Una columna publicada en Infobae por Gustavo Szpigiel, director de la Cadena Vis a Vis, volvió sobre la campaña que el sionismo viene desplegando contra el Frente de Izquierda. Esta campaña tiene una clara razón de ser. El Frente de Izquierda, cuyos integrantes tienen un largo historial de reivindicación de la lucha palestina, es la única fuerza política nacional que se movilizó en Argentina contra los brutales bombardeos llevados adelante durante Mayo sobre la Franja de Gaza, empalmando con un importante proceso de movilizaciones en todo el mundo. Esta ofensiva pretende encubrir el carácter criminal de los bombardeos que dejaron 232 palestinos muertos y demolieron 17 mil viviendas, así como reforzar hacia futuro una mordaza contra las denuncias públicas al Estado de Israel.

La columna suma a la campaña que el sionismo venía conduciendo contra el diputado Juan Carlos Giordano de IS y el FIT-U un ataque a Gabriel Solano del Partido Obrero y Nicolás del Caño del PTS, tratando de presentar al Frente de Izquierda como parte de una conspiración antisemita que parte de Hamas y llega a los medios de comunicación que informan sobre la barbarie perpetrada contra los palestinos. Esta campaña de calumnias contra el Frente de Izquieda tiene como antecedente un pronunciamiento de la Organización Sionista Argentina contra Gabriel Solano y Myriam Bregman el año pasado.

La columna miente hasta el punto del absurdo. Los bombardeos serían parte no de una decisión política del gobierno isrealí sino de una conspiración para tapar el éxito de la vacunación de la vacunación en ese país. Pero los que desataron esta crisis no son los palestinos sino el Estado de Israel, con la habilitación de la Corte Suprema del desalojo de familias palestinas en Jerusalén Este; y el despliegue de militares en los sitios de rezo de la comunidad musulmana. Tras esto vino el lanzamiento de cohetes de Hamas, respondido por los bombardeos  donde el 95% de las víctimas son palestinas.

Esto es nada más que el último capítulo de una larga política de colonización que se remonta a la expulsión de 700 mil palestinos en 1948, con la fundación del Estado de Israel. Desde entonces, fueron ampliando su colonización como un Pac-Man.

El columnista pretende desmentir la política de limpieza étnica y genocidio diciendo que Israel se retiró en 2005 de Gaza, pero no dice que apenas dos años más tarde impuso un bloqueo terrestre y marítimo a la Franja que la transformó en una prisión a cielo abierto, declarada “inhabitable” por una agencia de refugiados.

Entonces, él dice, “pero la población (de Gaza) aumentó un 100% entre 2000 y 2020, ¿dónde está el genocidio?”. El aumento de hacinamiento de población palestina cuyas viviendas son demolidas y poblaciones expulsadas por la colonización israelí no desmiente ni los asesinatos ni la represión ni la destrucción sistemática de las viviendas y la infraestructura palestina. Con ese criterio, en Argentina el crecimiento poblacional de la época desmiente que hubo un genocidio durante la dictadura. Es un argumento pueril para intentar simular una normalidad que no existe: solo en 2019, 250 manifestantes fueron asesinados en las marchas del retorno en la frontera entre Gaza e Israel.

Israel se apoya en todo el mundo en el imperialismo y en las formaciones políticas reaccionarias en particular. En las filas de los seguidores de Bolsonaro o Trump, donde anidan los grupos fascistas y antisemtas, la simpatía con Israel es total. Los socialistas combatimos el antisemitismo como una expresión de la barbarie capitalista. Rechazamos con la misma fuerza que la barbarie descargada contra el pueblo judío sea la excusa para la implantación de un enclave imperialista en Medio Oriente sustentado sobre la base del asesinato sistemático de la población nativa de Palestina.

El nerviosismo de los escribas sionistas es directamente proporcional al repudio global que han suscitado los crimenes israelies. Más que nunca a luchar en todo el mundo por una Palestina única, laica y socialista.