La justicia de Londres falló contra el Estado argentino exigiéndole que pague 1.330 millones de euros (casi U$S 1.500 millones) por la manipulación de estadísticas oficiales, durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, en perjuicio de los bonistas que compraron “cupones PBI”. La querella la están llevando adelante cuatro fondos buitre que tienen derecho al 48% de esa cifra.

La historia de los cupones PBI se remonta al canje de deuda externa de 2005-2010 con Néstor y Cristina Kirchner, el cual fue promocionado como “el mejor canje de la historia” porque imponía una quita sobre el valor nominal de capital e intereses a los acreedores, pero reconociendo un valor muy superior a las chirolas por las que habían comprado esos bonos en default. Sin embargo, para que los bonistas buitre acepten, el gobierno les ofreció pagos extra llamados cupones PBI, que se activaban cuando el crecimiento económico del año superaba 3%. Como se partía desde un hundimiento del producto bruto nacional tras la crisis de 2001 y la devaluación posterior, esto garantizaba recuperar lo de la quita.

Con el tiempo, se convirtieron en uno de los activos favoritos del mercado local, el cual preveía un rebote en la economía que generara un crecimiento a “tasas chinas”. Este salvataje era algo inviable de pagar para un Estado que dilapidaba sus reservas en el pago de la deuda externa, siempre a costa del pueblo argentino. Así, el gobierno empezó a manipular las estadísticas.

Esta operación usuraria que esgrimió el kirchnerismo en favor de los fondos buitre hoy mete presión a la ya acuciante crisis de reservas del Central, consecuencia nuevamente de la fuga de capitales y el pago de la deuda externa. Este fallo también se suma a la ola de fallos internacionales desfavorables contra la Argentina. Es el caso de YPF y de los fondos que litigan contra el país por la deuda defaulteada en el 2001. Queda claro que el saqueo de los recursos nacionales se sigue reciclando por los sucesivos rescates al capital financiero a costa de quienes viven de su salario.

Que los tribunales extranjeros tengan en vilo a las reservas del Banco Central es una muestra de la completa subordinación del país ante el imperialismo, expresada en la legislación extranjera de los contratos de deuda y concesiones públicas. A esto se agrega que, para cumplir con el programa del FMI, Massa sigue endeudando al país con los organismos multilaterales de crédito, que incrementan la injerencia del imperialismo en las políticas locales y destruyen las condiciones de vida de la población trabajadora. Un acuerdo ruinoso por donde se lo mire.

Está claro que todos los salvatajes de la deuda fraudulenta terminan en un nuevo default, estos llegan siempre luego de los intentos de pagar, los cuales se esgrimen sobre un sin fin de penurias contra la población. Poner fin a esta sangría requiere sacarnos de encima a las fuerzas políticas de los capitalistas que perpetúan el saqueo de los recursos nacionales, repudiar la deuda externa usuraria e ilegítima y destinar el ahorro nacional al desarrollo productivo en beneficio de las mayorías.

https://prensaobrera.com/politicas/devaluacion-mas-tarifazos-y-restringir-el-derecho-a-jubilarse-las-exigencias-del-fmi