su podredumbre por dentro en el Karinagate y demás desastres de corrupción que nada tienen para envidiarle a los gobiernos anteriores. Y al compás de ese giro en el humor popular, asentado en el derrumbe que vivimos los trabajadores en nuestras condiciones de vida, vinieron las derrotas parlamentarias que transformaron las elecciones próximas en cuestión de Estado para la gobernabilidad de la burguesía y para los intereses del imperialismo. Difícilmente el rescate conduzca a una victoria de LLA pero pretenden una elección que al menos permita pensar a la burguesía en sostener a Milei dos años más. Aunque en discretas reuniones del círculo rojo en lujosos hoteles se hable de un recambio vía Schiaretti o salidas semejantes ante posibles desmadres.
Las “reformas”, el saqueo, los negociados y el rumbo de default
Por estas horas se va conociendo el rescate. Otros U$S 20.000 millones acentuando el alineamiento y el control de la economía por el imperialismo norteamericano. Hasta donde se sabe, más deuda vía swap y/o un crédito stand by cuya tasa desconocemos pero es presumiblemente superior a la del FMI, un posible canje de pesos por dólares que al momento de la devolución deben tener la misma cotización cambiaria que al momento del canje y la posible compra de bonos argentinos por parte de la Reserva Federal, tal vez vía la Reserva de Nueva York, que requerirían una nueva emisión de deuda con el objetivo de reducir el riesgo país e intentar, lo que Milei y Caputo han fracasado por completo, que es volver a Argentina al mercado internacional de deuda.
Este rescate vía el EFS (Fondo de Estabilización Cambiaria) tiene condiciones extremas. Ante todo habrá con seguridad una cláusula confidencial para devaluar después de las elecciones, algo que la ex segunda del FMI, Gita Gopinach, ya señaló: “celebro el apoyo pero con mayor flexibilidad cambiaria”. El golpe devaluatorio a las masas es pedido por el FMI y por toda la burguesía, de otro modo no pueden licuar deuda en pesos ni acumular reservas. Por otro lado, Bessent ya exigió reponer las retenciones, un reclamo también del FMI para el repago a los acreedores -por el agujero fiscal de dos mil palos verdes que implica la medida-. Tal vez eso llevó a los exportadores a liquidar en un día, el miércoles 24, el tope de U$S 7.000 millones, terrible negociado de las cerealeras que ya les compraron el grano a los productores agrarios con retenciones a un precio muy inferior. Se acabó la rebaja de retenciones. Y, de inmediato, las cerealeras y aquellos que dispongan de granos para liquidar se pasan al dólar, con lo cual lo que entra por una ventanilla se va por otra y habrá que ver cuánto de reservas netas se acumula.
Pero habrá mucho más en prioridad para las empresas norteamericanas, en exigencias contra la penetración china que es un socio comercial de Argentina mucho mayor que EEUU. Entra en discusión hasta el propio swap chino, aunque deshacerlo volvería el riesgo país a las nubes por su implicancia en las reservas brutas. Posible base militar yanqui, veto a la base china, a la represa Cepernic que nunca arranca, exclusividad en tierras raras, garantías para sus negocios en Vaca Muerta y el litio. Todo lo cual augura, crisis y choques. Y, hay que descontar, el compromiso de las temibles “reformas estructurales”.
La realidad es que toda esta nueva ingeniería eleva de manera exponencial el endeudamiento y, por lo tanto, a cierto plazo, agrava su incobrabilidad que está en la base de la actual crisis. Bessent y el FMI están bajo los dictados del autócrata norteamericano, pero el capital financiero celebra el rescate para reforzar el régimen de ofensiva contra los trabajadores que hoy luce completamente averiado, simplemente pateando el default para adelante.
Como se ve, Kicillof, “cambian” pero para peor
La recordada propuesta de Kicillof el 7 de septiembre a Milei para que “cambie” se ha confirmado, pero para peor. Hemos llegado al extremo de que saque un decreto completamente anticonstitucional de incumplimiento de la ley de discapacidad hasta que el Congreso indique cómo financiarla, en tanto le hizo el regalo de las retenciones a los exportadores sin preguntarse cómo financiarlo, y vuelve a tomar nueva deuda sin pasar por el Congreso, otra inconstitucionalidad manifiesta, lo que hará inviable cualquier debate del Presupuesto 2027.
Pero hay un “cambio” que terminará haciendo Milei, con Caputo o sin él, que será el de la devaluación. Y en eso está toda la burguesía, y por supuesto todo los opositores que rugen republicanismo en el Congreso después de ser sus cómplices dos años seguidos, incluido el peronismo en sus distintas alas. Todos son partidarios también de honrar el negociado de la deuda con los bonistas, el FMI, los organismos y ahora el Tesoro norteamericano. Como el número uno de la lista del PJ en CABA, Itaí Hagman, o Yasky, de la lista bonaerense que se abstuvieron ante el pacto con el FMI de Guzmán. Desde distintas y fragmentadas posturas, los políticos más o menos opositores de la burguesía son partidarios también de las reformas laboral, previsional e impositiva, aunque disputen ferozmente por los ATN para las provincias y manifiesten diferencias en cómo llevar esas reforma adelante. Por eso mismo la burocracia sindical brilla por su ausencia en el escenario político, ponen todo en el voto al peronismo mientras contiene la ira popular y aísla los conflictos.
Las elecciones y la huelga general
Con las actuales tasas de interés para evitar el pasaje de los pesos a dólares, la economía se sigue hundiendo en la recesión y con ella los trabajadores cada vez con más despidos y cierres de empresas que suman más de 15.000, con un consumo en niveles de subsuelo.
La burocracia sindical ya pactó su “unidad total” para reorganizar la CGT el 5 de noviembre, tras las elecciones. Y, mientras los trabajadores de Ilva y KTM bloqueaban los accesos al parque industrial de Pilar, ellos se sacaban fotos con Kicillof y hacían gárgaras sobre “el derecho al futuro”. Pero lo que no hay es derecho a parar la olla ahora, con paritarias al 1% o al 0% según el caso, cuando te echan o te aprietan para agarrar una indemnización ahora porque “mañana no se sabe si estará”, o te declaran la quiebra y te roban hasta la indemnización como en Morvillo. O lo que no hay es comida en los comedores como reclamó el Frente de Lucha Piquetero que volvió a ganar la calle. Una calle que Bullrich y sus tropas han perdido.
El camino lo muestra el Garrahan que acaba de arrancar un bono de entre 350 y 450 mil pesos para los trabajadores, que es un paliativo relevante en el cuadro actual, pero respondieron volviendo a parar 48 horas, preparando con todo la movilización del 2 de octubre ante el Senado para voltear definitivamente el veto, en la continuidad de la lucha por un salario mínimo de $1.800.000. Lo muestran la movilización y los paros universitarios, donde la AGD, el clasismo y la UJS impulsan la rebelión universitaria con el método de la huelga general. Es que la cuestión del paro activo y el plan de lucha hasta la huelga general para derrotar al gobierno, que fue debatida y levantada en el Plenario Combativo de Trabajadores ocupados, desocupados y jubilados, está planteada en primer plano de la intervención de la izquierda obrera y socialista.
Nuestro programa antimperialista dirigido por la clase obrera, que expresa el Frente de Izquierda, tiene que ser explicado también para reforzar el horizonte de una salida de los trabajadores a esta catástrofe social y nacional. Al servicio de esa perspectiva llamamos a votar al Frente de Izquierda con la consigna “Siempre con los trabajadores, nunca con los corruptos, los ajustadores y el FMI”.

