Políticas

29/7/2022

Una extensa agenda de reclamos populares, ante la reconfiguración del gobierno

La necesidad de un paro nacional.

Edición: Prensa Obrera

El jueves, mientras dentro de la Casa Rosada se resolvía que Massa tome las riendas de un superministerio de Economía, puertas afuera se encontraba una masiva movilización piquetera reclamando respuestas urgentes ante el crecimiento del hambre y la miseria.

Esto muestra que Sergio Massa asume en un cuadro signado por una enorme cantidad de reclamos populares en medio de una crisis social. Desde las 9 horas de la mañana, la Unidad Piquetera comenzó a agruparse en diversos puntos de CABA para dirigirse a Plaza de Mayo y en las principales ciudades y provincias del país, con los reclamos y reivindicaciones de las y los desocupados frente a las crisis económica y social y el ajuste en marcha. En el Ministerio de Desarrollo Social reclamaron la apertura, universalización y aumento de los programas sociales, y un bono de $20.000. En las puertas del Ministerio de Trabajo presentaron la demanda por trabajo genuino y bajo convenio con la reactivación de la obra pública y un salario mínimo de $105.000.

Días antes, hubo una movilización de 25 mil docentes en Mendoza en reclamo por aumento salarial y contra la precarización, que sacudió todo el escenario político. También continúa firme el conflicto del Sutna por la recomposición salarial y las horas del fin de semana al 200%, a pesar de la intransigencia de las patronales. A la par, los jubilados se manifestaron en Plaza de Mayo por un aumento de emergencia frente a los haberes de indigencia que perciben, una mínima de $120.000, movilidad automática y moratoria universal.

Los salarios corren por detrás de la inflación, y las jubilaciones ni siquiera alcanzan la línea de indigencia cuando presionan por una nueva reforma previsional. Los comedores populares se ven afectados por el recorte en la entrega de alimentos, en línea con la reducción del déficit fiscal. En este cuadro, la criminalización de la protesta amenaza a los luchadores obreros y piqueteros, y apunta contra el derecho mismo de los trabajadores a organizarse.

Mientras tanto, el gobierno financia la corrida de los especuladores, sube las tasas de interés que paga a los bancos, y ofrece un tipo de cambio especial a las patronales del agro. Son los que apostaron a la devaluación, precisamente el punto central que vendría a ejecutar Massa con su superministerio de Economía, Agricultura y Producción. Esto implicará un nuevo golpe a los bolsillos de la población trabajadora, y nos llevará al borde de la hiperinflación.

La contundente jornada de ayer y todas las luchas en curso, vuelven a colocar a la lucha callejera en el centro de la agenda política, y al gobierno nacional y el Estado como los principales responsables de aplicar el pacto con el FMI y desenvolver las consecuencias gravosas de este ajuste sobre los trabajadores, con la liquidación de los salarios, los ingresos populares y el empleo. La oposición al plan Massa vendrá de las calles y de la unión entre ocupados y desocupados para impulsar un paro nacional y un plan de lucha, contra todo el arco político que está totalmente sometido al FMI y le da la espalda a las necesidades populares. Llamamos a impulsar esta orientación en apoyo a todas las luchas en curso y a deliberar en asambleas una salida a la crisis nacional, que debe partir de la ruptura con el Fondo Monetario y el no pago de la deuda.

https://prensaobrera.com/politicas/mucho-mas-que-otra-crisis-de-gabinete-un-gobierno-agotado

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